martes, 31 de julio de 2012

Lección dejada por "La Nueva Coca Cola".


Misa Tridentina y Coca Cola


¿El Novus Ordo falto de sabor católico?




Bill Cosby en un comercial sobre la Nueva y efímera Coca Cola '85


Acabamos de ver este interesante escrito publicado en "The Remnant", periódico católico estadounidense fundado en 1967.
Sin más comentarios recomendamos su lectura según nuestra traducción:



Por Mons. James T. Byrnes, PhD

Casi 30 años atrás, en Abril de 1985, Coca Cola Company anunció su plan de cambiar la fórmula del "refresco más popular del mundo"; lo cual se hacía, como contó después la empresa, porque Coca estaba perdiendo posiciones frente a Pepsi en el mercado mundial, y con el objeto de hacerla más atractiva para el gusto moderno (por lo tanto, más rentable). La decisión implicó cambiar la fórmula de su producto estrella, luego de 99 años de éxito.

Hay que aclarar que el cambio se hizo tomando ciertas providencias. Se realizaron pruebas de sabor a 200.000 consumidores que se definían a sí mismos como "tomadores de Coca". Mientras muchas de estas pruebas dieron resultados positivos, entre un 10 y un 12 % de los "tomadores de Coca" dijeron que no comprarían el nuevo producto, para el caso de que reemplazara al tradicional.
Siguiendo el resultado positivo de la prueba, Coca Cola siguió adelante con lo planeado y efectuó el cambio.  En ese momento, no había nadie en la compañía que pudiera predecir lo que iba a pasar en los próximos 79 días.

La gente llamó a la empresa a un ritmo tres veces mayor que el normal, para manifestar su indignación por la alteración de la fórmula tradicional. Algunos incluso comenzaron a acaparar envases de la "vieja" Coca en sus hogares. Llegaron cartas al Edificio Central de Coca Cola que insultaban a los directivos que habían aprobado tan tonta idea. ¡Y esto antes de que el nuevo producto hubiera sido comercializado fuera de los Estados Unidos!

Es interesante puntualizar lo que Coca Cola piensa ahora de aquella situación, y qué es lo que no se tuvo en cuenta: "la legendaria fórmula secreta de la Coca, fue cambiada por otra que había sido la preferida en las pruebas de degustación realizadas a cerca de 200.000 consumidores. Lo que estas pruebas no mostraron, por supuesto, es el vínculo que sentían los consumidores con su Coca Cola, algo que no deseaban ver manipulado por nadie, ni siquiera por la empresa que la fabricaba".

Luego de estos movidos 79 días, Coca Cola anunció que continuaría fabricando la versión tradicional. La gente había hablado y los gerentes escuchado. Se continuaría vendiendo la nueva fórmula bajo el nombre de "New Coke", mientras la fórmula tradicional sería llamada "Coke Classic". Sin embargo, a principios de los años 90 la "Nueva Coca Cola" fue retirada del mercado, y la "Coca Cola Clásica" volvió a ser llamada simple y llanamente "Coca Cola".

Dignas de mención son las lecciones que Coca Cola dijo haber aprendido de este fracaso: "Los acontecimientos de la Primavera y del Verano de 1985 -las lumbreras de la mayor metedura de pata del marketing del siglo XX, el acaparamiento de la vieja Coca por parte de los consumidores, las llamadas de protestas de miles de personas- cambiaron para siempre el pensamiento de la empresa". Como mencionamos arriba, sus directivos recibieron el mensaje y lo recordarían por largo tiempo.

Otro punto interesante son los comentarios realizados por los adictos a la vieja Coca Cola. Según la misma empresa "Grupos de protesta, como la Sociedad para la Conservación del Verdadero Sabor y Bebedores Americanos de la Vieja Coca Cola (que se arrogaba haber conseguido el apoyo de 100.000 personas a su campaña), surgieron por todo el país. Se escribieron canciones en honor al viejo sabor. En una protesta realizada en el centro de Atlanta en Mayo del 85, se vieron carteles con leyendas como: "Queremos el verdadero sabor" y "Nuestros hijos nunca conocerán un refresco"" .

Hoy día, aunque en la compañía traten de darle una interpretación diferente, casi todo el mundo está de acuerdo en que éste probablemente haya sido el mayor fiasco en la historia de la empresa y del márketing.
Mientra Coca Cola sostiene que cambiar la fórmula fue un "riesgo inteligente", la mayoría acuerda que si bien fue un riesgo, estuvo lejos de ser inteligente. Es también más que probable que la empresa nunca vuelva a tomar un riesgo como ese.

Como en este punto es probable que estén pensando por qué les cuento este acontecimiento de la historia empresarial norteamericana, voy a ir al grano. Las similitudes entre los pensamientos y las acciones de la empresa Coca Cola en aquellos meses de 1985, tienen una semejanza que asusta con el cambio ocurrido en la práctica litúrgica de la Iglesia luego del Concilio Vaticano II.

Como es sabido, luego del Concilio, un grupo de expertos fue llamado a implementar el Decreto sobre la Sagrada Liturgia (Sacrosanctum Concilium). Este grupo, denominado Concilium (ad exsequendam Constitutionem de Sacra Liturgia), tomó la Liturgia de la Iglesia que había permanecido sustancialmente invariable por cerca de 1500 años, y desarrolló un nuevo producto (el Novus Ordo Missæ o Misa Nueva), el cual creían se ajustaría mejor al gusto del hombre moderno.

Hicieron algunas "pruebas de sabor" encontrando que a muchos de los integrantes de los grupos de prueba les agradaba, aunque a un número bastante significativo no. De todas formas, siguieron adelante con el cambio e introdujeron, bajo la autoridad del Papa Pablo VI, la Nueva Misa en el Adviento de 1969; removiendo con eficacia el "viejo" producto de los anaqueles (aunque el Papa Benedicto XVI nos ha recordado que la Misa antigua nunca ha sido abrogada).
La introducción de la Nueva Misa fue seguida por una ola de protestas proveniente de muchos sectores, mientras muchos católicos se preguntaban por qué el cambio.

Y aquí es donde, lamentablemente, las similitudes entre la Coca Cola y la Iglesia Católica llegan a su fin. Mientras la empresa se dio cuenta de que se había ido demasiado lejos al reemplazar la venerada fórmula tradicional, la Iglesia Católica Romana (al menos en las palabras y las obras de la mayoría de su jerarquía y presbiterio) sólo ignora o trata de reprimir a los que claman por la Misa Tradicional. Gente que frecuentemente ha sido ridiculizada por hacer comentarios similares a los de los que protestaban por la Coca Cola: "Queremos el verdadero sabor", "Nuestros hijos no conocerán el refresco".

Durante los últimos 40 años no han disminuido las protestas, pero tampoco ha disminuido el ridículo y la opresión de que son objeto los que buscan la Misa Tradicional (no obstante la Summorum Pontificum del Papa Benedicto XVI).
Esto sería comprensible si la Nueva Misa hubiera logrado lo que fue llamada a hacer, a saber: incrementar la devoción y la fe, y hacer ésta más clara para el católico actual.
Desgraciadamente ha ocurrido lo contrario: el número de católicos que asisten a la Nueva Misa ha disminuido de manera constante, al igual que las vocaciones al sacerdocio y a la vida religiosa, por no mencionar la disminución del conocimiento que de la fe tiene una amplia mayoría de los católicos que todavía asisten a la Misa dominical.

¿No les parece que, al confrontarse con estos hechos, la jerarquía de la Iglesia debería cuestionar el valor de "la nueva fórmula", y comenzar a preguntarse si este experimento no ha sido un fracaso en todos los niveles?
En su lugar, se nos dice constantemente que el problema no es del producto, sino más bien de la forma como se lo comercializa o como se lo consume (haciendo una analogía empresarial).
En términos más eclesiásticos, se nos dice que el problema no es el Novus Ordo Missæ sino de la mala forma en que fue implementado durante los años 70; o que aquellos que habitualmente hacen caso omiso de sus rúbricas, son los culpables de que no haya logrado los frutos que de él se esperaban. Se nos dice hasta el cansancio que de ninguna manera el Novus Ordo pueda ser el causante de todo esto.

Por favor, no me malentiendan, así como la "Nueva Coca" era Coca como la "Clásica", la Misa Nueva es Misa, válida y legítima, pero al igual que en la "Nueva Coca", hay algo que se ha perdido de la fórmula tradicional, y ese algo no puede ser ignorado, y es deseado por muchos que han "probado" la fórmula tradicional.

Sólo 79 días les llevó a los ejecutivos de Coca Cola darse cuenta de que habían cometido un error, y eso antes de que hubiera una declinación apreciable en sus ventas o en la participación en el mercado.
¿Por qué, oh por qué, la jerarquía de la Iglesia Católica, luego de 40 años de ver declinar sus números en casi todas las categoría mensurables, y de aparecer, al menos en los Estados Unidos, más y más como una empresa, no comienza a preguntarse si el problema no estará en el producto más que en el consumidor?

Mons. James T. Byrnes pertenece al clero secular de la Arquidiócesis de New York

lunes, 30 de julio de 2012

Cri$tina:La verborragia compulsiva y mendaz se le ha vuelto hábito.


