miércoles, 29 de abril de 2015

UN PUEBLO DE APÓSTATAS IDIOTIZADOS.

Hace un mes y medio que no escribo "La botella al mar". No he recibido ninguna pregunta sobre la causa de ese silencio, lo cual prueba que este periódico es algo "con el cual y sin el cual, todo sigue tal cual", como dice el refrán italiano. Eso no me extraña ni me disuade de retomar la pluma apenas me es posible, cosa que recién hoy ocurre. 

Han pasado muchas cosas en la Iglesia, en el mundo y en el país que merecerían un comentario, pero son tan parecidas a las que han pasado antes de ese lapso de tiempo, que no me parece útil tratarlas visto el vacío en que han caído los comentarios anteriores sobre los mismos asuntos. Más bien hagamos algo así como una trepanación incruenta en la cabeza del “argentino  2015”  a ver qué hay ahí adentro, si es que hay algo. 

Lo primero que se ve es un agujero negro que corresponde al lugar privilegiado en que debería estar Dios y la Fe católica. Es evidente que los argentinos no creen que Dios exista o, en todo caso,  que sea Todopoderoso y que habrá de premiar a los buenos y castigar a los malos después de esta vida según que  hayan cumplido o no con Su ley eterna.   

Si esas ideas no hubieran sido tragadas por un agujero negro sería imposible por ejemplo, que ayer 26 de Abril, 1.740.000 habitantes de Buenos Aires, hayan votado por el Partido de Macri, el de la usurpadora presidencial y los de otras alimañas políticas todos ellas abortistas, pro-homonomio e inmorales. Si la gente tuviera aquellas buenas ideas debería rechazar in limine la sola posibilidad de que semejante ralea pudiera aspirar a ocupar cargos de gobierno porque, sin duda alguna, todo poder que tuvieran lo usarían, como lo han hecho ya, para ofender a Dios. 

Si esos votantes no temen ofender a Dios, que es todopoderoso y cuyos castigos eternos son tremendos, es porque no creen que Él exista. Luego, son apóstatas como los define el canon 1325 del viejo Código de Derecho Canónico y, menos claramente, el 741 del nuevo Código. 

Veremos además otro agujero negro y es el que corresponde al lugar del pensamiento. No se advierte actividad intelectual alguna en ese páramo. Sólo sensaciones, idioteces y cálculos utilitarios de muy corto alcance. Por eso es que cuando uno intenta razonar con un argentino, es lo mismo que hablar con  la pared. Las  ideas rebotan en su cavidad craneana y no queda en ella registro de que haya habido algún intento de comprensión. 

Si aplicamos estas dos constataciones a la política, nos veremos forzados a concluir que el pueblo argentino está compuesto por apóstatas idiotizados y, consecuentemente, mientras eso no cambie, estaremos siempre gobernados por gente de la peor calaña, con las peores ideas y la más absoluta deshonestidad. No importa que la usurpadora se vaya. Hay muchos otros que la pueden reemplazar -entre ellos Macri-  sin que las cosas mejoren en lo más mínimo. 

Cosme Beccar Varela

martes, 14 de abril de 2015

Enrique Stel,

AYER HÉROE DE GUERRA HOY PRESO POLÍTICO....

Enrique Stel, es Coronel, Veterano de la Guerra de Malvinas. A partir de 1979 perteneció a las fuerzas de élite de la República Argentina y luchó en la guerra integrando la Compañía de Comandos 602. Recibió del Congreso de la Nación Argentina la Condecoración "A los Bravos de Malvinas" y el Ejército Argentino lo condecoró con la Medalla "Al Heroico Valor en Combate". Además le otorgó una mención distinguida por su desempeño en la guerra.

Arriesgó su vida infiltrándose detrás de las líneas enemigas, ayudó a sus camaradas espiritual, emocional y físicamente para sobrellevar la pesada carga de este hecho traumático. Después de la rendición argentina, estuvo como Prisionero de Guerra de los Ingleses durante un mes, en un frigorífico de la Bahía de San Carlos en condiciones climáticas adversas, durmiendo en el piso, comiendo una vez al día y duchándose una vez por semana.

Hoy este hombre se ha convertido en una simple y lamentable estadística en el sistema de los "Derechos de Algunos Humanos". Detenido injustamente cuando ya se encontraba presentado en la causa, imputado por "haber sido" y no "por hacer" (derecho penal de autor) y detenido por el simple hecho de "pertenecer" al Ejército Argentino. Procesado sin fundamento alguno, sin pruebas, sin lógica ni relación circunstanciada de acción, causa, resultado.Imputado por una cosa y procesado por otra, hoy lleva un año privado de libertad en una cárcel común y la Cámara Federal de Apelaciones de Bahía Blanca omitió dolosamente verificar la afectación a su derecho de defensa, y lo que es peor aún, a un debido proceso legal.

