miércoles, 26 de febrero de 2014

Utilizar los mecanismos constitucionales para desalojar, ya mismo, a doña Cristina del poder.



Sinfonía para saqueo a muchas manos

"En los períodos de crisis, las culpas se buscan automáticamente en el pasado, cuando los culpables viven en el presente"Osvaldo Loudet

Se me reprocha mi postura a favor de utilizar los mecanismos constitucionales para desalojar, ya mismo, a doña Cristina del poder, y a juzgarla –con sus familiares, cómplices y funcionarios- por los hechos de corrupción cometidos. Quienes piensan lo contrario invocan la posibilidad de victimizarla y, con ello, darle la oportunidad de retornar en el futuro, aunque creo que, al menos en la dirigencia, prima el miedo a asumir el pago de la cuenta que la inevitable crisis pasará, sin dudas, a quien la suceda.

No pretendo que, en Argentina, se replique lo sucedido en Egipto, Túnez, Libia, Siria, Ucrania y está pasando en Venezuela, o sea, desplazar al Gobierno con manifestaciones callejeras. Como sucedió en Honduras y Paraguay, donde presidentes fraudulentos o incapaces fueron destituidos, quiero que el pueblo se exprese libremente y, si una significativa mayoría así lo quiere, logre que los legisladores asuman en papel que la Constitución les asigna, es decir, la representación de los ciudadanos y de las provincias.

Mi posición, como sabe, tiene su fundamento en el enorme costo que toda la sociedad argentina deberá asumir por sostener al régimen hasta que finalice el período legal. Para que quede claro a qué me refiero, haré un resumen de la historia de uno de los rubros más significativos que componen ese costo aún cuando, en este caso, la suerte parece ya estar echada.

Se trata, obviamente, del arreglo con Repsol, anunciado con bombos y platillos por los mismos que, hace muy poco tiempo y con igual verborragia, tomaron la sede de YPF militarmente y provocaron al mundo afirmando que nada se pagaría –es más, se cobraría- por la confiscación (la expropiación requiere el pago anticipado del precio) del 51% de las acciones. A priori, declaro que llegar a un acuerdo era absolutamente indispensable.

Esta historia comenzó, en la práctica, cuando don Néstor (q.e.p.d.) se transformó, siendo Gobernador de Santa Cruz, en el factótum de la privatización de la empresa dispuesta por el gobierno de Carlos Menem. Para “facilitar” la decisión de los mandatarios de las provincias petrolíferas, el Turco inventó un gigante caramelo: la liquidación de regalías mal liquidadas; eso sí, cuando firmó ese acuerdo, el mismo quedó condicionado a la aprobación de la venta de YPF por el Congreso, es decir, los gobernadores debían obtener los votos de los legisladores para poder cobrar esas regalías.

El esfuerzo que realizó Kirchner fue tal que hasta llegó a enviar el avión sanitario de su provincia a buscar a un senador del noreste argentino, que resultaba indispensable para alcanzar la mayoría necesaria. Como contrapartida, el santacruceño recibió US$ 500 millones en efectivo y acciones de la propia YPF que, vendidas en el mercado poco después, le reportaron otros US$ 600 millones; esos son los fondos de Santa Cruz fugados al exterior y desaparecidos, sobre los cuales la ciudadanía no recibió explicación alguna.

Como necesaria consecuencia de la crisis de 2001, las tarifas de energía y combustibles, entre otras, fueron congeladas por Duhalde, para proteger a quienes se habían caído del mapa en ese tsunami. Al llegar don Néstor al poder en 2003 y pese a que la economía ya se había recuperado fuertemente, mantuvo el congelamiento, al principio por razones populistas.

Luego, la imaginación del Pingüino, que recibía permanentes reclamos de las compañías petroleras, le permitió imaginar qué sucedería si ese fenomenal apriete financiero empezaba a golpear los bolsillos de Repsol. Cuando, finalmente, obtuvo ese previsto resultado, ofreció a los españoles una solución: vender parte de YPF (primero 15%, con derecho a 10% más) a una empresa que, pese a no saber absolutamente nada acerca de la industria del petróleo, “tiene mucha experiencia en operar en mercados regulados”, como dijo luego el contrato de venta.

Como la adquirente, los Eskenazi –dueños del Banco de Santa Cruz, carecían de los fondos necesarios para pagar la compra del porcentaje comprado, la propia Repsol le prestó el importe necesario y, sorprendentemente, le transfirió la total administración de YPF. Eso sí, para garantizar la devolución del préstamo, la compradora y administradora debió comprometerse a distribuir no menos del 95% de las ganancias anuales; en la industria mundial, ninguna empresa distribuye más del 30/35%, ya que el resto debe ser invertido en exploración y producción; además, Repsol exigió que el contrato de compraventa estuviera confirmado por Kirchner y por Patotín Moreno.

En una nueva voltereta, al momento de la firma apareció como compradora una empresa con sede en Australia que, estoy seguro, pertenece al gigantesco patrimonio de la sucesión de don Néstor. A partir de entonces, todos felices. En el primer año, YPF distribuyó 142% de las ganancias, incorporando las reservas de ejercicios anteriores; por cada US$ 100 que se repartían, US$ 75 se los llevaba Repsol por la propiedad de sus acciones, y los otros US$ 25 también, en pago de la deuda de los Eskenazi/Kirchner.

Como no quedaba dinero para el giro de YPF, ésta dejó de buscar y producir gas y petróleo, y la Argentina perdió todas sus reservas probadas y, sobre todo, el autoabastecimiento energético; la consecuencia de ambos hechos llevó a que hoy, las importaciones alcancen la bonita suma de US$ 14.000 millones anuales, y siguen creciendo.

Todo el mundo sabe que, en el mundo de la corrupción, no hay papeles ni documentos que prueben el rol de cada uno de los actores de cada hecho, tengo para mí que, cuando su marido murió, la viuda llamó a los Eskenazi y les pidió la rendición de las cuentas non sanctas. La negativa de los testaferros habría desatado la furia presidencial que terminó con la confiscación de la empresa. Como el Bambino Kiciloff la había convencido que había una importante suma en la caja de YPF, fue indispensable invadir con la Gendarmería la empresa y echar a los funcionarios sin que pudieran tocar un solo papel.

A partir de entonces, YPF pasó a pertenecer en un 51% al Estado y a las provincias petrolíferas, un 12% conservó Repsol, un 7% terminó en manos de Carlos Slim por la ejecución de sus propios créditos contra los Eskenazi, y el resto está en las bolsas.