POLÍTICA BASTARDA
  
Por avanzada que esté la guerra semántica, disolviendo y tergiversando el valioso patrimonio de los significados esenciales, todavía nuestra lengua permite llamar degenerada a la persona de condición mental y moral anormal o depravada, a la que suelen acompañar por lo común algunos peculiares estigmas físicos.
  
A la vista de lo que dice y obra la presidenta; y más aún, de cómo ejecuta sus decires y obrares, no encontramos ya un término más calibrado que el que acabamos de proferir para diagnosticar el mal que la envuelve.
  
La verborragia compulsiva y mendaz se le ha vuelto hábito; el exhibicionismo de su talante mandón, rodeada de obsecuentes, lo tiene como rutina; las prácticas del rencor ostensible y de las venganzas personales son cada vez más reiteradas; el cinismo de su logomaquia, la crueldad con sus adversarios, el destrato con sus sirvientes o el monotematismo de sus autoreferenciales elogios, constituyen su fisonomía ordinaria. Ha perdido completamente el sentido del ridículo, y casi hasta el del decoro. Las alteraciones intempestivas del humor la acompañan de manera visible, constituyendo el penoso caso clínico que la psiquiatría suele denominar trastornos del afecto. Maníaca y furiosa, victimaria y victimizada a la vez, llorosa y riente, melodramática y chacotera de baja estofa, incurre de continuo en lo que los lógicos llaman falacias y los sufridos psicólogos fuga de ideas, propia de los pacientes con furores y tirrias desbordados. Confundiendo lo privado con lo público y lo partidocrático con lo estatal, resulta cada vez más el monigote que la remeda televisivamente, que ella misma. Y para que el cuadro degenerativo sea completo, el propio esquema corporal —que tanto dice cuidar— ha comenzado a dar señales inevitables del morbo que la domina y aturde. De resultas, y a fuer de zafiedad cuanto de ausencia absoluta de toda gravitas, su figura se aleja más de la propia de una señora, para recordar la faccia bruta de su difunto esposo.
  
Ejemplos de políticas degeneraciones se acumulan a granel. ¿Cómo no habría de llamarse de este modo al uso de las oficinas recaudadoras estatales para castigar a quienes testimonian el descalabro; o la grotesca operación destituyente de ese infeliz felpudo que gobierna la provincia de Buenos Aires; o la convalidación del torvo clan sionista que desfalca Tucumán; o la amenaza con la prisión a aquellos sindicalistas que hasta ayer les llenaron las urnas de papeletas roñosas, y que de ser culpables deberían compartir juntos las mismas rejas; o el recurso a los matones morenianos para disciplinar las operaciones comerciales; o las escandalosas conductas de jueces prostibularios y sodomitas que fallan a favor del gobierno; o la manipulación de la cadena nacional para felicitar a una quinceañera maleducada, desautorizar públicamente a la directora de su colegio o zaherir a un abuelo, cual si fuera el enemigo del pueblo, por comprar un puñado insignificante de dólares?
  
Pero un caso singularmente significativo probará la naturaleza cabal de la degeneración que protestamos. Un día de la primera semana de julio, Cristina recibió gozosa y exultante a un haz de personajes prostibularios, a quienes en virtud de las recientes leyes por ella impulsadas se les concedió la nueva “identidad” sexual, elegida caprichosamente acorde con sus desvíos contra natura. La degenerada dejó explícitamente en claro la felicidad que tal acto le causaba, prodigándose en ternezas para con aquellos seres tenebrosos, tenidos ahora por paradigmas. Al día siguiente, empero, con ocasión de recibir a Monseñor Oscar Ojea, completó el gesto ultrajante del Plan Divino.  Conversando con el prelado llamó “hermosísimo acto por la igualdad” al que había festejado el día anterior con aquellos mutantes aborrecibles; se atrevió a asegurar la conformidad de Dios ante tamaño pecado, y en el colmo del meditado desquicio le dijo al obispo: “menos mal que no estuvo ayer, si no me excomulgaba”.
  
Prescindiendo ahora del repudio que deban merecernos estos pastores cobardes, temblorosos ante la tiranía, cómplices por debilidad y omisión de sus graves desmanes, e incapaces de bajar el báculo punitivo contra las testas de los infames, la frase cristínica revela cuánta y cuán clara conciencia tiene del castigo eclesiástico que le correspondería por profanar sistemáticamente el Decálogo, combatiendo con odio y a sabiendas contra el Orden Natural y el Sobrenatural. Prueba inequívoca de que no hay atenuantes en su perfidia, sino el agravante infausto de quien actúa con pleno conocimiento de que se está apartando voluntariamente de la Barca, burlándose del timor Domini y desafiando la merecida excomunión. La sordidez de esta política anticatólica llegaba así a su vértice más repugnante y atroz.
  
Seguiremos en batalla contra la despótica degenerada y su séquito, sin importarnos la desproporción de fuerzas. Porque hay algo que nos amedrenta muchísimo más que las consecuencias que puedan seguirse de esta posición irreductible y frontal, y es el acostumbrarnos a tener por patria un cubil.
  
Opongamos a los degenerados el antídoto valiente y efectivo de la regeneración. “No sacrificaré”, decían escueta y enérgicamente los primeros mártires, cuando eran obligados bajo tormentos a rendir culto a las falsas deidades.
  
No ceses en tal empeño, compatriota. No sacrifiques en el altar de estos protervos. No claudiques ni te fatigues en la marcha. La Cruz y la Bandera son tus báculos firmes, y si el horizonte que pisas es la tierra agrietada, el norte sigue siendo el Cielo que no sabe de fisuras, intacto en su lumínica grandeza. Hazte de plata y espejea el oro que se da en las alturas, y verdaderamente serás un argentino.
  
Antonio Caponnetto
  

LOS BANCOS Y EL DINERO SEGUN SABATO.


Red Patriotica Argentina 



 LOS BANCOS Y EL DINERO SEGUN SABATO

El silencio y la soledad tenían esa impresionante vigencia que tienen siempre de noche en el barrio de los Bancos. Barrio mucho más silencioso y solitario, de noche, que cualquier otro; probablemente por contraste, por el violento ajetreo de esas calles durante el día; por el ruido, la inenarrable confusión, el apuro, la inmensa multitud que allí se agita durante las horas de Oficina. Pero también, casi con certeza, por la soledad sagrada que reina en esos lugares cuando el Dinero descansa.
 Una vez que los últimos empleados y gerentes se han retirado, cuando se ha terminado con esa tarea agotadora y descabellada en que un pobre diablo que gana cinco mil pesos por mes maneja cinco millones, y en que verdaderas multitudes depositan con infinitas precauciones pedazos de papel con propiedades mágicas que otras multitudes retiran de otras ventanillas con precauciones inversas. Proceso todo fantasmal y mágico pues, aunque ellos, los creyentes, se creen personas realistas y prácticas, aceptan ese papelucho sucio donde, con mucha atención, se puede descifrar una especie de promesa absurda, en virtud de la cual un señor que ni siquiera firma con su propia mano se compromete, en nombre del Estado, a dar no sé qué cosa al creyente a cambio del papelucho. Y lo curioso es que a este individuo le basta con la promesa, pues nadie, que yo sepa, jamás ha reclamado que se cumpla el compromiso; y todavía más sorprendente, en lugar de esos papeles sucios se entrega generalmente otro papel más limpio pero todavía más alocado, donde otro señor promete que a cambio de ese papel se le entregará al creyente una cantidad de los mencionados papeluchos sucios: algo así como una locura al cuadrado. Y todo en representación de Algo que nadie ha visto jamás y que dicen yace depositado en Alguna Parte, sobre todo en los Estados Unidos, en grutas de Acero. Y que toda esta historia es cosa de religión lo indican en primer término palabras como créditos y fiduciario.
Decía, pues, que esos barrios, al quedar despojados de la frenética muchedumbre de creyentes, en horas de la noche quedan más desiertos de gente que ningún otro, pues allí nadie vive de noche, ni podría vivir, en virtud del silencio que domina y de la tremenda soledad de los gigantescos halls de los templos y de los grandes sótanos donde se guardan los increíbles tesoros. Mientras duermen ansiosamente, con píldoras y drogas, perseguidos por pesadillas de desastres financieros, los poderosos hombres que controlan esa magia. Y también por la obvia razón de que en esos barrios no hay alimentos, no hay nada que permita la vida permanente de seres humanos o siquiera de ratas o cucarachas; por la extremada limpieza que existe en esos reductos de la nada, donde todo es simbólico y a lo más papeloso; y aun esos papeles, aunque podrían representar cierto alimento para polillas y otros bichos pequeños, son guardados en formidables recintos de acero, invulnerables a cualquier raza de seres vivientes...
ERNESTO SABATO
Informe Sobre Ciegos

domingo, 29 de julio de 2012

Hizo bien, muy bien Biolcati en poner sobre el tapete la necesidad de aferrarse a la Constitución Nacional.


“O Flameará sobre sus Ruinas”


“Parece una broma de pésimo gusto proponer el reemplazo de un instrumento monetario fundado en los atributos personales de quienes los identifican cuando, puesto en términos de poder adquisitivo, no alcanzarían seis de estos nuevos "Evita" para sustituír un "Roca" del momento de su emisión original”.
Ricardo Saldaña


El genial punto de vista con que mi amigo Ricardo ha analizado la medida impuesta por la sola voluntad imperial desnuda el discurso oficial en materia de inflación, causa primaria de los males que aquejan a la economía argentina y llevan a la señora Presidente a arrasar, día tras día, con todas las leyes, Constitución Nacional incluida.