Enrique Stel tenía 20 años a la fecha de los hechos que se investigan, era Subteniente del Arma de Comunicaciones y se desempeñaba como jefe de sección de la Compañía Alámbrica del Batallón de Comunicaciones 181. Por ese cargo se lo imputó, pero se lo procesó por otro: por ser jefe de sección de una Compañía de Infantería dedicada a la lucha antisubversiva.Es decir, se le asignó intempestivamente la pertenencia al Arma de Infantería y automáticamente se asoció a este Arma con el desarrollo de actividades ilícitas. Un dislate jurídico.

Cualquiera que conozca un poco la estructura orgánica del Ejército, sabe muy bien que un militar no puede desempeñar funciones de un Arma a la que no pertenece (ni por capacidades adquiridas ni por cuadro organizacional). Por otro lado, lo procesan por hechos de los que no hay ningún elemento material que demuestre su participación(ninguna víctima lo menciona, ni por nombre ni por apariencia física).Cabe aclarar que las denuncias en muchos casos fueron realizadas entre los años 2009 y 2014). La imputación de esos hechos sólo se produce por la mera dimensión temporal, tornando automática la culpabilidad sólo por esto (es decir la coincidencia de las fechas en que ocurrieron esos sucesos con el período de tiempo en el que Enrique Stel estuvo desempeñando funciones en una Sección Alámbrica de una Compañía de Comunicaciones)

En síntesis, lo procesan por una función que nunca desempeñó, en un Arma a la que nunca perteneció y por hechos de los cuales no hay elementos que permitan demostrar de modo alguno que participó en la consecución de los mismos.

Es importante destacar que esta investigación surge 40 años después y obviando el hecho significativo de que jamás fueron impugnados sus ascensos a Mayor, Teniente Coronel y Coronel durante la democracia, siendo que en esas oportunidades su legajo personal fue analizado por todos los organismos de Derechos Humanos y la Comisión de Acuerdos del Senado.

¿Cómo es posible que continuemos, como dice el Dr. Gil Lavedra, efectuando" imputaciones  por presuntos delitos de lesa humanidad de un modo ligero, sin la correcta verificación de la alta probabilidad de que concurran los requisitos que caracterizan a tales delitos"?Lamentablemente hay muchas distorsiones y confusiones, en parte por ignorancia y en parte por mala fe. Esto tan simple que escribo, es sistemáticamente negado por quienes deben hacer justicia, tal vez porque necesitan incrementar los números estadísticos y justificar el inmenso flujo de dinero generado por este sistema donde ser parte de las Fuerzas Policiales, de Seguridad o Armadas es casi automáticamente equivalente a ser delincuente, argumento que viola las normas jurídicas más elementales, entre ellas, el principio de la responsabilidad penal individual y el principio de la presunción de la inocencia.

¿Cómo un hombre que ha dedicado su vida a las causas humanitarias puede estar procesado por delitos como lo que se le imputan? Un ser humano no pierde su esencia.O es bueno, o es malo y las acciones a lo largo de la vida van reflejando esa naturaleza. En el caso de mi esposo ha reflejado ser un hombre de bien, con actos heroicos y acciones trascendentes. Ha vivido momentos desagradables y nunca se ha quejado. En la guerra de Malvinas lo dieron por muerto al punto que le rezaron una misa por su eterno descanso, camino a sabiendas entre campos minados para cumplir con su misión, sabiendo que un paso en falso podía ser el último. En Zagreb vivió el bombardeo del año 1995, enfrentó la presión de los serbios cuando custodiaba los convoyes humanitarios del ACNUR y del ACNUDH que intentaban llegar a la población civil sitiada en Bosnia Herzegovina… Sus acciones humanitarias le valieron tres condecoraciones por sus servicios a la paz de Naciones Unidas.

Juntos hemos recorrido 16 países investigando algunos de los crímenes más atroces de los cuales puede ser capaz el ser humano y hemos trasmitido a nuestros alumnos la importancia de vivir en la diversidad, respetando al otro más allá de las diferencias. Nunca pensamos que justamente él, uno de los primeros militares argentinos que por convicción se especializó en Derecho Internacional Humanitario –y el primer oficial que en la historia del Ejército Argentino fue becado por la Escuela Internacional para el Estudio del Holocausto Yad Vashem para capacitarse en la temática de la Shoá en Jerusalén- hoy estuviera en una celda, esperando poder demostrar su inocencia, por delitos que jamás deberían haberle imputado. Cuando fue prisionero de guerra de los ingleses durante el conflicto de Malvinas lo aceptó y lo comprendió perfectamente, son las reglas de la guerra. Esta situación no puede aceptarla ni comprenderla.