Los españoles, que de bobos tienen poco, armaron una inteligente estrategia para forzar un arreglo con el Gobierno: inició demandas preventivas ante tribunales de varios países, con las cuales amenazó a cualquier compañía que pretendiera invertir en YPF, y bloqueó así todos los esfuerzos del Mago Galucchio para conseguir indispensables acompañamientos para Vaca Muerta.

El mismo aullante Bambino, ahora con cara compungida, nos informó que se ha llegado a una solución para el problema. Argentina pagará a Repsol, en bonos, US$ 5.000 millones netos, o sea, tendrá garantías suficientes para que, cuando decida venderlos, siempre perciba esa suma. En resumen, nuestro país emitirá deuda soberana por un importe cuyo monto se ignora, pero se estima entre US$ 1.000 y US$ 3.000 millones adicionales, y con una tasa de interés que supera –en realidad, casi triplica- la que pagan Bolivia, Uruguay, Paraguay, Perú y Chile por su deuda a treinta años; si esto es un nuevo negociado, ya se verá.

Lo más notable es que no se conoce quién y con qué criterio valuó las acciones, pese a que la ley ordena que sea el Tribunal de Tasaciones quien fije el monto de la indemnización a pagar.

Esta larga explicación justifica que doña Cristina sea destituida, siguiendo los pasos previstos en la Constitución, ya mismo. Si ese hecho se concretara, en realidad lo considero imposible por ahora, un nuevo gobierno, confiable y serio, reduciría sensiblemente el riesgo-país que hoy padecemos y, con eso, también la tasa de interés a pagar.

También, al sincerar las cifras de la inflación y del crecimiento, nos evitaría tener que efectuar el pago –ya confirmado- por los cupones atados al PBI, que he denunciado desde hace meses como un nuevo saqueo y que alcanza a otra sideral suma: entre US$ 2,5 y 4.000 millones. Y lo califico así por una respuesta que usted mismo podría dar a una pregunta elemental: si todos los bancos y las agencias de riesgo decían que la Argentina no creció el año pasado, ¿quiénes pudieron comprar esos cupones si no fueron aquéllos que sabían que podían falsear las estadísticas?

Lo absurdo y más preocupante es que, en la práctica, la ciudadanía nada sabe ni le interesan estos hechos, pese a que ellos son los causantes de la inflación que hoy los azota. No vincula la corrupción al deterioro de su propia vida. Tal vez, como alguien me dijo, se deba a que “entre los pueblos sajones, la cosa pública es de todos; entre los latinos, no es de nadie”.


Bs.As., 26 Feb 14

viernes, 21 de febrero de 2014

Dardo Otonello, la basura y la basura.

Hola doc!
¿Como anda?
Me enteré que contento, porque con su banda le ganó a la banda de Pereyra.
Bueh...Espero que me perdone la licencia poética, porque no hay que ser muy astuto para darse cuenta que son lo mismo, pero, en fin: Es lo que hay.
No puedo dejar de relacionarlo con la basura.
Y ya que hablamos de basura, el delincuente Rubén Omar Soria, alias "Pito", que tanto lo ayudo, solía enrostrarle su origen radical.
Eso no me parece bien.
Uno puede cambiar de "ideas", y en última instancia en un negocio, uno hoy vende una cosa, mañana otra....El tema es vender.
Y si no se vende esto, podemos vender aquello:¿Que mas da?
Pero en referencia a la basura, debo recordarle, que en el negocio mas escandaloso y oneroso del municipio de Florencio Varela, inicié una causa penal bastante interesante.
Y usted se expidió publicamente, asegurando, Junto a Rios disponer de documentación y pruebas sobre los negociados.
¿Se acuerda?
¿Se acuerda que fuí seis veces a su estudio, con la promesa de que me facilitaría la documentación, que jamás me facilitó?
Si no se acuerda, se lo puedo mostrar en colores.
Hubo otros que hicieron su negocio con la basura, ya que hablamos de basura.
Otro que lo precedió en la "oposición", el delincuente Gabriel Sifredi.
Paradojas.
Mientras el delincuente Daniel Zisuela renunciaba en conferencia de chupamnedios, yo estaba en una canal nacional divulgando con testigos calificados y documentación la infiormación que usted "descubrio"  un lustro después.

¿Se acuerda de Zisuela, no?
El delincuente a la izquierda de la foto y que lo acompañó en esta gesta heroica que usted ha emprendido.
¿En que lugar de su desempeño politiqueril perdió la vergüenza doc?
Porque, hay que ser desvergonzado para presentarse en sociedad con esa troupe.
Pero bueno, trato de ser comprensivo.
Igual, no me sale.
Expliqueme a Carpinetti, sin Zisuela y sin Rios.
Expliqueme a Pereyra, sin Zisuela y sin Rios.
Digo: si puede y tiene ganas.
Porque yo no puedo.
Que alquimia extraña y secreta convierte a esos tipos en...."renovación".
Mi desorientación es desesperante.
He leido sus notas alquiladas en pasquines y chupamedios locales y estoy azorado.
Zisuela (también en colores) lo tengo alternativamente reivindicando a Menem, Cafiero, Duhalde, y creo que zafó el perro Pluto.
Este miserable calificado, ahora es un precandidato a intendente.
Un tipo con sangre en los bolsillos.
¿Se acuerda de "La voz del campo"?*
¿Y de Los Redonditos de ricota?**
Digamos que el renovador iba del mundo del espectáculo a la producción agropecuaria, y todo esto mientras dirigía un club de futbol y hacia gremialismo, con perdón de la palabra.
Que versatilidad!!!!
Especialmente para un semianalfabeto funcional.
Rios, cuando proponía romperme los huesos, seguro que lo hacía pensando en el bien común.
Tanto Rios como Zisuela y el resto de la troupe, aparentemente estuvieron en Nepal todo este tiempo y fueron miembros de algún partido secreto.Fueron partícipes de la banda que saqueó el municipio.
Si no me cree, puedo aburrirlo con algunas cositas que votaron y otras que dijeron.
El concejal"hemos supido", alias Rios, al igual que Zisuela aplaudieron como monos de relojería cuando el delincuente Julio Cesar Pereyra nombró intendente honorario a Carpinetti, solo días antes de desbarrancarlo.
Se lo recuerdo, porque el que sigue es usted.
Hay silencios que aturden.
Cuando un delincuente es infraccionado en el municipio entra gritando que conoce a Rios, y todos felices.
En San Jorge, pudimos recoger hasta las cápsulas de sus opiniones en la calle.
Vea.
En estos años vi como compraron o alquilaron a la UCR, Frente Grande, Modin, PI, Pais, y otros grupos circenses.Todos se vendieron con armas y bagajes.
Pero lo cierto es que el saqueo escandaloso, jamás se detuvo.Solo cambió de forma y nombre.
Mire.
Hasta es aburrido decir que usted es mas de lo mismo.
Solo que hoy me levanté reflexivo, y como los tipos como usted me tienen las pelotas llenas, ejercito el sano trabajo catártico de expresar algunas cositas.
La verdad, es que usted en el trato parece un tipo macanudo, pero sucede que estamos hablando de política y función pública.
No lo tome a mal.
Pero en la vida hay que dejar constancia.
Cualquier cosa, alquile otra nota a algún desinformador a cuerda local o en algún chupamedio permeable y siga festejando
Eso si.
Cada vez que mire por sobre su hombro, me va a ver a mi.
Saludos cordiales, doc!