Los dólares del “yuyito” sólo comenzarán a ingresar en las arcas del Banco Central a partir de abril o mayo del año que viene, y nadie sabe hoy si los productores, imbuidos para entonces de un espíritu de lucha colectivo ahora ausente, preferirán retener y vender más tarde. Todos los rumores que circulan en medios agropecuarios sobre una eventual prohibición de fabricar silo-bolsas no hacen más que reflejar esa preocupación oficial. Y en el mismo sentido va la medida de pesificar el mercado de futuros, herramienta indispensable para el campo que, de concretarse, tendrá efectos tan devastadores como lo fue la prohibición, en 2006, de exportar carne. Doce millones de cabezas menos, la pérdida de innumerables mercados, el incumplimiento de la cuota Hilton, el aumento de los precios internos y la notable reducción en el consumo de carne per cápita fueron las consecuencias directas de la intervención en el sector de gente que, además de ignorar absolutamente el tema, sólo piensa en la semana próxima y desdeña el largo plazo. Al conocer la medida, quien esto escribe, que en materia de tierra sólo tiene las macetas de su balcón, preanunció exactamente estos efectos en una nota que se llamó “Lo inexplicable …” (http://tinyurl.com/csqsd6w); si tiene interés en comprobarlo, bastará con que “pinche” este link.

El discurso de ayer de Hugo Luis Biolcati en la Sociedad Rural –por cierto, el mejor que le he escuchado- puso el acento donde debía, trascendiendo al campo y refiriéndose a toda la ciudanía, exigiéndole que reclame, ni más ni menos, el respeto a la Constitución y a la ley, sobre todo en materia de derechos individuales.

Por pisotearlos desde su origen y por incapacidad e ignorancia de quienes han sido encargados de la gestión, sin olvidar la necesidad de mantener cautivo a un electorado dependiente de ya impagables subsidios, el cristi-kirchnerismo ha perdido la oportunidad de transformar el país en una nación próspera y respetada, utilizando los enormes recursos que ingresaron precisamente, porque otras naciones –sobre todo, China, Brasil, Sudáfrica e India- hicieron las cosas bien.

Hace algún tiempo, luego de la confiscación lisa y llana de la mayoría de las acciones de YPF, escribí una nota a la que titulé “Más cuentos que chinos” (http://tinyurl.com/c5tlpba). Dije en ella que nadie vendría a invertir en un país que desconoce, y hace gala de ello, todas las reglas de juego. Uno, además, tan complicado como el del petróleo, donde los riesgos y los beneficios –cuando quienes asumen los primeros pueden llevárselos- son enormes; pronostiqué, entonces, que nadie llegaría nuestras playas para desarrollar, mientras no garanticemos seguridad jurídica, los yacimientos descubiertos por Repsol. La abierta intervención en el sector que la nueva Comisión de Planificación y Coordinación Estratégica del Plan Nacional de Inversiones en Hidrocarburos -¡qué rimbombantes son los títulos en este “modelo de acumulación y distribución con matriz diversificada”!-, cuyo comando se ha encomendado al doctorado pero inexperto valido de nuestra Presidente, no ha sido más que la frutilla de un postre indigesto para los mismos capitales a los que Galuccio intenta vanamente seducir.

No resulta un dato menor para este análisis la afirmación del mismo “pendex”, como identificó a Axel Kicilof tan chabacanamente la propia Cristina, en el sentido de calificar como “liberal” y “retrógado” el concepto de destinar prioritariamente los fondos de los jubilados a pagar a éstos sus enormes acreencias insatisfechas. Es una mala traducción de otras realidades: en Chile y en Brasil, por ejemplo, son los fondos de pensión quienes financian los grandes proyectos de infraestructura y, en muchos casos, se asocian a éstos; sin embargo, olvidó don Alex que, en forma intencional, aquí se obligó a las extintas AFJP’s a comprar enormes cantidades de bonos oficiales y, cuando no resultó suficiente para el apetito oficial, simplemente se las confiscó, incluyendo los ahorros voluntarios de muchos futuros pasivos. Tampoco dijo nada sobre el notable achatamiento de la pirámide de las jubilaciones, que ha llevado a que el 90% de los haberes corresponda al mínimo legal que, por cierto, no alcanza a cubrir ni la canasta básica dibujada por el Indec, o sobre la gigantesca montaña de juicios previsionales, en los que el Estado actúa sólo para demorar el pago de las sentencias, a despecho de lo resuelto por la propia Suprema Corte.

Todo lo descripto hasta aquí, cuyo correlato es el imparable y creciente gasto público, que obliga a destinar doce mil millones de dólares anuales a comprar la energía que Argentina dejó de producir por la política del gobierno de los Kirchner y a imprimir cada vez más moneda para hacer frente a las obligaciones que el Tesoro asume sin mirar sus efectos, son las causas principales de la inflación que, como dije, es la cuna de nuestros males.

Las correcciones necesarias para permitir que lleguen a nuestro país están más allá de las posibilidades psicológicas -¿o ya psiquiátricas?- de doña Cristina, empeñada en despreciar la posibilidad de contar con un equipo económico preparado y homogéneo y reemplazar esa herramienta indispensable para cualquier gobernante por esta bolsa de gatos en que se ha convertido nuestro Poder Ejecutivo que, además, carece de los conocimientos técnicos y de la experiencia esenciales.

Ahora, en un ejercicio notable de la profecía -¿o será otra cosa?-, doña Cristina ha anticipado qué decidirá el Juez que dictó la medida cautelar contra un artículo de la ley de medios, cuando dicha medida venza el 7 de diciembre de este año. Se buscará, a partir de entonces, acallar el disenso en la información, olvidando que siempre nos quedará, a quienes no estamos dispuestos a tolerar el discurso único, el recurso de expresarnos por Internet; en una época, debimos recurrir a Radio Colonia y, en idénticas circunstancias de persecución, continuaremos diciendo qué pensamos utilizando los nuevos canales que la tecnología ha puesto a nuestra disposición.

Casi para cerrar esta nota, un anuncio personal. He decidido, a pesar de mi edad, entrar a la arena política, para lo cual necesitaré su apoyo y, en su momento, su voto, y para dejar de ser un mero “opinador” sobre nuestra realidad y comenzar a jugarme para modificarla. Deberé armar una estructura política y, dado que carezco de medios económicos para difundir estas ideas republicanas masivamente, resultará imperioso el concurso de quienes comparten este pensamiento, que tan desordena y elementalmente he expuesto en “La Argentina que quiero” (http://tinyurl.com/bla4n57). Necesitaré que me ayuden en el esfuerzo enorme que será intentar recuperar, sin espalda alguna, el país que debemos –estamos obligados a ello- dejar a nuestros hijos y nietos. Sé a qué me expongo, dadas las características del ejercicio del poder de la Presidnte, pero, si Ud. está dispuesto a acompañar esta patriada, hágamelo saber y comenzaremos a reunirnos para diseñar estrategias de comunicación y para perfeccionar esos enunciados hasta transformarlos en una verdadera plataforma electoral.

Hizo bien, muy bien Biolcati en poner sobre el tapete la necesidad de aferrarse a la Constitución Nacional. El próximo paso del itinerario trazado desde la Casa Rosada es modificarla y cambiar, con ese nuevo instrumento, la forma de vivir y de actuar de los argentinos; si tiene éxito, la alumna habrá superado a su maestro, el revivido papagayo caribeño. La ideología, una vez más, tratará de imponerse a la realidad y a la historia, aunque ello conlleve transformar a la Argentina en un país en ruinas, sobre la cual sólo flameará la bandera de La Cámpora.

Bs.As., 29 Jul 12





publicado por enrique guillermo avogadro

El kirchnerismo acomete contra la historia.


Opiniones en Libertad 



Escribe Dr. Gustavo Demarchi

 
Consumado el deconstruccio-nismo de separar el lenguaje de los hechos, el kirchnerismo acomete contra la historia.
" Cambia" el pasado de la misma forma que torna inexactas a las ciencias exactas con el INDEC de Moreno .
Ahora nos agrede desconociendo el alto grado militar del General Manuel Belgrano quien fue un ejemplo de patriotismo y brillante militar . Hoy la picaresca banalidad de la presidente K "descubre" que era abogado tratando de abrir una brecha, mas ancha aun, entre el pueblo civil y el pueblo militar, al que ella parece detestar a pesar de haber amasado una fortuna considerable durante el ultimo gobierno de ese carácter. Además de haber permanecido, en profiláctico silencio, durante el mismo.
En paralelo el patético "kirchnerismo",dando una prueba mas de su consustanciacion con el terrorismo setentista, ha decidido demoler el Monumento que recuerda "El Combate de Manchalá" en Salta conmemorativo de un triunfo heroico del Ejercito Argentino, durante un gobierno constitucional, contra la organización criminal autodenominada ERP.
No seria de extrañar que, para completar su modificación arbitraria del pasado, lo reemplace por la de algún terrorista, como el Che Guevara, Santucho o Gorriaran Merlo. Este revisionismo fraudulento de la historia también tuvo su replica en Mar del Plata.
Una vez mas, dando muestra, esa ciudad, de ser gobernada por oportunistas, resuelve, su Concejo Deliberante, retirar de su recinto el cuadro del Capitán Giachino, héroe de Malvinas, atendiendo a un temerario requerimiento de organizaciones vinculadas con la izquierda totalitaria que, en definitiva y como siempre, responde a los intereses británicos que produjeron la baja de nuestro héroe.
Así, todo se desvanece en la nebulosa tarea de tergiversar el pasado, convirtiendo a los villanos terroristas en sujetos de alguna consideración y restando méritos a quien fue General como lo fue Perón o desconociendo el accionar, en favor de la patria y la Constitución, de un grupo de soldados salteños siguiendo el digno ejemplo del General Martín Miguel de Guemes y agraviando la memoria del marino mas representativo de la Gesta de Malvinas.
La propaganda. "goebeliana" K; con la complicidad de políticos falsearios y de jueces y fiscales adictos o pusilanimes frente a la prepotencia del gobierno; van consumando lo que Benjamín Solari Parravicini, en 1938, anticipaba: que la Argentina tendrá "unos mandones que la reducirán a un comunismo de corte facista. " (1)
Así por el, deconstruccionis-mo K Argentina transita el camino reprochable de la malversación, caracteristica consular del Estado totalitario.