Lo que más me preocupa, más allá de esta situación personal, es nuestra deshumanización como nación, nuestra premura en condenar sin saber, nuestra pérdida de valores y principios, nuestra ponderación invertida de cuestiones elementales. Me preocupa el odio alimentado con una fuerte estructura que no nos conduce a nada bueno. Me preocupa la injusticia.

No creo que nadie piense que los responsables de los crímenes más atroces vividos en nuestro país no deban ser condenados, pero es importante que lo hagamos respetando el principio de legalidad, cuidando "celosamente la categoría excepcional de delito de lesa humanidad y los procesos en los que se aplica."<p> </p>Sólo espero que Dios nos de la fortaleza para seguir luchando en este sistema perverso donde inocentes pagan por culpables. Lo triste de todo esto es que los años no son infinitos, que nuestro tránsito en la tierra es limitado y que lo que hacemos con nuestro tiempo tiene que ser bueno, constructivo, no estéril. Siento que estamos perdiendo un tiempo valioso en esta lucha desigual cuando podríamos hacer cosas valiosas y trascendentes.

Tres razones me llevaron a escribir esta nota: uno, la fecha de conmemoración de los Veteranos de Guerra de Malvinas, otra, la triste realidad de que el 12 de marzo de este año Enrique Stel cumplió un año de detención en flagrante violación al principio de excepcionalidad de la prisión preventiva y por último, el inicio de la Semana Santa, un tiempo donde como cristianos, debemos purificar nuestra alma y ofrecer nuestro sufrimiento a Dios para acompañar la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo.

Desde la guerra de Malvinas mi esposo lleva consigo un Rosario que con el tiempo se ha deteriorado. Su fiel amigo lo sigue acompañando. Los hombres pueden abandonarnos, Dios jamás nos abandona. 
  
Carina Emilce Faur

JAN DOMINGO Y LOS LADRILLOS.