*"La  voz del campo".Proyecto del narcopereirismo que incluía a los trabajadores desocupados en la producción agropecuaria, y que fué una estafa escandalosa perpetrada por Zisuela que se robó la producción y los sueldos.

**"Los redonditos de Ricota".Escándalo por una extorsión de Zisuela a la productora que había organizado un recital del grupo en el distrito.
(Notas de la redacción).

miércoles, 19 de febrero de 2014

ALEGATO FRENTE AL OPROBIO.


El contexto
El presente alegato lo escribo desde mi rol de dirigente político acreditado por doce años de participación en dicha actividad, durante los cuales contribuí a la creación del partido Nueva Unión Ciudadana, con personería en la provincia de Buenos Aires y fui cuatro veces candidato a Diputado Nacional y una vez candidato a Diputado en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, por distintas fuerzas y alianzas. Me mueve a hacerlo una situación que considero oprobiosa, como es la flagrante y sistemática violación de los derechos humanos que sufren los militares imputados por delitos denominados de “lesa humanidad” que es ignorada por la justicia, los medios y las organizaciones públicas y privadas que deberían velar por evitar este tipo de agravios. Aspiro a que quede constancia histórica de que al menos un dirigente político se apartó de la mordaza que impone el temor a exceder lo políticamente correcto y aunque detento la condición de militar retirado eso no quitará a mi testimonio el valor de provenir de un miembro de la dirigencia política nacional.

Hace algunos años, cuando se comenzó a mencionar la posibilidad de declarar inconstitucionales las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, consulté la opinión de un prestigioso jurista quien me aseguró que dichas leyes estaban ratificadas por numerosos fallos de la Corte Suprema de Justicia y que, en todo caso, aunque se consumara un hecho como el planteado, no tendría validez práctica pues desde el punto de vista del derecho las leyes no pueden modificarse ni aplicarse en forma retroactiva, ni se pueden vulnerar derechos adquiridos ni se puede volver a juzgar a quien haya sido previamente juzgado o indultado. El tiempo me demostró que mi ilustrado interlocutor conocía profundamente las cuestiones jurídicas pero no podía anticipar la forma desmesurada y descarada con que la dirigencia política argentina, avalada por una justicia acomodaticia, sería capaz de pasar por encima de toda la estructura del derecho en su afán de conseguir un objetivo político.

Con la llegada de Néstor Kirchner a la presidencia, se inició el ataque final contra todo lo que se había actuado y construido en la materia, con el apoyo de legisladores de diferentes corrientes ideológicas y partidos políticos, algunos de ellos con coincidencia plena y otros temerosos de que sostener una actitud conforme a derecho los ubicaría bajo la sospecha de ser cómplices o tolerantes de un gobierno militar. La anulación de leyes y de indultos en forma parcial, así como la incorporación de figuras jurídicas novedosas tales como los delitos de “lesa humanidad” se aplicaron en forma retroactiva violando sin pudor principios universales del derecho, con el aval de una nueva Corte Suprema de Justicia que reemplazó a la mayoría de los miembros de la Corte anterior que fueron sometidos a juicio político. Uno de esos miembros salientes me manifestó que la condición que le plantearon para evitar ese juicio era precisamente comprometerse a aceptar la anulación de las leyes citadas a lo que se había negado por razones de principios. Solo el tiempo y la historia podrán probar esa afirmación pero lo cierto es que la nueva Corte convalidó todas las aberraciones jurídicas que quedaron bajo su arbitrio cuando de juzgar a militares se trató.

Si existía alguna duda de que la justicia en Argentina fue inmolada en el altar de la política fue justamente el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, quien se encargó de disiparla al expresar en un libro de su autoría que “los juicios de lesa humanidad forman parte del contrato social de los argentinos y constituyen una decisión colectiva, un consenso que va más allá de cada dirigente, que no tiene dueño y que, como dijimos antes, nadie puede ya impedir”. Esta expresión de voluntarismo de tono eminentemente político que no admite siquiera la posibilidad de la preeminencia del derecho, demuestra además una postura absolutamente comprometida y anticipada de quien preside el tribunal que, en última instancia, deberá juzgar las apelaciones y los cuestionamientos jurídicos que pudieren plantearse a esa supuesta “decisión colectiva” de los argentinos.

Expresado en los términos crudos de un político cínico, lo actuado se puede sintetizar en la idea de que los militares cometieron para su criterio crímenes tan graves que había que encontrar los recursos jurídicos para juzgarlos y condenarlos aunque para ello fuera necesario ignorar los obstáculos planteados por el derecho. Lo que muchos sectores que adscribieron a esta teoría comprobaron luego duramente fue que el gobierno una vez que comprobó que podía pasar por encima de los diques que la ley ponía a sus apetencias, continuó usando el recurso contra otros grupos arremetiendo contra empresas, medios de comunicación y opositores, llegando a tratar de imponer una reforma judicial que la Corte rechazó, ya en última instancia, cuando comprobó que también venían por ella. Estos hechos no quedarán impunes. Como no quedarán impunes los abusos con las millonarias indemnizaciones que primero llegaron a los familiares de los “desaparecidos”, para continuar luego con los exiliados y con los terroristas que cayeron atacando cuarteles en períodos democráticos hasta llegar al extremo de malversar los recursos del Estado pagando a familiares de terroristas ejecutados por terroristas en nombre de la “justicia revolucionaria”. Tanto abuso impune, tanto descaro para juzgar a militares mientras se ignoran jurídicamente los crímenes guerrilleros o se rechazan los reclamos de los familiares de víctimas del terrorismo serán juzgados por la historia y en muchos casos, por tribunales más ecuánimes y justos que los que actualmente siguen la corriente dominante, ignorando la justicia y el derecho.