(1)"La Argentina debe ya, prepararase a sufrir. Tendrán unos mandones que la reducirán a un comunismo de corte facista. La muerte correrá por sus calles y caminos". (1938)

jueves, 26 de julio de 2012

"Hay que pasar el invierno"......Otra vez.


Álvaro Alsogaray y Peter Sellers han regresado
Por JUAN SALINAS BOHIL Fue el ex ministro de Economía, un conservador-liberal tal como se estila y por ende privatista furioso quien acuñó en el principio de los años 60 la frase que da origen al título de la nota. Antiperonista a rabiar, en los noventa dio una vuelta de campana espectacular y se plegó al movimiento peronista que había combatido toda su vida al apoyar a Carlos Menem y prestar asesoramiento, en especial, en el tema de las privatizaciones.
El 28 de junio de 1959, desde los estudios del canal oficial (7) Alsogaray anunció un plan de ajuste al que llamó de "Estabilización" y que hoy se conocería como "sintonía fina". Con su estilo claro y directo dijo: "Muchos años de desatino y errores nos han conducido a una situación muy crítica. Es muy difícil que este mes puedan pagarse a tiempo los sueldos de la administración pública. (.). Todavía seguiremos por algún tiempo la pendiente descendiente que recorremos desde hace ya más de diez años. (.). Las medidas en curso permiten que podamos hoy lanzar una nueva fórmula: 'Hay que pasar el invierno'." Cualquier semejanza con la realidad no es mera coincidencia.
Siguiendo a Chance Gardiner, ese retrasado mental que personificó magistralmente Peter Sellers en "Desde el jardín", podríamos decir, que a este crudo invierno bolivariano le seguirá la aparición de verdes y tiernos brotes capitalistas que anticiparán el calor del verano. Semejante estupidez sólo podría ser considerada como una genialidad por otros estúpidos que interpreten que la bobada dicha significa algo así como "Estamos mal pero mañana estaremos bien" o "A la sequía actual de nuestros bolsillos le seguirá una humedad creciente que provocará un boom de nacimientos de billetes de cien finamente mal impresos". Cada quien escucha, interpreta y aplaude lo que quiere. Si además, le pagan por ello, mejor.
Las idas y venidas con la decisión de alejarse o no de Boca Juniors o del fútbol profesional de Román Riquelme; la media lengua de Charlote Champéin recién llegada del planeta Grasax o las declaraciones del gordo vigilante, tal como trató el ex jugador de Huracán y la selección de la AFA René Houseman al recién llegado Diego Maradona, ni se empardan con los mejores episodios de la interna peronista que en los últimos quince días fueron para alquilar balcones.
La Kirchner, Boudou, Moyano, Scioli, Mariotto, Macri, Kunkel, Abal Medina, los dos Fernández, Randazzo, Sileoni, De la Sota, D'Elía, Redrado, Prat Gay y muchos muchos muchos muchos más, por izquierda y por derecha, por arriba y abajo, por atrás y adelante, y hasta por el costado, algunos del paladar negro y arribistas de la última hora llegados al movimiento peronista, dijeron lo suyo. Y además, Scioli, Macri, De la Sota y por ende la titular de la Casa Rosada, quieren ser Presidentes, aunque no se sabe de los tres primeros qué proponen. Chance Gardiner diría que los tallos aún no han crecido lo suficiente y que los brotes comenzarán a verse después de haber sido suficientemente regados. Claro que habría que agregar que una helada puede perjudicar la cosecha.
Y con ofensas al por mayor de parte del elenco gobernante a sus "compañeros" y un sinfín de no respuestas por parte de los agredidos, en esas peleas de estudio de televisión a lo único que se apuntó fue a que pasen los días lo más rápido posible y llegue la primavera para que el ajuste, la sintonía fina o como se la quiera llamar pase lo más desapercibida posible.
Que la Presidente acuse al gobernador de la provincia de Buenos Aires de administrar mal es tan desopilante como un artículo aparecido en estos días en El País de España que aconseja a sus compatriotas desocupados viajar a la Argentina porque es uno de los países que ofrece gran número de salidas profesionales. Teniendo en cuenta lo sumamente crítico que es el periódico con los lineamientos económicos que esgrime el kirchnerismo no quedarían dudas que el redactor que escribió la nota estaba drogado.
Salvo los Petersellers, quien vive aquí está obligado a saber que Argentina -el todo y sus partes- se encuentra mal administrada (Y aún así, después de 500 años de historia y 200 de independencia, sobrevive gracias al campo -a los hombres y mujeres del campo- y otros muchos que viviendo en ciudades son permanentemente esquilmados por sus propios gobiernos). Y todos lo saben, de lo contrario la Presidente no condonaría deudas provinciales, las refinanciaría, otorgaría plazos de gracia de 20 y 30 años diciendo, además, "por favor, tienen que aprender todos a gestionar y administrar los recursos del Estado de la misma manera y con la misma responsabilidad con la que lo hace la presidenta (ella)". Esto es extraordinario. Casi tanto como el artículo de El País. Lo lamentable es que nadie haya dicho nada al respecto. Mucho menos economistas y "opositores" que siguen y siguen dándole cuerda a la fiebre (la inflación y los datos del INDEC) confundiéndola con la enfermedad (el "plan" económico).
La señora Presidente no administra nada, salvo su propia fortuna, y muy bien que lo hace. Es para alegrarse. Pero administrar no es encontrarse de golpe y porrazo con un gigantesco defalco en la obra pública o en el otorgamiento de subsidios, con contrataciones truchas como la de la tarjeta SUBE, con misteriosas adquisiciones como la ex Ciccone Calcográfica, con el desplazamiento de narcotraficantes con total impunidad por todo el territorio nacional, que la UNESCO informe que sólo el 43% de los alumnos que cursa el secundario lo termina en los plazos señalados y que solo la mitad logra el título, y, por nombrar sólo un caso más, abandonar a su suerte a la población a manos de los delincuentes. Todas esas cuestiones son responsabilidad mediata del Ejecutivo, de manera que solazarse de la desgracia ajena utilizando la Cadena Oficial de las Buenas Noticias es, ni más ni menos que ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio cuando, además, ese infortunio también la alcanza. Aunque no lo crea.
Que la Casa Rosada le haya prestado 100 millones de dólares al gobernador de la provincia de Buenos Aires porque no estaba en condiciones pagar el medio aguinaldo demuestra la gravedad de la crisis, la misma que existe en la mayoría de las provincias argentinas y a medida que pase el invierno se conocerán más detalles de cada una de ellas. Pero eso es pan para la mañana y hambre para la tarde. ¿Y mañana cómo se pagarán las mismas y otras obligaciones? ¿Colocando bonos, con aumento del impuesto inmobiliario, ingresos brutos, de servicios y baja en las prestaciones de educación, seguridad, salud, etc. como hasta ahora? La receta es siempre la misma.
No obstante se esgrimió una idea brillante: prorrogar por 15 años a cambio de un gran adelanto de dinero la concesión de las casi 50 salas de Bingos. ¡Bingo! Mientras, del lado "opositor" salió una idea mejor: estatizar las salas. ¡Eureka! Como si el juego no estuviera haciendo estragos en la clase media y baja donde los jubilados suelen perder sus haberes y los chacareros cosechas enteras. Mejor sería legalizar la droga y cobrar impuesto a la venta y distribución y los gobiernos ganarían fortunas. Y esta idea demuestra lo falaz de los dichos gubernamentales cuando se afirma que los opositores no tienen propuestas. Hay más, si no les gustan, tenemos otras.
Por otra parte, el viceministro de Economía, nueva estrella del firmamento kirchnerista, igual de soberbio que sus mandantes, ha tildado de reaccionarios a quienes proponen usar los fondos de los jubilados sólo para ellos. Me encanta el mote. Pero él, como todos quienes lo acompañan es un ladrón: ¡Mancha! Y un mal administrador, porque "prestarle" 100 millones de dólares de los pasivos a un quebrado significa ser un eso y no otra cosa. ¡Oia!, igual a lo que dijo la Presidente. ¿O alguien supone que los van a devolver como los que se tomaron "prestados" del Banco Central y Nación? Claro, si no se pagan cientos de miles de sentencias, si se pagan mal para que los perjudicados deban volver a presentarse en los estrados judiciales, si se veta una ley para no pagarles el 82%, así cualquiera. Visto así, la "ciencia" económica se habría transformado de "La recta y prudente administración de los recursos escasos de una sociedad, familia o individuo, con la finalidad de satisfacer sus necesidades en lo material" en una eficaz manera de apropiarse de fondos públicos sin usar armas de fuego para después ir a la cárcel. Lo que se llama un simple robo.
Si el dinero de las diferentes cajas en que ha metido mano el gobierno no se agota, el invierno será más benigno y a dos meses para el arribo de la primavera, los Petersellers estarán en condiciones de pronosticar que "En todo jardín hay un invierno y un verano, en el verano las flores crecen y se ven esbeltas, pero en el invierno se caen y se ven marchitas, pero mientras no se vayan sometiendo las raíces, todo seguirá estando bien".
Por si acaso, hay que abrigarse bien, estamos en invierno.