Hace unos 8 meses, un domingo tempranito, me encaminaba a las afueras de la ciudad a preparar el asadito para compartir en familia, un humo suave envolvía el puente Alvear en la salida sur de Concordia; Este puente sobre el arroyo Yuqueri fue inaugurado en la década del ’20; Por el presidente Marcelo T. de Alvear Alvear; Sobre la plazoleta islas Malvinas , un hombre de barba y gorra con un gigantesco bolso, me hace dedo y decidí parar para transportarlo
De contextura fuerte y con un viento a Robin Williams, subió su bolso a la camioneta y me dijo - Soy Juan Domingo Ahtan, deletreando el apellido A-H-T-A-N y recalcando- Con Hache y voy p´Gualeguachu, p` ver un hijo que esta con problemas, erre el colectivo por 15 minutos- .
Baje el volumen de la radio, pensé para mis adentros este no va dejar de hablar hasta que se baje y me dispuse a escuchar sus aflicciones.
Como para cambiar de tema, pues lo del hijo me latía a rollo triste, lo increpe diciéndole, - Con ese nombre debe ser radical , seguro!-; Juan Domingo me miro, y me dijo -Uno debe estar con quien la da!-; Ja me dije para mis adentros, mira que reflexión; Agrego luego- Porque hay quien le da y quien no le da y hay que estar con quien le da, yo tengo 66 años, trabaje toda mi vida y a mí nadie me dio nada, mi padre murió en el 71, mi madre en el 84 y a ella la cagaron con la casa , porque no sabía leer ni escribir y se quedó sin nada- ; Para esta altura me dije metí la pata doblemente, primero en parar y en elegir el tema - Tomo un respiro, se acomodó en el asiento y me largo :-también está el que tiene y le quita y el que nada tiene y le da todo, por eso hay que respetar al que le da- A la pelotita pensé, un sabio el amigo, al toque agrego- El que la lleva la entiende y yo soy hornero, aquí en el puente Alvear, aquí mismo, pero está difícil, no consigo gente para trabajar, antes había muchos ahora nadie quiere cortar adobe.- Me pico la curiosidad y pregunte cuanto valían los mil de ladrillos – 1200 pesos señor, puesto arriba del camión, yo se lo cargo y si arreglamos también se lo descargo- como que se le salto el CD , hizo una pausa y arranco- Fui camionero, trabaje en la fruta, en Alicura, en Yaciretá, en Piedra del Águila como maquinista, siempre trabaje- ; hizo una pausa y agrego- Pero ahora no se consigue quien trabaje y eso que yo le doy la comida, pero no se consigue, nadie quiere trabajar.-
Ya estábamos llegando a la ruta 14 y le dije, mire amigo, yo voy hasta el Km. 248, no sé dónde quiere bajarse, para que le quede mejor el enganche, afino la voz y me dijo- ¿En el 248???, allí cargaba combustible para mi patrón, don Peralta que ya falleció; Pauso de nuevo y arranco con una tos cortita y repetitiva, como una motoneta puma cuarta serie fundida, ¿Y “uste quien e?” ;Ladeando el cuerpo, recostando la espada sobre la ventanilla y tratando de buscar mejor foco para escuchar la respuesta, del mismo modo que él me había expresado su apellido dije – Saliva , S A, L, I, V (corta), A- ; Le apareció una sonrisa de oreja a oreja –¿“Uste” e` el Mandy Saldivar – Saliva, corregí; - Si! , si ¡ Saldivar, yo lo conozco a “uste”, siempre lo veía en la playa de la YPF cuando cargaba para mi patrón, don Peralta que ya falleció.
Estábamos llegando a la caminera sobre la ruta 14, y le sugerí que se bajara allí, que le sería más fácil que alguien lo levantara. – NO, NO, NO, lléveme hasta la CHELL (es Shell pero el lo pronuncio así),- Así que el Mandy Saldivar … mira vos..- SALIVA corregí, - SI!, SI!, Si! Saldivar,….Yo NUNCA vote por “uste”!.- Me subió un cosquilleo desde lo más profundo y me reí de buena gana. – No se enoje, pero a cada uno lo suyo!- ;Yo no podía salir de mi asombro, cuando agrego;- Lo que es, es y lo que no , no! , ya para esta altura mi confusión era importante, al instante me pregunto; -¿Lo conoce al Cholo Aguilar?; -Si , lo conozco- Respondi ; -Bueno yo trabaje con él en la parrilla-; - Ahhh, mira vos, así que en la parrilla y sos buen asador, indague; Me tiro una risita corta, -Asador!!; Lo que quiera…hasta tallarines hago!--, no me atreví preguntar si los tallarines los hacia a la parrilla, ya estábamos llegando a la Shell, aminore la marcha, me detuve, abrió la puerta bajo su bolso, lo dejo en el piso, con la mano izquierda levanto la visera de la gorra, me extendió la derecha y nos dimos la mano, Me dijo – Que grande!, el Mandy Saldivar!, -Saliva, ya resignado dije yo; - Ya sabe mi amigo cuando quiera ladrillo pregunte, por mi le “via hace” precio, que Dios lo bendiga y mucha suerte-; -Gracias! Juan Domingo que consiga rápido quien lo lleve.- Cerro la puerta, retome la marcha y nunca me contesto si era peronista.
Paso el tiempo y hace unos días nos volvimos a encontrar en una reunión barrial, nos estrechamos la mano, me dijo -Don Mandy Saldivar ! Se acuerda de mí?; -Si por supuesto, Juan Domingo, todavía no me contestaste si eras peronista,- Siiii por supuesto que lo soy !!!, me dijo con una amplia sonrisa, -Pero esta vez sí me convence lo via a votar, porque es necesario un cambio-

lunes, 13 de abril de 2015

CASO NISMAN.