El núcleo
Sin embargo y pese a la gravedad de lo expresado, el núcleo de mi alegato está apuntado a algo más inmediato y urgente, más grosero y aún más oprobioso, por lo que su tratamiento no admite dilación. Esto es la forma desembozada en que se violan los derechos humanos de los más de mil militares que se encuentran sometidos a juicios en causas vinculadas justamente a la violaciones de derechos humanos. Esta cuestión, no la expreso en forma de opinión o de apreciación subjetiva. Las agrupaciones constituidas por familiares de los detenidos y los abogados defensores, han expuesto reiteradamente con nombre y apellido los numerosos casos de ciudadanos con estado militar que cumplen prisión preventiva durante períodos que triplican lo que autoriza la ley. Peor aún es la sistemática negativa a conceder la prisión domiciliaria a detenidos con edades superiores a los setenta años que padecen enfermedades que requieren tratamientos que no pueden ser seguidos en los centros de detención en que viven en condiciones precarias. Esa falta de atención médica adecuada ha llegado al extremo de que se prohíba a los detenidos ser atendidos en institutos médicos dependientes de su obra social, como castigo por la fuga de dos imputados de un nosocomio militar. Como consecuencia de estos agravios y de los traslados en condiciones inadecuadas e insoportables para las patologías y las edades de los imputados, se ha producido ya un número de más de 200 decesos, algunos de ellos que reflejan una notoria e inaceptable falta de atención médica. Toda la información al respecto está disponible y debe ser urgentemente investigada pues estas violaciones a los derechos humanos se están produciendo en estos días y en esta sociedad en la que convivimos.

No es en este escrito en que citaré caso por caso (tengo la posibilidad de hacer llegar los datos específicos a quien los requiera) pero basta relatar cómo situación paradigmática el fallecimiento de Jorge Rafael Videla, que según información pública tenía al morir fracturas producidas en prisión que no habían recibido adecuado tratamiento. Justamente por ser el mayor imputado, su juzgamiento debería haber sido un ejemplo del respeto a los derechos humanos, las formas y los procedimientos, que diferencian a un Estado vengativo de un Estado justo. Pero si ni siquiera en este caso de segura repercusión se atendieron estas cuestiones menos aún se les da importancia en el cuidado de la situación de los cientos de detenidos de origen militar con condena o prisión preventiva.

Si las cuestiones enunciadas son intrínsecamente oprobiosas en el contexto de una sociedad que pretende vivir en estado de derecho, se alcanza el paroxismo cuando se trata el caso de los cientos de militares, de policías y miembros de las fuerzas de seguridad y aun de algunos civiles, que se encuentran imputados a pesar de que no tuvieron relación con los hechos vinculados a su acusación. La cuestión es que después de que fueron juzgados los miembros de las Juntas Militares y los altos mandos que condujeron las operaciones y establecieron los procedimientos en la lucha contra la subversión, el afán persecutorio se extendió sobre los oficiales de baja graduación y suboficiales, elaborando razonamientos y argumentos ajenos a las normas jurídicas pre existentes, que han llevado a los tribunales a los imputados tan solo por ocupar cargos propios de su profesión o por participar de operativos contra la guerrilla aun en tiempos de democracia. La falta de objetividad y el respeto del principio de inocencia se hacen evidentes y solo se traen a colación cuando se tratan casos de interés para el gobierno como sucedió con el actual Jefe de Estado Mayor del Ejército demostrando una inaceptable parcialidad.

Se han formulado acusaciones bien concretas contra la animadversión evidenciada por jueces y fiscales y la respuesta es que “al menos se les concede a los militares un juicio, cosa que ellos no ofrecieron a sus víctimas”. Según esta aberrante línea argumental se vuelve al concepto de que la gravedad de los crímenes de que se acusa a los militares (sin presunción de inocencia) es tal, que ni siquiera es exigible un juicio justo. Al llegar a este punto es necesario admitir que se hace imprescindible un replanteo inmediato de este proceso acusatorio que ha excedido los límites de la justicia para caer en las ciénagas morales de la venganza.

Es en beneficio de la salud moral de la república y la dignidad que merece nuestra sociedad, que ante la gravedad de los hechos que describo, avalado por las denuncias de familiares y abogados defensores que son sistemáticamente ignorados y desoídos, debería realizarse una inmediata investigación de la situación procesal de los más de mil detenidos en causas vinculadas a la violación de derechos humanos.
Dicha acción debería poner un tope a las “prisiones preventivas perpetuas”, remitir a prisión domiciliaria a los mayores de setenta años y a los aquejados de enfermedades que requieren tratamientos que no pueden cumplirse en prisión y liberar de la acción penal a todos aquellos oficiales y suboficiales que por su jerarquía carecían de toda capacidad de decisión y contra los cuales no hay acusaciones personales.
Esto responde a un elemental respeto a los derechos humanos que merece todo individuo y requiere una acción inmediata, sin perjuicio del análisis de las cuestiones de fondo respecto de las anomalías jurídicas de la figura de lesa humanidad, su aplicación retroactiva, la valoración del contexto en el cual se desarrollaron las acciones objeto de acusación y la asimetría en la consideración de guerrilleros y militares a la hora de penalizar conductas.

He expresado que escribo este alegato desde el punto de vista del dirigente político. No persigo por cierto con ello conseguir votos para la próxima elección, ya que soy consciente de lo políticamente incorrecto de mi posición en el actual contexto. Tampoco cuento con que lo que expreso sea del agrado de los detenidos o sus familiares. Mi objetivo es ofrecer a la sociedad argentina la oportunidad de modificar una situación que en el futuro llevará a avergonzarse cuando los hechos que relato cobren notoriedad y obliguen al remanido recurso de pretextar ignorancia. Hoy, en nuestro país, se están violando los derechos humanos de un numeroso grupo de detenidos y no hay excusa que justifique ese atropello.