Diego Armando Maradona, un charlatán de feria insultando por TVR.


Por Nicolás Márquez
Hace 72 horas Diego Maradona en el programa paraestatal TVR (emitido por el oficialista canal 9) llevó adelante encendidos elogios para con Ernesto Che Guevara, a quien alegremente colocó por encima del Gral. José de San Martín y el propio Gral. Manuel Belgrano.
Pues bien, al día siguiente, desde las pantallas de C5N, el periodista Eduardo Feinmann replicó el extravagante concepto del ex jugador, usando como fundamento un libro mío, publicado en el año 2009, titulado “El Canalla – la verdadera historia del Che”, el cual escribí tras un año de investigación, consta de unas 1000 referencias bibliográficas y fuera oportunamente prologado por el pensador Armando Ribas.
La represalia oficialista no se hizo esperar y desde el programa estatal 678 primero, y luego desde su versión glamorosa llamada “Duro de Domar” (también emitido por canal 9 al igual que TVR), salieron al cruce criticando a Eduardo Feinmann y de paso defenestrando al que suscribe.
Como es común en los programas estatales oficialistas, estos informes se basaron en salpicados de imágenes editadas selectiva y arbitrariamente con cierto ingenio, las cuales son presentadas con tono burlón a fin de denostar o desacreditar a todo aquel que difunda o promueva cualquier  manifestación del pensamiento no subordinada al régimen.
En verdad, no me interesa responder las denostaciones de los periodistas que obedientemente cumplen con el muy bien pago trabajo de adular al gobierno y vilipendiar disidentes. Claro, ellos cuentan conla AFIP,la SIDE, el aparato judicial y casi todos los medios televisivos a su merced. Ellos son poder en un país donde el sistema republicano es una caricatura. Prestos a enfrentar una campaña de difamación no tenemos manera de responderla de modo proporcional o equivalente. Que difamen, para eso se les paga.
Eso sí, me interesa reflexionar brevemente sobre tres aspectos que caracterizaron el “debate” en cuestión llevado a cabo por los panelistas tras los informes ofrecidos en esos programas:
1)
¿Tanta importancia le dan los intelectuales, periodistas y panelistas paraestatales a las alocuciones “histórico-políticas” de un personaje sin instrucción ni criterio como Diego Maradona?, ¿Toman en serio lo que este dice en sus apariciones televisivas?, ¿No sería más sensato quedarse con aquel jugador talentoso de los años 80` antes que celebrarle sus habituales papelones, tosquedades y exabruptos contemporáneos?
Al pie de esta nota ofrecemos el link del video del informe de 678 y Duro de Domar para que el lector pueda apreciar el nivel de las “reflexiones” de Maradona. Después de ver detenidamente su “disertación” creemos no hay mucho para agregar.
2)
En los mismos se denostó mi persona con previsibles etiquetas demonizantes, pero eso no es lo relevante, puesto que supuestamente el tema central de la polémica y de los informes era el Che Guevara y el libro. Pues bien, a grandes rasgos ¿qué es lo que dice el vilipendiado trabajo?: que el Che fusiló a 14 hombres de su propia tropa en Sierra Maestra; que le disparó a 195 disidentes maniatados en el centro de exterminio de “La Cabaña”; que manejó dos campos de concentración en Cuba (en uno de ellos se confinaban homosexuales); que atentó y conspiró contra diferentes gobiernos democráticos de América Latina (como Arturo Illia y René Barrientos); que contribuyó en Cuba a edificar el totalitarismo más largo y brutal de la historia contemporánea de América Latina (hoy gobierna la isla la misma camarilla de millonarios que asaltó el poder en 1959).
¿Y qué fue lo que se cuestionó de todo esto?, absolutamente nada. Ninguno de los contertulios rebatió ni un instante un sólo renglón de mi libro, ni tampoco indagaron acerca de si lo que allí se afirma es cierto, ni si los documentos utilizados en el ensayo son confiables, ni si las fuentes son verosímiles, ni tampoco se insinuó un sólo comentario en torno a la venerada figura del asesino confeso Che Guevara, explícitamente reivindicado en el informe de 678 junto al tirano Fidel Castro, quien también fue presentado en el compacto pero no como represor vitalicio sino como libertador humanista.
Seguidamente, se me destrató además por mi interpretación sobre el pasado reciente de la Argentina, fundamentalmente aludiendo a un libro mío publicado en el año 2006 (“La Mentira Oficial, el setentismo como política de Estado”). ¿Qué párrafo o afirmación de aquel otro libro impugnaron, contradijeron o cuestionaron?, absolutamente nada se dijo al respecto. Todo se asentó en una suerte de ridiculización ad hominem apoyada en etiquetas peyorativas o descalificadoras.
En suma, dedicaron dos bloques en dos programas emblemáticos del régimen para matar al mensajero pero no al mensaje.
3)
¿Si no se preocuparon por cuestionar un solo argumento, qué es en verdad lo que molesta tanto a la patota de voceros mediáticos del régimen?: pues todo indica que les irrita la disidencia por la disidencia misma. El desacuerdo es fundamentalmente lo que los disciplinados intelectuales del gobierno tienen orden de combatir o disuadir. El insulto o el agravio son los argumentos de los que no tienen argumentos, o de los que no quieren ni necesitan argumentar, puesto que ellos gozan de las mieles del poder y su trabajo “periodístico” no consiste en convencer sino en vencer, no se dedican a polemizar sino a descalificar, su aporte no consiste en refutar opiniones sino en estigmatizar a los que opinan insumisamente.
Pero veamos el lado positivo.
Con lo expuesto, esperamos que al menos estos informes contribuyan a despertar interés en la opinión pública y aumentar así las ventas de libros y textos afines, puesto que quienes no formamos parte del staff de alcahuetes que viven de la generosísima beca estatal siempre estamos ansiosos y necesitados de percibir las austeras regalías por derechos de autor.
Eso sí, que no se malinterprete!, desde estas líneas queremos dejar sentado que el mercado literario anda maravilloso, en alza y nunca nos fue tan provechosamente (ni por asomo se nos ocurriría sugerir que las ventas de libros han bajado), no fuera cosa de correr con la misma suerte de aquel agente inmobiliario que tras refunfuñar por la merma de la demanda de bienes raíces le fue impuesta ipso facto una virtual capitis diminutuo por orden expresa y confesa de la jefa y empleadora de los autores de estos informes.
Ver los informes del “periodismo militante” que vive del Estado:
678:
Duro de domar:

Si Evita viviera, Isabelita seguiría soltera.


Un Billete de Cien

Gobernar ya queda enorme, administrar está claro que no rinde. Sólo queda hacer boludeces para pasar el rato, arengar a los monos de la patria contratada y plantear juicios de valor sobre cosas que no deberían ser siquiera materia de debate. Cris dio una nueva exposición de oratoria en la que anunció una medida revolucionaria para manejar la economía. Más allá de la gansada de presentar como producto de la modernidad un billete concebido con las medidas de seguridad de 1952, que el mismo había sido diseñado para eternizar a Eva Duarte después de su fallecimiento -y que no se puede explicar por qué no salió entonces, si el golpe fue tres años después- hay algunos puntos que no cierran. No sé si Cristina lee siquiera los diarios, más allá de buscar deudores, dado que reivindicar la soberanía del Estado en el monopolio de impresión de papel moneda en tiempos de Boudous y Ciccones, es como que Nilda Garré nos dé una charla sobre el buen gusto a la hora de elegir el vestuario.

En relación a esto, voy a romper con la costumbre de divertirme con los hilarantes y lisérgicos discursos de la Presi y tomaré sólo dos frases que no dan para dejarlas pasar. A pesar de que se me ocurrieron muchas formas de aprovechar su afirmación de que "el embutido viene de salame" en medio de la presentación de un billete, Cris marcó dos parámetros que me sacudieron un poco de la modorra y me borraron el buen humor: primero mencionó su intención de no polemizar al afirmar que cree que Eva tiene más méritos que Roca...porque es mujer. El segundo punto es la pregunta que hizo Cris: "¿Para quién trabajar, para qué trabajar, cuál es el objetivo y la dirección que tiene que tener no solamente un economista, sino un político o un gobierno?"