Han pasado casi tres meses desde que Nisman fue hallado con un balazo en la cabeza en su departamento de Puerto Madero, cuatro días después de denunciar a la presidente Cristina Kirchner, al canciller Héctor Timerman y al legislador Andrés Larroque, entre otros, por encubrir la investigación del atentado a la AMIA. Tres meses es mucho tiempo parahaber descubierto nada y no tener a mano siquiera una línea de investigación confiable. 
A la investigación que lleva adelante la fiscal Viviana Fein, ratificada al frente de la causa por la juez Fabiana Palmaghini, le falta por saber todo: en principio si se trató de un suicidio o de un asesinato. Luego, de qué manera murió Nisman. Y, en especial, algo que deberá establecer con una certeza irrefutable, cuándo y a qué hora murió el fiscal. También deberá hallar, o presumir, los móviles del suicidio, si lo hubo, o del asesinato, si lo fue. Y, lo que también parece ser vital, si la muerte de Nisman estuvo o no ligada a su labor profesional, la investigación de la causa AMIA y la denuncia contra la Presidente. Aunque parezca tonto decirlo, y tal vez lo sea, la única certeza que tienen hoy los investigadores es que Nisman está muerto.
Hay que viajar en los anales de la criminología argentina, que son amplios y generosos, para hallar algún otro caso de resolución tan árida, morosa e improbable. Todavía no hay siquiera certezas sobre cuál fue la trayectoria de la bala que mató al fiscal. Nadie duda de los afanes, las buenas intenciones y la honestidad de los investigadores. Sólo que, en este caso, no parecen ser suficientes para aspirar a la verdad.
Las deudas de la investigación son muchas. Y variadas. La hora y día de la muerte de Nisman es, tal vez, la central. Porque involucra de alguna manera al único imputado en la causa, el técnico informático Diego Lagomarsino, que lo está por haber facilitado a Nisman el arma de la que salió la bala que lo mató.
Los peritos de la ex mujer de Nisman, la juez Sandra Arroyo Salgado, establecieron un horario de muerte del fiscal que pone a Lagomarsino en la escena del crimen. Sin decirlo en forma taxativa, aunque lo sugirió de modo tácito, la revelación de la existencia de una cuenta compartida con el fiscal ubica a Lagomarsino, con un hipotético móvil, en la lista de sospechosos de asesinato, lista en la que lo colocó de modo imprudente la propia Presidente a horas de la muerte de Nisman. La casa de Lagomarsino fue allanada y se hicieron pericias sobre sus computadoras y sus ropas más de dos meses después del asesinato. Los investigadores deben resolver no sólo el horario de muerte de Nisman, sino que deben revelar por fin el resultado de esas pericias para decidir, luego, si acusan a Lagomarsino o le piden disculpas, pero en todo caso le evitan la incómoda existencia de un sospechoso permanente.
Si la investigación dictamina que el de Nisman fue un suicidio, también deberá explicar cómo fue que el barrido electrónico no dio rastros de pólvora en las manos del cadáver.
También es imprescindible que la fiscalía esclarezca qué sucedió en el departamento del fiscal la noche del hallazgo de su cadáver. Por qué, horas antes, sus custodios actuaron de modo tan errático y falto de profesionalismo para con un hombre que, sabían, estaba amenazado de muerte?.
Es preciso que la investigación determine cómo, cuándo y de qué forma fue movido el cuerpo inerte del fiscal, como afirma la querella. Se trata de una ecuación muy simple: si Nisman fue movido, agonizante o ya muerto, hay uno o más asesinos y la hipótesis del suicidio queda descartada. En cambio si fue movido en otro momento y por otra persona, la responsabilidad recae sobre quienes mancillaron la escena del crimen ni bien fue hallado el cadáver. ¿Es tan difícil establecer un hecho que, a simple vista, parece tan sencillo y no ha sido posible determinar en tres meses?
¿Cuál fue el rol del secretario de Seguridad, Sergio Berni, la noche del domingo 18 de enero? ¿Qué pasó en el departamento de Nisman durante las tres horas que van desde el hallazgo del cadáver hasta la llegada de la fiscal Fein?, lapso en el que deambularon por el piso además de su madre y otro familiar, los custodios de Nisman y miembros de las fuerzas de seguridad, todas dependientes de Berni. En un territorio de incertezas donde todas son sospechas, Berni en suma era un representante del Poder Ejecutivo al que Nisman había acusado días antes. Y lo que el funcionario dijo haber visto esa noche, está en abierta contradicción con las fotos que se conocieron de la escena del crimen.
También hay cierto desfase entre las afirmaciones de la fiscal Fein, que asegura que esa noche todo el mundo, o casi todo el mundo, actuaron con guantes en la escena del crimen, cuando las fotos sólo muestran con guantes al operador de video de la Policía.
Durante esas tres horas blancas en las que el cadáver de Nisman estuvo a su suerte, rodeado de extraños y sin autoridad judicial competente, al menos una ambulancia del SAME, llamada a las 22.45, minutos después del hallazgo del cadáver, fue devuelta ¿por quién?, y sus servicios rechazados, ¿por qué?
A lo largo de estos meses, las computadoras, Ipad y celulares de Nisman se transformaron en secreto de Estado, a pedido de su ex mujer. Era imprescindible conocer, al menos a través de sus aparatos electrónicos y aún en forma parcial, cómo fueron las últimas horas del fiscal y cuáles sus últimos actos. Arroyo Salgado pidió suspender esas pericias en salvaguarda de la intimidad del fiscal y de la de sus hijas menores. Sólo existe, hasta ayer, un informe preliminar de los celulares de Nisman. Está a disposición exclusiva de la juez Palmaghini, sólo para sus ojos y para echar más luz sobre el caso una vez que resuelva qué es privado y qué es de relevancia para la investigación. Menuda tarea le esperar que le llevará meses.
Este es uno de esos raros momentos del país, raros pero cada vez más frecuentes, en los que el desvelo del Poder Judicial por resolver un caso se da de narices con la intuición de la gente, que sólo avizora brumas y oscuridad.
Si los aforismos legales son ciertos y, como se dice a menudo, a cada hora que pasa la verdad se aleja, en este caso la verdad, jurídica y real, adquirió ya la calidad de inalcanzable.
No nos olvidemos de Nisman...!