Para asegurar que la información llegue a quienes tienen que conocerla y actuar en consecuencia espero poder hacer llegar este escrito a diversos protagonistas de la vida social:
A las autoridades de la Iglesia Católica Argentina para que hagan visible su proverbial vocación por la defensa de los derechos humanos.
A su santidad, el Papa Francisco, a quien no puede privarse de conocer esta oprobiosa situación que se está produciendo en su país de origen y que ya comenzó durante su episcopado.
A los Senadores y Diputados nacionales, a pesar de la animadversión que muchos de ellos puedan sentir por los militares que revistaban en actividad durante el período de gobierno militar, justamente para que demuestren que su respeto por los derechos humanos está por encima de la condición de quienes sufren su violación.
A las jueces de la Corte Suprema de Justicia, quienes ya recibieron información por parte de familiares de los detenidos pero que aún no han respondido ni actuado al respecto.
A los dirigentes de los partidos políticos, grandes y pequeños, que consideren que la universalidad de los derechos humanos no debe admitir parcialidad ni excepciones.
A los medios de comunicación, cuyos eficientes e inquietos equipos de investigación han ignorado hasta el presente estas situaciones que algunas veces aparecen tímidamente en alguna de sus editoriales.
A las organizaciones defensoras de los derechos humanos nacionales, para darles la oportunidad de demostrar que sus principios no tienen límites ideológicos y a las extranjeras, que celebran que en la Argentina se juzgue a los militares pero que callan ante las denuncias de vicios de procedimiento y violaciones de derechos.

A todos ellos les pido que no teman hacer oír su voz en defensa de una verdadera justicia y de los derechos humanos del más excluido de los sectores sociales, el militar argentino, porque ningún hombre o mujer de buena fe los acusará de complicidad ni de connivencia y podrán evidenciar, en cambio, la pureza de sus convicciones.

Liberemos a la sociedad argentina del oprobio de la injusticia, si queremos sinceramente dejar un legado cabal a las futuras generaciones.
Buenos Aires, 14 de febrero de 2014

Juan Carlos Neves
Presidente de Nueva Unión Ciudadana

Correo Electrónico: nevesar@yahoo.com.ar
Twitter: @NevesJuanCarlos

sábado, 15 de febrero de 2014

Después de 15 años de Revolución bolivariana el pueblo venezolano ha madurado.

Ante los hechos violentos generados por marcha opositora en Venezuela

Sobre todo, ha aprendido de las lecciones del pasado reciente, concretamente de las experiencias de abril de 2002 y de abril de 2013, que le permitieron conocer de cerca lo que es el fascismo.

Los hechos violentos que lamentablemente tuvieron lugar hoy en la ciudad de Caracas y en otras del país (Que no terminan aún) y que dejaron ?de acuerdo a la información ofrecida por el alcalde de Caracas, Jorge Rodríguez? un saldo de al menos dos fallecidos y 23 heridos, han sido condenados por la alta dirigencia del Gobierno Nacional, la cual ha manifestado todo su apoyo a la Fiscal General en el objetivo de imponer la justicia ante el desparpajo y salvajismo de una manifestación que terminó destrozando la fachada de la sede principal de un poder del Estado, quemando cinco unidades del CICPC, destruyendo los espacios adyacentes y, lo más repudiable, acabando con la vida de personas.

Como diversos materiales y testimonios lo han evidenciado, durante la marcha de los ?estudiantes? de la oposición, las consignas que se expresaban hablaban de muerte y destrucción, de tumbar a un Gobierno al que califican de autoritario y represor, como ya lo hemos visto y escuchado en otras puntuales ocasiones. De tal manera, no podemos dejar de hacer un llamado a los sectores sensatos de la oposición, e incluso a los que dicen no identificarse con ninguna posición política, dado que el 12 de febrero de 2014 será recordado por la gloria de la juventud patriota bicentenaria, pero también como un día en el que se volvió a evidenciar de qué lado está el despropósito, la violencia, la manipulación, la oscuridad política y el odio.

Entretanto, las redes sociales volvieron a desempeñar un papel central como fuente de información y termómetro de las reacciones de los diversos sectores de la opinión pública. En tal sentido, de la diversidad de reacciones observadas, podemos destacar que existe, por un lado, una imperturbable consciencia capaz de contener la indignación y el deseo de retaliación y justicia popular, para hacer un llamado a no caer en lo que puede considerarse la más grave y frontal provocación que ha recibido el chavismo en los últimos meses. De otro lado, lo que con más facilidad puede colegirse de los análisis en la radio y los mensajes en redes sociales como el twitter, es una determinante exigencia de justicia.

Ahora bien, conviene ubicar los hechos en su contexto. La oposición venezolana se encuentra dividida, y atraviesa una de sus peores crisis como alternativa política unitaria, si es que alguna vez lo han sido. Derrotada electoralmente en ocasiones sucesivas, y con el que ha sido su líder hasta el momento, Henrique Capriles, bajando el tono de su discurso, rindiendo cuentas por primera vez en la Gobernación y reuniéndose con el ministro Rodríguez Torres para coordinar políticas de seguridad, el dirigente de Voluntad Popular, Leopoldo López, parece haber tomado el testigo para volver por los fueros violentos y golpistas de factura fascista, y proyectarse así internacionalmente como el arrojado líder que se mantiene firme en la lucha contra el rrégimen. Además, se sabe que la estrategia que pretenden implementar es la de la desestabilización al estilo Ucrania, libreto que ya se viene estudiando y denunciando. Venezuela, como Ucrania, no está atravesada de gasoductos y oleoductos, pero ya se sabe que es la principal reserva de petróleo del mundo.

De tal manera, en una situación de debilidad creciente, sobre todo por el terreno que el Gobierno viene ganando en materia económica y de seguridad ciudadana, las acciones violentas de hoy podrían estar dando cuenta de la desesperación y de la crisis de liderazgo de una oposición que ya no tiene argumentos para deslegitimar al Gobierno; ni siquiera para decir que no están siendo convocados al diálogo y la participación en la definición y ejecución de políticas públicas como la Misión A Toda Vida Venezuela o el Plan Patria Segura.

El presidente de la República ya ha fijado posición. Si el Gobierno bolivariano cayó en algún momento en el chantaje según el cual, si el Estado impone su autoridad ante la violencia entonces eso es autoritarismo, conviene que esta vez hile fino en el ejercicio de su autoridad, dado que la estrategia antichavista dura sigue siendo eminentemente mediática. Maduro anunció el lanzamiento el próximo viernes del Plan de Pacificación Nacional. El pueblo pide la interrupción del guión golpista y el cese de la impunidad.

viernes, 14 de febrero de 2014

EL GASTO PUBLICO.

Unos piden y repiten como loros una convocatoria nacional; otros desde el trono piensan aumentar tarifas y reducir subsidios, se lo puede hacer produciendo un daño y una situación incontrolable mayor, pero también puede hacerse disolviendo las madres de plaza de Mayo y todos sus emprendimientos, radios, universidades, construcciones; encarcelando a Boudou, Báez, De Vido, López, Echegaray, Randazzo, Moreno, Kicilof, y los Kirchner y confiscando todos sus bienes personales y familiares; hay también una legión de Jueces, fiscales y ministros de la Corte. 