Por empezar, si la intención es no polemizar, lo último que se puede hacer es borrar a un personaje de la historia polémico para colocar a otro aún más polémico. Podrían haber creado un nuevo billete de 200 o 500 pesos, que mal no vendrían, en lugar de sacar a Roca para colocar a Evita. Los militontos, progresistas y demás pelmazos afines, festejaron la medida de eliminar de lo cotidiano, del día a día, a Roca. Burros e ignorantes de la historia, ponen a Roca a la altura de un genocida, un tipo sangriento que exterminó pueblos originarios que habitaban pacíficamente por sus propias tierras. Otros, un poquito más ilustrados -deben de haber leído el reverso del billete de 100- lo llaman facho milico. El uniforme debe haber ayudado a la definición. Algunos más colocan a Roca y a toda la generación del 80 bajo el rótulo "oligarquía" y lo dejan ahí, como si la palabra fuera autosuficiente, como si la construcción de lo que hoy llamamos historia no fuera la sucesión de hechos concatenados en un contexto político determinado, en una coyuntura internacional específica y donde influyen factores socioculturales. Lo que no pueden explicar es por qué Juan Domingo Perón le puso esos nombres tan cipayos al símbolo nacionalista por excelencia: el ferrocarril.

Cris se pregunta para quién trabajar y cuál es el objetivo de un gobierno en el mismo acto en el que pretende borrar de la historia al Teniente General Julio Argentino Roca, uno de los contados militares argentinos que llegaron a ejercer la Presidencia sin dar un golpe de Estado. Porque resulta ser que Julio Argentino Roca fue el que definió la nacionalidad. Porque resulta ser que el Teniente General Roca fue el que combatió a la oligarquía porteña -nétamente mitrista- por considerarla contraria al concepto de nación. Porque resulta ser que el expresidente Roca concibió un Estado moderno, laico, independiente de la iglesia, políticamente liberal, económicamente desarrollista. Porque resulta ser que Roca pensó un Estado que colocaba al capital a su servicio, garantizando el libre desarrollo de la actividad comercial y empresarial y, al mismo tiempo, llevando a que el Estado se hiciera cargo de lo que no era productivo para ningún inversor como, entre otras cosas, la construcción de ferrocarriles en zonas improductivas. 

El progresismo medio pelotudo, que en vez de buscar el progreso, se dedica a juzgar sucesos de hace siglo y medio, lo putea por genocida. Pajeros aburridos con apellidos bien europeos que se hacen los boludos cuando el gobierno reprime a los Qom, se irritan cuando hablan de Roca, al que consideran un tipo que bañó de sangre inocente el territorio argentino. Un territorio argentino que no existía hasta el arribo de Roca. Si entendieran el concepto de contexto histórico, les resultaría fácil asimilar que los mapuches son originarios, pero de Chile, que así como aniquilaron a los tehuelches, luego se dedicaron a saquear zonas productivas, choreando ganado y demás pertrechos que luego vendían en el naciente país trasandino y que mina que encontraban, mina que se llevaban. Si tuvieran un atisbo de comprensión hacia la situación reinante en las Provincias Unidas del Río de la Plata, se darían cuenta que más allá de la zanja de Alsina, el país no existía y era, literalmente, tierra de nadie, dado que los mapuches no concebían el concepto de Estado, ni el de territorialidad, ni mucho menos el de derecho. Si tuvieran un puchito de intención de saber de historia, no andarían por la vida puteando a un "genocida" que según sus camaradas "no tenía las pelotas para ejecutar gente" y que por eso nunca sentenció a muerte a nadie. En un contexto en el que se daban situaciones como una invasión a cargo de Cafulcurá que concluyó con 500 cautivos, 300 muertos y el choreo de 150 mil cabezas de ganado violando un tratado de paz, el resultado final de lo que definen como masacre y no como conquista, es tan bajo que podría decirse que Roca les hizo precio a los mapuches y a los chilenos, dado que frenó su avanzada en la cordillera.

La ausencia de coherencia es un factor congénito y un requisito imprescindible a la hora de incorporarse a las filas del progresismo vernáculo y así andan, vitoreando a quienes dicen pertenecer a una ideología a la que el progresista siempre despreció por considerarla facista. Si fueran coherentes, ya le habrían entregado sus viviendas a los aborígenes que aún quedan en el país sin haberse integrado a la sociedad civil. Deberían pensarlo: un acto humanista, entre lágrimas, dando la llave del departamentito mal habido, comprado a sabiendas de haber sido construido en tierras usurpadas a los pueblos originarios. Y de ahí volverse a España, al menos hasta que salten los visigodos a reclamarles que se retiren por ser descendientes de galos, o a Italia durante el tiempo que tarden los Etruscos en darse cuenta que son descendientes de esos putos invasores latinos. Puede ser que por último terminen en el Cuerno de África, comiendo las sobras que encuentran. 

Sé que pedir coherencia a un progre es tan al pedo como pedirle a Aníbal Fernández que deje de putear a todo el mundo, pero con pedirlo no perdemos nada más que tiempo. Ese "ejército moderno" que Roca utilizó para combatir al indígena fue construído por el mismo Roca, a quien se lo puede considerar sin temor a equivocarse como el auténtico padre del Ejército Nacional. Si hubieran agarrado algún libro de historia que no estuviera escrito en ruso -y no fuera de Pigna- en vez de putear a Roca le agradecerían por esa escuela pública a la que defienden, a pesar de enviar a sus pibes a colegios privados, y por haber sido el primero en garantizar la educación laica, provocando un cisma dentro de la Iglesia Católica. Si a esos autores que reivindican por ser "padres del pensamiento nacional y popular" los leyeran denserio, no podrían justificar cosas como las siguientes:

«La campaña de Roca, ganando tiempo, ante las urgencias de Sarmiento que lo apremia, ignorante de que el general construye su ejercito sobre la marcha, disciplinándolo y acondicionándolo como un ejército moderno, termina en la batalla de Santa Rosa donde el ejército nacional entierra definitivamente al ejército de facción. Hay ahora en el ejército un sentido elemental de la política nacional que se irá perfilando con la marcha de su conductor. También hay otro estilo que no es el de los degolladores. El general Francisco Vélez refiere cómo el general Roca hizo fusilar, bajo la presión de sus consejeros, a un supuesto espía, que después resultó que era verdaderamente agente de enlace de su amigo Civit. Agrega Vélez: "Es fama que Roca sintió entonces profundo horror y que formó el propósito de no firmar otra pena de muerte, propósito cumplido religiosamente durante su larga actuación en la jefatura del ejército y del Estado." Esa nueva promoción que tiene a Roca como conductor careció de una teoría nacional de la política y de la economía. Sólo le fueron dados atisbos parciales de la realidad; no así liberarse de las supersticiones ideológicas, pero con todo, su carácter nacional la hizo contrabalancear a los agiotistas y especuladores del puerto de Buenos Aires y posibilitar algún desarrollo industrial. Esta época y la de sus continuadores fue también de enajenación de los ferrocarriles nacionales y de concesiones leoninas al capital privado. Pero cumplió, en cambio, una política ferroviaria de sacrificio a cargo del Estado, que tuvo en cuenta las fronteras y estabilizó el norte argentino y la conexión con Bolivia. Pero lo fundamental es que con Roca vuelve al país el concepto de una política del espacio. Vuelve con un auténtico hombre de armas y vuelve porque ya hay un ejército nacional y la demanda mínima de este, la elemental, es la frontera.»

«Está la frontera con el indio, abandonada desde Caseros, cuando éste vuelve a rebalsar y hasta interviene en nuestras luchas civiles: Mitre ha traído a los indios a La Verde como los llevó a Pavón seguramente para replantear el dilema de civilización y barbarie a favor de la civilización, del mismo modo que Brasil llevó sus esclavos a la lucha por la libertad de los paraguayos. La primera tarea que realiza el ejército nacional es la conquista del desierto. El plan de operaciones repite el de la Confederación, con medios más modernos pero con la misma visión nacional. Lleva implícita la ocupación de la Patagonia –que se realiza– y la definición de la frontera con Chile que obtiene solución favorable y definitiva por la Política Nacional de las fuerzas armadas que representa el fundador del nuevo Ejército Nacional. Ella no hubiera sido posible sin la construcción del mismo, por encima de las facciones y sometimiento al mitrismo; la extensión vuelve a formar parte de la Política Nacional que se irá complementando hacia el norte, con los expedicionarios del desierto que en Chaco y Formosa consolidan, con la ocupación hasta la frontera del Pilcomayo. Toca también al ejército nacional resolver la cuestión Capital que algo aliviará al gobierno argentino de la presión constante del círculo de la oligarquía porteña. Frente a Avellaneda vacilante ante la insolencia de Tejedor y los demás mitristas, Roca expresa la posición firme de lo nacional y la decisión del Ejército Nacional de no aceptar más retaceos a la República. Este es el momento decisivo y es bueno señalar lo que destaca Ramos: al lado de Roca está Hipólito Yrigoyen, jefe del futuro gran movimiento nacional. Durante el período del mitrismo no fue carencia: hubo política antinacional consciente y deliberada, que se sostuvo en la inexistencia del Ejército Nacional, reemplazado por una milicia de facción. Con Roca y la reconstrucción del Ejército Nacional empieza a definirse una Política Nacional, zigzagueante entre la comprensión parcial de los hechos y el adoctrinamiento antinacional de los ideólogos, pero hay por lo menos una Política Nacional, la del Ejército, expresada por su fundador, el general Roca, que tiene una Política Nacional de las fronteras y una política económica a la que falta mucho para ser nacional, pero ya retacea el librecambio impuesto por los vencedores de Caseros en obsequio de los “apóstoles del comercio libre”»

Arturo Jauretche. Ejército y Política. 1958.