Carlos Alberto Espiño
C.A.B.A., Abril 13 del 2015 

sábado, 11 de abril de 2015

MURIÓ UN SOLDADO … MUY BUENA LA REFLEXIÓN DE MARIO CAROTTI - EX CADETE DEL LMGSM QUE VIVE EN LOS EEUU.

PARA DESMEMORIADOS Y JOVENES QUE LES VENDEN OTRA HISTORIA Y NO LA QUE LOS MAS VETERANOS VIVIMOS, LO DICE UN CIVIL

Me patea el hígado la  cobarde hipocresía de un pueblo que repudia  a sus  soldados.

Comienzo afirmando que no creo que Jorge Rafael Videla haya sido inocente. Habrá merecido  ir a la cárcel, como muchos de los que hoy están en el gobierno. Seguramente  hubiera  aceptado ese destino,  como aceptó tantos  otros siendo soldado. Pero no merecía el desprecio y la  mentira.  Lo digo de nuevo, con todas la letras:  HIPOCRESIA.  La hipocresía de quien se esconde, de quien se  avergüenza, de quien quisiera olvidar lo que hizo. No me refiero a  lo que hizo Videla, sino a lo que hizo esta sociedad. Porque a Videla lo pidieron. Por mas que traten, frenéticamente, de  reescribir la historia, usar las aulas, el cine, los libros, todo lo  que tengan a mano.., conmigo no funciona.

Yo  estaba ahí y tengo  memoria. Y no me refiero a la memoria de  los  obreros, líderes sindicales, soldados, chicos, adolescentes, policías, estudiantes y empresarios  asesinados  por la subversión, sino a la memoria de haber visto  a una sociedad entera pidiendo que  alguien los rescatara  del baño de sangre "liberador" al que nos  sometían aquellos jóvenes  idealistas.

No hay  Pacho O'Donell, Beatriz Sarlo, Forster o Feinmann que puedan convencerme de lo contrario, porque por más prosa y filosofía que  le metan, yo la vi a nuestra Presidente  firmando el decreto  que pedía aniquilación, con la aprobación de aquel parlamento,  peronistas y no peronistas.
 Y TODOS éramos bien  conscientes  de lo que significaba "aniquilación  en aquellos años de fuego. No no se hagan los boludos, que son patéticos.
Que  venga uno de aquellos hoy, a mirarme a los ojos  y a decirme que no entendía lo que estaba  pasando y lo que iba a pasar.

 Yo lo vi a  Balbín diciendo que ya no era hora de votos sino de botas. Lo leí en las revistas, lo escuche por la radio, lo leí en  las editoriales de losdiarios ( todos, no solo La Nación )  También en el diario de Timerman y su hijo, el que hoy es  canciller.
Era el clamor de  la calle. Y no solo en Barrio Norte (  a Barrio Norte llegue bien más tarde, mi infancia y mi adolescencia son de Villa Martelli y Munro.


 Videla no fue un  general al mando de un  ejército extranjero de  ocupación, ni esto fue la Francia de 1939. Videla era bien  argentino y nuestro, y  vino con los suyos a  hacer el trabajo que todos les pedimos. El problema es que hoy no  tenemos los “ huevos” para reconocerlo.
Lo enterraron en vida en  Marcos Paz  para que no nos recuerde como  somos.  Para no tener que mirarnos en  el espejo.

Hoy se habla del 24 de marzo de 1976  como de un día terrible pero en el fondo, lo que  esta sociedad más  quisiera olvidar de aquel 24 de marzo  es el suspiro de alivio, la sensación de esperanza, el sentimiento generalizado de que llegaba  la salvación. Yo estaba allí, y lo recuerdo  perfectamente.


Tal vez Videla mereció ir a  la cárcel. Como soldado, tuvo la responsabilidad del mando  y  del  comando, y debió pagar por los crímenes de  aquellos años. Le tocó pelear una guerra y la peleó, e hizo lo que  se esperaba de todo soldado: ganarla. Esa fue su  tragedia y la tragedia de este pueblo.

Pero por favor, no me mientan. Ni  siquiera lo intenten. Yo no tengo problemas  en mirar al pasado y  reconocer  como fuimos. Se ve que para la mayoría, ese es un ejercicio insoportable. Pobre Argentina, un pueblo  que desprecia a sus soldados no merece  tenerlos. Mario
PS: Y por favor no me vengan con que había que juzgarlos y meterlos en la  cárcel.