Es más difícil pero la fácil nunca resuelve nada; de todas maneras a ello habrá que llegar tarde o temprano. Que no se quejen los que incubaron la división el enfrentamiento, el odio y el hartazgo, será el resultado su obra maestra. 

La diferencia reside en que haciendo la mansa y económicamente ortodoxa los que no tienen pasan asubsidiar a los ladrones.

El go­bierno de­nun­cia un com­plot de la de­re­cha para im­po­ner un ajus­te bru­tal sobre los tra­ba­ja­do­res.

El kirchnerismo en su hora más crítica

El go­bierno de­nun­cia un com­plot de la de­re­cha para im­po­ner un ajus­te bru­tal sobre los tra­ba­ja­do­res, lo cual es en­te­ra­men­te cier­to. ¿Y qué hace en­ton­ces? Pone a la Pre­si­den­ta a anun­ciar que los ju­bi­la­dos re­ci­bi­rán en marzo la mi­se­ra­ble suma de $ 2700, al tiem­po que ame­na­za a la clase media que com­pra pa­té­ti­cos 200 dó­la­res con re­ti­rar­le el sub­si­dio a los ser­vi­cios de luz, gas y agua; y a los di­ri­gen­tes gre­mia­les los re­con­vie­ne para que no re­cla­men au­men­tos sa­la­ria­les.
Ver­da­de­ra­men­te, si algo ne­ce­si­ta­ba la de­re­cha para se­guir avan­zan­do, son estas res­pues­tas del kir­ch­ne­ris­mo ante la ofen­si­va que de­nun­cia. En vez de re­cu­rrir a los tra­ba­ja­do­res para fre­nar a los cons­pi­ra­do­res, los cas­ti­ga des­car­gan­do sobre ellos el ajus­te que le exige la pro­pia de­re­cha.
Es lo que hizo Isa­bel Perón en 1975: “los mi­li­ta­res no me van a de­rro­car por­que yo voy a apli­car el pro­gra­ma que ellos re­cla­man”. Así le fue. En tiem­pos de cri­sis, si no avan­za la re­vo­lu­ciòn, avan­za la con­tra­rre­vo­lu­ción.
Es ab­sur­do com­ba­tir los au­men­tos de pre­cios lla­man­do a una “huel­ga de con­su­mi­do­res”. Un go­bierno na­cio­nal-po­pu­lar y re­vo­lu­cio­na­rio mo­vi­li­zarìa a las masas tra­ba­ja­do­ras y, apoyàndose en ellas, es­ta­ti­za­ría las em­pre­sas de ser­vi­cios pú­bli­cos, na­cio­na­li­za­ría el co­mer­cio ex­te­rior, ex­pro­pia­ría a la bur­guesìa agra­ria e im­pondrìa el poder de policìa sobre los for­ma­do­res de pre­cios, y sobre los ma­ni­pu­la­do­res de la opi­nión pú­bli­ca, como Clarìn y La Na­ción. Pero, ¿no es de­ma­sia­do osada tal pro­pues­ta? ¡Claro que lo es! Para re­to­mar el ca­mino de la Re­vo­lu­ciòn Na­cio­nal abier­ta el 17 de oc­tu­bre de 1945, pro­fun­di­za­da en mayo de 1969 y con­ti­nua­da el 2 de abril de 1982, no hay que ac­tuar como bu­ró­cra­tas achan­cha­dos sino pa­trio­tas re­vo­lu­cio­na­rios, como los que es­cri­bie­ron con su san­gre las me­jo­res pá­gi­nas de la his­to­ria ar­gen­ti­na.
La pre­gun­ta es: ¿el go­bierno no hace lo que debe ha­cer­se de­bi­do a meras “li­mi­ta­cio­nes” o “erro­res”, o de­bi­do a su na­tu­ra­le­za de clase, es decir, a de­ter­mi­na­cio­nes es­truc­tu­ra­les? Quie­nes se in­cli­nen por la pri­me­ra al­ter­na­ti­va deben so­me­ter­la a prue­ba exi­gien­do dar la pelea a fondo con­tra el enemi­go al ace­cho. ¡Ha lle­ga­do el mo­men­to de que agru­pa­cio­nes ofi­cia­lis­tas como La Cám­po­ra den cuen­ta de su razòn de ser ba­jan­do desde los des­pa­chos hacia la calle, para dar la ba­ta­lla con­tra el enemi­go an­ti­na­cio­nal y an­ti­po­pu­lar! Quie­nes cree­mos que las “li­mi­ta­cio­nes” del kir­ch­ne­ris­mo obe­de­cen a que nunca llegò a con­for­mar una ex­pre­sión de Fren­te Na­cio­nal An­ti­im­pe­ria­lis­ta, de­be­mos lla­mar a cons­truir una or­ga­ni­za­ción po­lí­ti­ca in­de­pen­dien­te, con un pro­gra­ma que ar­ti­cu­le las ta­reas de eman­ci­pa­ciòn na­cio­nal con las de eman­ci­pa­ciòn so­cial.

Cri$tina.