Pero de Jauretche sólo leen lo que les conviene, y lo bien que hace, dado que no podrían digerir conceptos de don Arturo como que la izquierda argentina es antinacional y estúpida. Sin embargo, lo que más molesta no es que estas actitudes las tome un progre, sino que el gobierno que se dice peronista se preste a un manoseo tan dañino de la historia. Quisiera suponer que lo hacen de puro brutos, aunque esto sería algo más jodido ("no hay nada peor que un bruto con pretensiones" decía John Sunday Cangallo) y no adrede, aunque el hecho de forrear, ningunear y putear a uno de los militares y políticos a los que Perón admiraba, me genera mis sospechas. Porque Perón no era peronista, era nacionalista. Peronistas eran los que lo seguían al general. Y Perón, como militar y político nacionalistas, no sólo admiró a esos hombres que forjaron lo que hoy conocemos como país, sino que los reivindicó colocándolos en billetes y bautizando con aquellos apellidos a los símbolos de su gobierno. Para él, los pilares de lo que hoy llamamos Nación Argentina, fueron cinco políticos, cinco generales al igual que él. Y en honor a ellos nombró a los ferrocarriles y hasta lo dejó expreso en los considerandos del Decreto 20.024/1948: «es un deber del gobierno mantener vivo en el pueblo el culto a la memoria de los forjadores de la nacionalidad, como tributo de gratitud a sus patrióticos afanes y para fortalecer los sentimientos de solidaridad con nuestro pasado.»

El evitismo es un manotazo de ahogado para quienes no pueden explicar nada. Aquellos que alegremente aseguran que Perón se hizo popular gracias a la figura de Eva, además de boludos felices y conscientes, son tan cínicos que prefieren creer que una actriz de radioteatro tenía más fama que con la que contaba un tipo por el que se habían movilizado millones de laburantes antes que siquiera se casara con Eva. María Eva Duarte se convirtió en la Evita intocable cuando a su apellido anexionó el de su consorte. Su labor incansable e indiscutible, y su personalidad confrontativa y discutible, sólo pudieron desarrollarse gracias a ese tipo de uniforme.

Evitismo es una técnica de boludeo que se acarrea desde los tempranos años setenta. La figura de una mujer fallecida a los 33 años, bella y sin formación política, era compradora para la pendejada. Evita no envejeció, Evita murió joven y dejó un cadaver bello. Evita fue nuestra primera rockstar. El evitismo es el recurso al que apelan quienes se disfrazan de peronistas, los que de Perón sólo reivindican haber dado espacio para que Evita desarrollara su labor social y cada tanto citan alguna frase que les resulta simpática. En una época en la que la mujer no tenía ni acceso al voto, suponer que Eva podría haber hecho todo lo que hizo sin un dorima que la protegiera, es de una mentalidad más pelotuda que inocente. El evitismo surgido entre ese oxímoron que resultaron ser las agrupaciones peronistas de izquierda -esas que asesinaron a Vandor por pretender un peronismo sin Perón y luego querían asesinar a Perón por pretender un gobierno peronista- se daba en la medida de un factor básico e imprescindible: Eva estaba muerta y no podía opinar. Con esta gran ventaja a su favor, si Evita viviera, sería montonera y habría intervenido para que el General aceptara el camino hacia la Patria Socialista, esa patria hacia la que marchaba antes de que lo volteara la Fusiladora en 1955, a pesar de que Perón no se daba cuenta por esa costumbre que tenía de encanar a los zurdos aliados a la embajada de Estados Unidos.

El evitismo resulta cómodo, mucho más cómodo. Primero, porque Evita pasó a la inmortalidad a las 20,25 de un día como hoy de hace 60 años y no pudo presenciar como su marido mandaba a tomar la leche a la muchachada que lo tildaban de gorila -qué cosa esa de llamar gorila al que piensa distinto que no se salvó ni Perón- y segundo porque de este modo pueden seguir en el bondi del peronismo sin sentir que desentonan, después de todo, Eva también se apellidaba Perón.

Hoy, a seis décadas del fallecimiento de Eva, el gobierno la vuelve a exponer a la controversia, utilizándola como caballito de batalla para provocar y abriendo la puerta a que todos los que comulgan con otra ideología se hagan la fiesta, mientras que borran al tipo que materializó ese concepto de Nación que todavía conservamos. Dos en uno, no cualquiera. Hay que ponerle garra para hacer tanto con tan poco esfuerzo. 
 

PUBLICADO POR RELATO DEL PRESENTE.

martes, 24 de julio de 2012

Masacres en Estados Unidos: ¿Por qué?.


ACERCA DE LA MATANZA EN EL ESTRENO DE BATMAN




(AW) Nota de opinión de Marcelo Colussi.-


masacre-en-estreno-batman

"Prefiero despertar en un mundo donde Estados
Unidos sea proveedor del 100 % de las armas
mundiales".
Lincoln Bloomfield, funcionario del Departamento
de Estado de Estados Unidos.


Por Marcelo Colussi

En estos días murieron 12 personas en una balacera en Estados Unidos, y alrededor de 50 resultaron heridas. Lo cierto es que ya no resulta novedad la noticia de una masacre en ese país. Lo curioso a tener en cuenta en estos casos es su modalidad: un "loco" que se pone a matar gente a diestra y siniestra, armado hasta los dientes, en medio de una escena de aparente tranquilidad ciudadana. Estamos tan habituados a eso que no nos sorprende especialmente. Si el mismo hecho ocurriera, por ejemplo, en una nación africana o centroamericana serviría para seguir alimentando su estigmatización como "países pobres y, fundamentalmente, violentos". Allí, en el Sur del mundo, la violencia y la muerte cotidiana adquieren otras formas: no hay "locos" que se broten y produzcan ese tipo de masacres; la muerte violenta es más "natural", está ya incorporada al paisaje cotidiano, recordando que muere más gente de hambre -otra forma de violencia- que por proyectiles de armas de fuego.
La repetición continuada de estos sucesos tremendamente violentos obliga a preguntarse sobre su significado. Si bien es cierto que en muchos puntos del planeta la violencia campea insultante con guerras y criminalidad desatada, luchas tribales o sangrientos conflictos civiles, no es nada común la ocurrencia de este tipo de matanzas, con esa forma tan peculiar que la potencia del Norte nos presenta casi con regularidad. Si ocurren, como sucedió hace un año en Noruega, constituyen una catástrofe nacional. En Estados Unidos, por el contrario, ya son parte de su estampa social "normal".
Explicarlas sólo en función de explosiones psicopatológicas individuales puede ser una primera vía de abordaje, pero eso no termina de dar cuenta del fenómeno. Sin dudas que quienes la cometen, quienes terminan suicidándose en muchos casos, pueden ser personalidades desestructuradas, psicópatas o psicóticos graves; simplemente "locos" para el sentido común. ¿Pero por qué no ocurren también en los países del Sur plagados de guerras internas y armas de fuego, donde la cultura de violencia está siempre presente y las violaciones a los derechos humanos son el pan nuestro de cada día? ¿Por qué se repiten con tanta frecuencia en la gran potencia? Ello habla de climas culturales que no se pueden dejar de considerar. La violencia no es patrimonio de las "repúblicas bananeras", en absoluto, aunque cierta versión peliculesca -estadounidense, por cierto- nos intente acostumbrar a esa visión.
Ese patrón de violencia fenomenal que desencadena periódicamente masacres de esta naturaleza no es algo aislado, circunstancial. Por el contrario, habla de una tendencia profunda. La sociedad estadounidense en su conjunto es tremendamente violenta. Su clase dirigente -hoy por hoy, clase dominante a nivel global- es un grupo de poder con unas ansias de dominación como jamás se vio en la historia, y el grueso de la sociedad no escapa a ese clima general de violencia, entronizado y aceptado como derecho propio.
Exultante y sin la más mínima sombra de duda o recato el por ese entonces candidato a representante de Washington ante Naciones Unidas John Bolton, en el 2005 y en medio del clima de "guerras preventivas" que se había echado a andar luego de los atentados de las Torres Gemelas, pudo decir que "cuando Estados Unidos marca el rumbo, la ONU debe seguirlo. Cuando sea adecuado a nuestros intereses hacer algo, lo haremos. Cuando no sea adecuado a nuestros intereses, no lo haremos". Es decir: la gran potencia se arroga el derecho de hacer lo que le plazca en el mundo, y si para ello tiene que apelar a la fuerza bruta, simplemente lo hace. Esa es la cultura estadounidense. El vaquero "bueno" matando indios "malos" cuando lo desea; así de simple.
Estados Unidos ha construido su prosperidad sobre la base de una violencia monumental (por cierto, como todas las prosperidades de los imperios: a la base siempre hay un saqueo. La propiedad privada es el primer robo de la historia). La Conquista del Oeste, la matanza indiscriminada de indígenas americanos, el despojo de tierras a México, la expansión sin límites a punta de balas, el racismo feroz de los anglosajones blancos contra los afrodescendientes -con linchamientos hasta no hace más de 50 años y un grupo extremista como el Ku Klux Klan aún activo al día de hoy- o el actual racismo contra los inmigrantes hispanos legalizado con leyes fascistas, toda esa carga cultural está presente en la cultura estadounidense. Único país del mundo que utilizó armas nucleares contra población civil -no siendo necesarias en términos militares, pues la guerra ya había sido perdida por Japón para agosto de 1945, cuando se dispararon-; país presente en forma directa o indirecta en todos los enfrentamientos bélicos que se libran actualmente en el mundo, productor de más de la mitad de las armas que circulan en el planeta, dueño del arsenal más fenomenal de la historia con un poder destructivo que permitiría hacer pedazos la Tierra en cuestión de minutos y productor de alrededor del 80% de los mensajes audiovisuales que inundan el globo con la maniquea versión de "buenos" versus "malos", Estados Unidos es la representación por antonomasia de la violencia imperial, del desenfreno armamentístico, del ideal de supremacía. Las declaraciones de Bolton citadas más arriba no pueden ser más elocuentes.
Su símbolo patrio, el águila de cabeza blanca, lo pinta de forma cabal: ave rapaz por excelencia, muchas veces se alimenta de carroña o robando las presas de otros cazadores, conducta "ladrona" que llevó al padre de la patria Benjamin Franklin a oponerse vehementemente a la designación de este animal como representación del país. [El águila blanca] "no vive honestamente. Por haraganería no pesca por sí misma. Ataca y roba a otras aves pescadoras", escribió indignado fundamentando por qué no debía ser esa ave el símbolo nacional. Obviamente, sus ideales no triunfaron.
Lo que sucedió estos días en el estreno de la película de Batman, repetición de dramas más o menos similares en estos años, es consecuencia natural -y ¡obligada!, se podría decir- de una historia donde la apología de la violencia y de las armas de fuego está presente en los cimientos de su sociedad. "El derecho a poseer y portar armas no será infringido", establece tajante la segunda enmienda de su Constitución. Para salvaguardar este derecho y "promover y fomentar el tiro con rifle con una base científica", en 1871 se fundó la Asociación Nacional del Rifle, hoy día la asociación civil más vieja del país, con cuatro millones de miembros y treinta millones de allegados y simpatizantes. Por lo que puede apreciarse, la pasión por las armas (¿por la muerte?) no es nueva. Las masacres son parte fundamental de la historia de Estados Unidos.
De acuerdo con informaciones de la organización Open Secrets, en los últimos años distintas instancias que buscan restringir las armas de fuego han invertido alrededor de un millón y medio de dólares en sus campañas, en tanto la Asociación Nacional del Rifle para ese mismo período ha cabildeado gastando más de diez millones de dólares para mantener intocable la segunda enmienda.
Si es cierto, como dijera Freud, que no hay real diferencia entre psicología individual y social, porque en la primera está ya contenida la segunda, la "locura" del joven asesino de estos días no es sino la expresión de una cultura de violencia que permea toda la sociedad estadounidense haciéndola creer portadora de un "destino manifiesto". Pero la realidad es infinitamente más compleja que vaqueros "buenos" contra indios "malos".