En primer lugar, esto era una  guerra, y  pregúntenles  por ejemplo a los norteamericanos, que entienden bien cómo  es esto de ganar  guerras, de los drones y de Guantánamo (por no  mencionar a los dark sites) que se hace con un combatiente enemigo. En segundo lugar, juzgarlos y meterlos en la cárcel es exactamente lo  que se había logrado hacia 1973, y lo primero que hizo  Cámpora fue dejarlos sueltos a todos.
Lanusse convenció a los suyos   que  ese era un sacrificio aceptable, si conducía  hacia la pacificación. Seis meses después esto era un baño de sangre a manos de los indultados de 1973. El resto  es  tragedia conocida. Uso el  término "tragedia" en su  sentido  griego, la épica de los hombres sometidos  a un  destino  inescapable, en manos de dioses  que los conducen  invisiblemente.                                                                               ---x--- No me queda claro quién escribió esto.
           De  cualquier manera, ¡cuánto me  satisface saber que hay alguien que piensa  como yo y  sin miedos ni complejos!   

Yo también viví de adulto aquellos años, perturbados por el  comunismo internacional ( Fidel  mediante ), por  los ideólogos marxistas de cabotaje y por Perón ( maestro de la  perversidad ) que fueron manchados con sangre de  inocentes no  precisamente de los “jóvenes idealistas”.
Estos no fueron inocentes,  quizás sí idiotas útiles si sirve de consuelo a alguien.

Recuerdo  exactamente lo que aquí se  describe.  Tengo experiencias personales que ví  desde muy cerca y  odié profundamente a los expertos de esa “epopeya” trágica  y berreta que se entretenían  amasando revoluciones y buscando a  tiros al “hombre nuevo” inventado por  nuestro asesino  compatriota; el Che.   

El  resultado de esa gesta está a la vista.  Tenemos  más pobres, más miseria, más droga y más vagos que hace 50 años. Hemos descendido al fondo de la escala de las naciones y  sólo sobresalimos en corrupción y delincuencia de  todo tipo.                                              

Sólo la mayoría de un pueblo “hipócrita y amnésico”  como el nuestro puede haber digerido  durante  décadas y avalado las verdades distorsionadas y las mentiras que  nuestros gobernantes de la democracia fogonearon desde el peronismo  oportunista, incapaz y  corrupto, respecto a esta guerra  desgraciada  como todas ( no genocidio)

 El resto de los polítcos fue cómplice de la patraña por acción u omisión.     Suscribo cada letra y la ratifico.  Podría  ampliar la nota pero creo que no vale la pena.

Pocos estarán de acuerdo con ella y a muchos  les faltará  tiempo para borrar el mail, temiendo represalias de la basofia gobernante.

viernes, 10 de abril de 2015

Mentirás tus muertos.

                                                   

30.000 desaparecidos ¿realidad o mito?