Cristina contra Cristina

Según in­for­ma hoy Pá­gi­na/12, desde que el go­bierno ali­vió el “cepo” y per­mi­tió la com­pra de dòlares, se rea­li­za­ron unas 460 mil ope­ra­cio­nes por 235 mi­llo­nes de dó­la­res. Si di­vi­di­mos la can­ti­dad de dó­la­res por la can­ti­dad de ope­ra­cio­nes, el re­sul­ta­do es de unos 500 dó­la­res por ope­ra­ción. Es decir, unos 4 mil pesos.
¿No es evi­den­te que las per­so­nas que se toman el tra­ba­jo de pedir la au­to­ri­za­ción para ope­rar y hacer la cola en el Banco para com­prar tan exi­gua can­ti­dad son tra­ba­ja­do­res que se ma­ne­jan en el “chi­qui­ta­je”? Yo mismo, si tu­vie­ra energìas para lle­nar la ficha de la AFIP, im­pri­mir­la y hacer la cola en el Banco, irìa a com­prar unos 100 o 200 dòlares para tener guar­da­dos. No más que eso. Ni me au­to­ri­zarìan una suma mayor, ni podrìa com­prar una suma mayor.
Ahora bien: ¿qué re­sul­ta­do puede tener la ame­na­za cris­ti­nis­ta de ajus­tar los ser­vi­cios de gas, luz y agua a los tra­ba­ja­do­res de clase media y clase media baja que com­pran unos pocos dòlares? ¿No es evi­den­te que sólo puede co­se­char el re­pu­dio de estos tra­ba­ja­do­res? ¿Y no es evi­den­te que los rèditos polìticos los cobra la opo­si­ción de­re­chis­ta de Cla­rín, La Na­ción, el ma­cris­mo, el neo­me­ne­mis­mo o el “pro­gre­sis­mo” de Ca­rrió-UCR-So­la­nas? O sea: ¿no es evi­den­te que la ame­na­za cris­ti­nis­ta le hace el juego al im­pe­ria­lis­mo y a las fuer­zas polìti­co-me­diàticas de la de­re­cha?
Sin em­bar­go, serìa in­co­rrec­to con­cluir que la res­pues­ta cris­ti­nis­ta cons­ti­tu­ye un mero “error”. Un “error” pa­re­ce ser algo con­tin­gen­te, que bien po­dría no ocu­rrir. Sin em­bar­go, sien­do el kir­ch­ne­ris­mo un pro­gra­ma polìtico con­sis­ten­te en ti­ro­near a los po­de­res fàcti­cos sin re­vo­lu­cio­nar la es­truc­tu­ra so­cial que pone en la cús­pi­de de la piràmide a esos po­de­res, la res­pues­ta cris­ti­nis­ta no es un “error”, sino una con­se­cuen­cia ne­ce­sa­ria.
Quie­nes creen que vi­vi­mos un nuevo mo­men­to del Fren­te Na­cio­nal An­ti­im­pe­ria­lis­ta (luego de los “mo­men­tos” del 45 y el 73), de­be­rían pen­sar en què hacer para no re­pe­tir el 55 y el 76.

martes, 11 de febrero de 2014

¿EN COMA O DORMIDA?


 
CUANDO LA INJUSTICIA SE CONVIERTE EN LEY, LA REBELIÓN SE CONVIERTE EN UN DEBER"                                                                         
                                                                                                                          THOMAS JEFFERSON 
 
'ARGENTINA'  ¿Dormida, o en coma?
 
PUBLICADO EN EL NEW YORK TIMES 
 
DESPIERTA ARGENTINA!!!
Viendo su capital con sus calles empedradas, sus magníficos bulevares y sus majestuosos parques con profusión de estatuas y kilómetros  tras kilómetros de enormes edificios comprendemos que puede competir con cualquier ciudad del mundo.Podemos ver que tienen un magnífico país.
Sus hombres son cordiales y amigables y cuentan con mucha gracia.
Sus mujeres son bellas y elegantes.
Sus vinos, sus carnes, sus pieles, sus granos, son todos de  primera calidad.
Sus jugadores de fútbol y sus polistas son de primera magnitud. Ni que decir de sus artistas...
Su historia y su cultura podrían ser estudiadas por otros pueblos y tomadas como ejemplo.
DESPIERTA ARGENTINA!!!
¿Dónde está la confianza en sí mismo?
¿ Adónde se ha ido?
¿Dónde está la multitud de turistas participando de lo que Uds.. pueden ofrecer y dejando sus dineros para ayudar a su economía?  La posibilidad está en todas partes
¿Por qué no en Argentina?  ¿Dónde están sus vinos, sus  carnes y sus artículos de cuero en EE.UU. y otros mercados del mundo?
No los encuentro. artículos chilenos SI!, pero ¿Argentinos NO? ¿Por qué?
 DESPIERTA ARGENTINA!!!
Sepan vender lo que pueden ofrecer sean prósperos como lo fueron en el pasado.
Limpien sus calles y borren sus graffitis.
Muéstrenle a sus turistas realmente como son.
Uds. mejores que la corrupción.
El funcionario que roba del dinero publico debe ser considerado un delincuente  común.       
Métanlo preso, esta matando su economía y robándole su orgullo como país.
Exijan que las cuentas Públicas sean Públicas a través de Internet y la corrupción y los corruptos se irán a a sus casas al ver que la política no es el ámbito para robar !!!
DESPIERTA ARGENTINA!!!
Uds. son mejores que una república bananera corrupta.  Yo he tenido el privilegio de permanecer mucho tiempo en Argentina.Amo Argentina y quiero a los argentinos.
DESPIERTA ARGENTINA!!!
Compartan con el mundo lo que Uds. realmente son.
Compartan lo que han compartido conmigo.
 
DESPIERTA ARGENTINA!!!
POR FAVOR!!! John C. Broome
Fresno - California
Si a ustedes les sucedió lo mismo que a mi al leer este mail, por favor, reenvíenlo a sus amigos, tal vez con algo tan simple lograremos despertarnos
 
 
John C. Broome writes for the New York Times and lives in Fresno, California. Argentina situation.
 

EMBESTIR LOS SÍNTOMAS.

HACER LO DIFÍCIL NO LES SALE - EL CAPRICHO DE EMBESTIR LOS SÍNTOMAS.

Negar la estrecha relación entre emisión monetaria e inflación ya no resulta razonable. Los dirigentes y los economistas lo saben cabalmente. Sin embargo, la política contemporánea prefiere brindar una infantil e incorrecta descripción del problema.

Esto no es casualidad. El oficialismo no está dispuesto a dejar de emitir irresponsablemente porque ello implicaría reducir el gasto estatal con todo lo que conlleva esa determinación. Los políticos no desean hablar de ajuste. Temen por las consecuencias electorales que se derivan de ese término. Después de todo, son ellos los que se han ocupado con perseverancia de engordar el aparato estatal durante años. Desarmar ese engendro significaría, para su concepción de la política, una absoluta calamidad.

Su estrategia es buscar responsables fuera de su entorno, culpando a los especuladores, comerciantes y empresarios, formadores de precios, para luego fabricar la ficción de una verosímil conspiración que pretende sacarlos del poder. Sus intelectuales y técnicos se ocupan de darle contenido a la gran mentira, manoseando números, aportando rebuscados razonamientos y manipulando hechos aislados que hagan posible su interpretación.

Instigan a la ciudadanía para que ataque a los supuestos culpables, con escraches y campañas de hostigamiento que erosionen el prestigio de las empresas hasta el punto de personalizar el embate señalando a los enemigos públicos como si fueran los verdaderos generadores de inflación. Ellos saben que no es cierto, lo que los convierte además en cínicos.

Si por un momento se aceptara su disparatada versión y la inflación fuera realmente engendrada por otros y no por la insensata emisión de moneda que ellos mismos instrumentan cotidianamente, cabría reclamarles entonces una decisión que resultaría tan simple como efectiva para resolver las dificultades del planeta. Si la emisión monetaria NO explica la inflación pues entonces podrían crear dinero ilimitado para todos, repartiendo millones entre los ciudadanos y así acabar definitivamente con la pobreza.