Cri$tina según Carlos M. Reymundo Roberts.


 El periodista y autor de una columna del diario La Nación, Carlos M. Reymundo Roberts, siempre fiel a su estilo, presentó una carta que supuestamente le escribió la presidente Cristina Kirchner.
Claro que se trata de una ficción, pero el ingenio de Roberts no deja de sorprender, dando paso a un estilo de editorial con una gran crítica a la gestión de Kirchner, impregnado de un humor sumamente ácido.
A continuación su relato:
“No puedo más que agradecerle a Cristina la carta que me mandó desde Bolivia. Se ve que estaba aburrida, porque no me la imagino sentándose a escribir en medio de un viaje oficial al exterior. Quizá la ciudad de Cochabamba no le despierte el apetito fashion de París o Nueva York como para ir de compras. En cualquier caso, haber puesto distancia le permitió tener una visión aún más certera del país. La Cristina que aparece en estas líneas conjuga los altos intereses de un jefe de Estado, como cuando confía lo que extraña la cadena nacional, con las obsesiones propias de una madre: revela que Máximo no le perdona haber pesificado 3 millones de dólares justo antes de la nueva corrida”.
“Por supuesto, reproduzco la carta con su autorización. ‘Nunca me interesaron los medios, sino los fines’,  me explicó. No sé si entiendo la frase, pero tiene música. En realidad, todo el texto tiene la musicalidad de lo irreprochable. Es como cuando habla: lo que dice suena bien. Por mi parte, me despido hasta el sábado. Los dejo con ella”:
‘Roberts, he venido a Bolivia a discutir el precio del gas que nos venden. Evo es un amigo y un aliado, pero con el gas se zarpa. ¡Nos están matando! También quiero desmentir el presunto aislamiento internacional de la Argentina. Cuando mi foto con Evo dé la vuelta al mundo, los grandes centros de poder temblarán. El eje Buenos Aires-La Paz se alza como una voz ineludible en el seno de las naciones. ¿Aislados? Les recuerdo que estuve en Angola y que me invitaron a Azerbaiján. Moreno me dice que el futuro está ahí. Que Obama y la Merkel no existen. Es verdad: estuve con los dos y no entendieron nada de lo que les expliqué’.
‘Con Evo hablamos de todo eso y de sus encuentros con Ahmadinejad: me contó que tuvieron charlas interesantísimas sobre democracia y derechos humanos. Ahmadinejad también fue a Venezuela y Cuba. Sospecho que se candidatea para el Nobel de la Paz’.
‘Por supuesto, estoy informada de todo lo que pasa en nuestro país. Basta que me vaya para que aparezcan los problemas. Por ejemplo, en Santa Cruz. Ya sé que había dicho que nunca más iba a mandar un gendarme a las provincias, pero entendeme: acababa de pesificar ahí mis tres palos y los bancos estaban sin custodia. Máximo me dijo: «Ya perdimos un dineral habiendo cambiado antes de la corrida. O mandás seguridad o me paso las 24 horas jugando a la play»’.
‘En Buenos Aires la cosa está más fácil: ordené que le dieran 600 millones a Scioli para que pudiera pagar el aguinaldo. Lo hice, por supuesto, después de verlo de rodillas y pidiendo perdón. Había 500.000 empleados públicos sin cobrar, y eso me preocupaba: ¡se nos estaba cayendo el consumo! Pero la economía siempre debe estar supeditada a la política. Era Scioli el que, con sus aspiraciones presidenciales, tenía secuestrado el aguinaldo. Me encantó que Mariotto lo haya comparado con De la Rúa. Es como decirle que siempre tenga listo el helicóptero’.
‘Habrás visto que se anunció la reducción de servicios de trenes del Sarmiento cuando yo estaba acá. Lo hicieron para preservarme de la mala noticia, pero fue un error. Era un gran anuncio: cuanto menos circulen, menos posibilidad hay de accidentes. También es buena la suba del boleto de colectivo: a la gente le ofendía pagar esa miseria’.
‘La que llamó desesperada fue Garré: dice que no puede bajar la inseguridad. Le di tips básicos para encarar este tema: le dije que hablara de las responsabilidades. En la Capital, Macri, y en Buenos Aires, Scioli. Me agradeció mucho. Yo la quiero, pero todavía está un poco verde: no termina de entender el valor del relato’.
‘A propósito, leí que Moyano me criticó por haber bailado con una comparsa en Tecnópolis mientras miles de personas marchaban para reclamar contra la ola de delitos. Pobre Moyano, un camionero con luces tan cortas. Tecnópolis es el futuro, y el futuro de esta Argentina que yo conduzco nos encontrará bailando y cantando de felicidad. Además, es lógico que la gente proteste cuando es víctima de la inseguridad. Yo, por suerte (¡toco madera!), no puedo quejarme’.
‘Me corrijo: sí puedo quejarme. Llevo tres días sin cadena nacional. He mandado a averiguar si esas marchas no son de gente que extraña mis mensajes. Reconozco que soy adictiva: los argentinos ya no pueden vivir sin mi aleteo gallináceo de Angola, sin mi coreografía en Tecnópolis, sin mi entonación del jingle ‘hay Teresa/hay Teresa/cómo me gustan tus milanesas’ que tanta gracia causó el otro día en un discurso en la Casa Rosada. Los argentinos gozan cuando promociono muñequitos con la imagen mía y la de Néstor a 65 pesos o cuando les revelo los efectos afrodisíacos de la carne de cerdo. ¡Me he vuelto insustituible!’
‘Es que soy la alegría, el desparpajo, la espontaneidad. Soy buenas noticias. Soy anuncios, promesas e inauguraciones. Soy inauguraciones de cosas ya inauguradas. Soy inversiones. Soy las mismas inversiones tiempo después. Soy Planes para Todos que antes no se le ocurrieron a nadie. No soy pálidas: inflación, inseguridad, dólar paralelo. Soy conferencia sin prensa. Soy Cristina. Fui Néstor. Ahora sólo soy Cristina. Soy el argentino un poquitín soberbio, pícaro, mandón e intolerante que todos llevamos adentro. Soy la imagen de la República. Yo soy la República’.
‘Adiós. Me está llamando Evo. No va a aflojar con el gas, pero ya me aseguré la foto’.