¿Por qué hay quienes afirman que en la Argentina, en los años ’70, el Estado hizo desaparecer a 30.000 personas, mientras en los registros oficiales, a casi  cuarenta años de los hechos, apenas se conoce el nombre y apellido de menos de la tercera parte de esa cifra? ¿Por qué razón no se divulga la identidad de más de 21.000 víctimas?
Estos interrogantes originaron la investigación hoy convertida en libro. A partir de ellos, fue necesario familiarizarse con los listados oficiales de “víctimas del Estado” -informes CONADEP 1984 y Secretaría de DDHH 2006-, para poder indagar sobre la suerte de algunas de las personas registradas en ellos.
Esos listados se confrontaron, invariablemente, con fuentes de innegable simpatía por las guerrillas que actuaron en la Argentina en los ’70 -cuando no con las propias publicaciones de ERP y Montoneros- y del cotejo surgieron divergencias manifiestas. Efectivamente, en una llamativa cantidad de casos, los informes gubernamentales difieren por completo de las otras versiones.
Profundizar, documentar, ordenar los datos obtenidos y al mismo tiempo, tratar de hallar explicación para estas notables diferencias fue, a partir de entonces, el motor de la investigación.
Libro "Nunca más" Edición de 1984En nuestro país existen dos listados oficiales de “víctimas del Estado”. Uno, de 1984, publicado por la CONADEP (Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas) durante el gobierno de Raúl Alfonsín. El otro, elaborado durante el gobierno de Néstor Kirchner, por la Secretaría de Derechos Humanos -veintidós años después (2006)-, que según su prólogo “revisó, corrigió, amplió y actualizó” el Informe de 1984. 
Otro dato relevante es que, desde 1983 y hasta 2011, nunca por más de veintiocho años, se interrumpió la posibilidad de denunciar ante la Secretaría de Derechos Humanos, la desaparición o muerte de una persona a manos del Estado en los años ‘70. En el Informe de 1984, cuya elaboración llevó casi un año, son denunciadas como desaparecidas 8.961 personas, mientras que en el Informe de 2006, transcurridos más de veinte años durante los cuales se pudieron receptar nuevas denuncias, esa cifra disminuyó a 7.089. Sin embargo, fueron agregados 1.279 muertos; con lo que, según el gobierno de los Kirchner, las víctimas globales del Estado en los años ‘70 suman 8.368 personas; lejos de las 30.000 víctimas invocadas. 
En este último Informe, todas ellas son registradas como “víctimas del accionar represivo ilegal del Estado”, desde 1969 hasta 1983; es decir, mientras transcurrían sucesivamente, los gobiernos de Juan Carlos Onganía, Roberto Marcelo Levingston, Alejandro Lanusse, Héctor Cámpora, Raúl Lastiri, Juan Perón, Isabel Perón, Jorge Rafael Videla, Roberto Viola, Leopoldo Fortunato Galtieri y Reynaldo Bignone.
De la confrontación entre el documento oficial de 2006 y las fuentes documentales antes referidas, surgieron los nueve capítulos que componen este libro. Cada uno de ellos analiza y ejemplifica los distintos “tipos de irregularidades” que pueden encontrarse en este último listado oficial de “víctimas del Estado”.
Marcha por los 30000 desaparecidos exigimos juicio y castigo a todos los culpablesSe inician con la novelización de uno de los hechos reales investigados. No todos conocieron aquellos años de plomo y su clima; no todos los que los vivieron recuerdan. Por ese motivo, la novelización se incorpora con la finalidad de traer aquellos días al presente. En cada capítulo, a su vez, se encuentra la prueba documental de los casos allí agrupados que muestra las contradicciones de la historia con el Informe oficial. 
En el primero, “Los aparecidos”, se analiza la llamativa circunstancia de que al Informe de 2006 le “faltan” más de 2500 víctimas que estaban registradas como desaparecidos en el Informe de 1984; o inversamente, al Informe de 1984 le “sobran” más de 2500 víctimas o desaparecidos, comparándolo con el de 2006.
Ataque terrorista al regimiento de Monte ChingoloEl capítulo siguiente, “¿Represión ilegal?”, presenta casos de guerrilleros que, durante un gobierno constitucional -integrando organizaciones declaradas ilegales por dicho gobierno-, fueron abatidos en enfrentamientos con fuerzas legales y sin embargo, en el Informe 2006, la Secretaría de DDHH los registró como “víctimas del accionar represivo ilegal del Estado”.
En el tercer capítulo, “¿Quién los mató?”, se consideran varios casos de personas que murieron a manos de las organizaciones guerrilleras, pero cuya responsabilidad el Informe 2006 adjudica al Estado.
El siguiente capítulo, “La orden era matarse”, considera los ejemplos de aquellos integrantes de las guerrillas que decidieron suicidarse, cumpliendo directivas expresas de sus organizaciones y por cuyas muertes, sin embargo, el Informe 2006 también responsabiliza al Estado. 
En el capítulo cinco, “En otros frentes”, son presentados varios de los casos en que el Informe 2006 adjudica al Estado argentino las muertes de determinadas personas que en realidad, sucedieron en otros países, causadas por agentes estatales de esos países y por acciones desarrolladas por aquellas personas fuera de nuestro territorio. 
El sexto capítulo, ¿Adónde están?, expone casos de personas incluidas como desaparecidas en el Informe 2006, a pesar de que el Estado en su momento, anunció públicamente su muerte en combate; sus familiares conocieron tal circunstancia y hasta dieron sepultura a sus restos mortales.
El séptimo capítulo, “¿Quién los ocultó?”, describe casos de integrantes de las guerrillas que al morir fueron enterrados clandestinamente o incinerados sus cuerpos por sus propias organizaciones, pero cuya desaparición el Informe 2006 atribuye al Estado.
En el capítulo octavo, ¿”Que falló?”, se consideran casos de integrantes de las guerrillas que murieron por impericia en el manejo de explosivos o armamento que manipulaban y sin embargo, el Informe 2006 vuelve a responsabilizar de su muerte al Estado.
En el último capítulo, “Cualquiera”, se describen, entre otros, casos de personas que figuran en el Informe 2006 como desaparecidas pero que están vivas; de otras también registradas como desaparecidas pero que fallecieron por causas naturales y en libertad; de desaparecidos mellizos; de desaparecidos registrados como tales pero que fueron víctimas de delincuentes comunes y de los cuales, además, se conoce el destino de su cuerpo.

La historia de aquellos años no está completa. Hay datos inexactos, faltan o se tergiversan víctimas reales o supuestas, sobran falsedades, se sospechan oscuras maniobras políticas y económicas que no han terminado todavía de mostrar su verdadero rostro. El asunto es doloroso y es una herida grave en el cuerpo de la Argentina. Estas páginas quieren ser un aporte que permita iniciar un camino que los argentinos tenemos que transitar con coraje, honestidad y lucidez si no queremos vivir respirando mentiras y repetir errores del pasado.