En ese mundo de ilusión, se podría dejar de trabajar y dedicar todo el tiempo al ocio, ya que el dinero fluiría mágicamente desde las arcas del Banco Central hacia las personas, sin esfuerzo alguno. Todos serían ricos. Pero en realidad no lo hacen porque la emisión genera inflación y ellos lo saben. Este lineal razonamiento refuta cualquiera de sus retorcidas teorías.

No es que ellos deseen convivir con la inflación. Es solo su daño colateral. En realidad no están preparados para dejar de emitir porque no conocen otra forma de hacer las cosas que gastar mucho, siempre con dinero ajeno. Les fascina repartir recursos. Es su especialidad. Hacer lo difícil no les sale, porque supone sacrificio, honestidad e inteligencia y tienen poco de eso.

Pero nada de esto se puede implementar sin la connivencia de otros actores. Por un lado, los opositores piensan demasiado parecido, por eso no proponen abiertamente la extinción de la herramienta emisora de dinero. Pero existe un cómplice necesario e imprescindible para que esto ocurra y es la expresa participación de una sociedad que se presta a este juego sin darse cuenta que es la que siempre paga los platos rotos.

A algunos les resulta más fácil ignorar las verdaderas causas de los problemas que enfrentarlas. Evadirse de la realidad es un mecanismo habitual, mas aun cuando comprender el fondo de la cuestión implica admitir responsabilidades propias. No es fácil abandonar el aparente confort del presente para dedicarse a una nueva construcción más sensata, que requiere de un trabajo lento y sacrificado que incluye elevados costos.

La clase política conoce esta dinámica al detalle y con gran hipocresía la aprovecha. Lo hace a sabiendas, asumiendo que es el único modo que conoce de hacer política, llegar al poder y disfrutarlo. Los políticos prefieren hacerse los distraídos. Lo que preocupa es que la gente sea funcional a la mentira y se deje engañar ya no por falta de explicaciones, sino porque el diagnóstico ofrecido importa hacerse cargo y obrar en consecuencia.

A estas alturas ya no es ignorancia sino solo el deseo de vivir una fantasía. Hasta que la sociedad no exija que el Estado deje de gastar mucho y mal, los gobiernos seguirán recurriendo al saqueo sistemático vía impuestos, quedándose con una parte del esfuerzo de los individuos, endeudándose y apelando a la máquina de fabricar dinero para cubrir sus despilfarros.

Es la sociedad la que debe salir de este círculo vicioso. Para eso será necesario ocuparse en serio de resolver las causas profundas exhortando a los políticos para que hagan lo necesario y así abandonar de una vez por todas, el capricho de embestir los síntomas.

Alberto Medina Méndez
albertomedinamendez@gmail.com

lunes, 10 de febrero de 2014

El derrame.


por María Oliva 

Una de las teorías económicas más difundidas en la década del 90 en América latina y que no funcionó, sostenía que un aumento importante de riqueza material en algunos sectores de la sociedad terminaba desbordando el entorno más cercano hasta afectar al total de la población.
Conocida como ‘teoría del goteo’’ o ‘efecto derrame‘, sostenía que un mayor crecimiento en sectores específicos, terminaría produciendo mayores ingresos, mayor empleo y mayor consumo a la sociedad en general.
Su fracaso en América latina fue interpretado en algunos casos por la falta de eficiencia de los gobiernos en saber aprovechar la coyuntura, pero las últimas estadísticas conocidas en Estados Unidos demuestran que tampoco en el paladín del capitalismo dan resultado.
Según un informe oficial divulgado ayer, pese a la recuperación económica, la pobreza se mantuvo sin cambios en Estados Unidos. La Oficina de Censos precisó que alrededor de 46,5 millones de personas (15% de la población), entre éstas casi 14 millones de hispanos, permanecieron sumidas en la pobreza en 2012, una estadística sin cambios respecto a 2011.
El presidente Barack Obama admitió el lunes, -al cumplirse el quinto aniversario de la quiebra del banco de inversión Lehman Brothers, que desencadenó la mayor crisis financiera desde 1929-, que pese a la recuperación económica, el 1 % de los estadounidenses más ricos posee el 20 % de la riqueza del país y que muchos norteamericanos siguen luchando por mantenerse en la clase media.
Una encuesta de la agencia Associated Press reveló además que la brecha entre ricos y pobres tiende a crecer al tiempo que se registró una pérdida entre los empleos industriales bien pagados.
Al menos hasta el presente, el ‘efecto derrame‘ está lejos de convertirse en realidad, inclusive en Estados Unidos. 

sábado, 8 de febrero de 2014

Pérez Esquivel sobre los presos de Las Heras: "Tenemos que denunciar las injusticias que se cometieron durante un juicio plagado de irregularidades".

ARGENTINA

OPSur 06/02/2014 


El Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, se solidarizó mediante una carta con los trabajadores detenidos y reclamó que se anule el fallo que el 12 de diciembre sentenció a cadena perpetua a tres petroleros y a cinco años de cárcel a otros siete.

A continuación transcribimos la misiva.

Queridos y queridas compañeros/as:

A través de estas líneas quiero hacerles llegar mi adhesión y toda mi solidaridad ante esta injusta situación por la que están atravesando los trabajadores petroleros condenados a cadena perpetua.
La Justicia tiene el deber de garantizar el derecho de defensa y a un juicio justo de todos los ciudadanos, tal lo establece la Constitución Nacional y los tratados internacionales.

La Justicia debe ser independiente de todo tipo de presiones y poderes, y ajustarse a las normas vigentes, garantizando el pleno goce de todos los derechos.

Nadie es dueño de los derechos humanos, todos tenemos la responsabilidad de respetarlos y hacerlos respetar a través del ejercicio democrático, y denunciar las injusticias que se cometieron durante un juicio plagado de irregularidades, donde quedó demostrada la inocencia de los trabajadores.

Por lo tanto, es en ese ejercicio democrático donde se debe exigir que la Justicia actúe sin presiones de ningún tipo y anule el fallo, y la sociedad en su conjunto debe acompañar este justo reclamo.
Resistir en la esperanza es el camino hacia una verdadera Justicia.

Nuevamente les hago llegar toda mi solidaridad y apoyo a este pedido de absolución para todos los trabajadores petroleros de Las Heras.

Les envío un afectuoso abrazo

Adolfo Pérez Esquivel
Premio nobel de la Paz.
Presidente del Servicio Paz y Justicia.