miércoles, 28 de mayo de 2014

FORD MOTORS ARGENTINA , EMPRESA GENOCIDA.

JUICIO AL FALCON VERDE



 (AW) Comienzan los juicios contra gerentes de la fabrica Ford Motors, por delitos de lesa humanidad, contra 24 trabajadores de la empresa de los cuales facilitaron datos para su secuestro.
falcon
Empresarios de Ford Argentina procesados
Por Movimiento DDHH - Sunday, May. 18, 2014 at 8:39 AM
JORGELUISALTAMIRANO@GMAIL.COM 
COMIENZAN A JUZGAR A CIVILES COMPLICES de VIDELA EN EL PLAN CONDOR.....LE TOCA EL TURNO A LOS GERENTES de FORD MOTORS ARGENTINA....
Derechos Humanos 
Directivos de Ford serán los primeros gerentes en ser juzgados por delitos de lesa humanidad 
Directivos de Ford serán los primeros empresarios juzgados por delitos de lesa humanidad cometidos contra trabajadores de su empresa durante la última dictadura militar, en un nuevo juicio de la megacausa de Campo de Mayo que comenzará el 8 de julio próximo. 
 "Hasta ahora, ningún tribunal juzgó o condenó a empresarios o gerentes por su participación o autoría en estos delitos" represivos, dijo a Télam el abogado Pablo Llonto, quien representa a una de las querellas de las víctimas. 
El Tribunal Oral Federal 1 de San Martín tramitará desde el 8 de julio los casos de unas 40 víctimas, en su mayoría obreros de la automotriz Ford y otras fábricas de la Zona Norte del Gran Buenos Aires, pero también familiares de los trabajadores perseguidos. 
El juicio oral y público debatirá sucesivamente cuatro agrupamientos de víctimas: los desaparecidos de los astilleros Astarsa y Mestrina, los de los establecimientos ceramistas Cattáneo y Lozadur, los de la metalúrgica Bopavi y los de Ford. 
Los imputados no son los mismos en todos los casos y tres de ellos son ex directivos de Ford, acusados de haber facilitado datos para el secuestro de 24 obreros de la automotriz en 1976 y permitido que los represores montaran un centro clandestino de detención dentro de la fábrica, en la localidad bonaerense de Pacheco. 
Antes del comienzo del juicio, el Tribunal deberá resolver sobre un planteo de nulidad presentado por la defensa de estos tres acusados en la audiencia preliminar que se realizó el 9 de mayo. 
Los imputados son el ex gerente general Pedro Müller, el ex gerente de relaciones laborales Guillermo Galarraga y el ex jefe de seguridad Héctor Francisco Jesús Sibilla, "y no llegó como acusado el entonces presidente del Directorio de Ford (Argentina, Nicolás Courard) porque murió antes", detalló Llonto. 
En otras jurisdicciones, pero con imputaciones similares, también deberían ser juzgados este año el dueño del ingenio Ledesma en Jujuy, Carlos Pedro Blaquier, y su ex administrador, Alberto Lemos, en una causa que está ya en el final de la instrucción, y Marcos Levin, propietario de la transportista La Veloz del Norte en Salta, causa ya elevada a juicio. 
"La que llegue primero a juicio oral y sentencia, va a indicar, desde los fundamentos jurídicos, por qué se considera a un empresario partícipe o autor, y eso también va a ser interesante: si se le pone grado de participación o se le pone grado de autoría" en los delitos imputados, explicó Llonto. 
Y esto "va a servir de fundamento, seguramente, para todos los demás juicios" en que propietarios o gerentes de numerosas empresas sean imputados por delitos de lesa humanidad contra trabajadores de sus establecimientos. 
La responsabilidad de civiles en crímenes del terrorismo de Estado sólo comenzó a ser investigada en los últimos años, y para marzo último representaban, según el CELS, alrededor del 13 por ciento del total de 2.239 imputados en causas de lesa humanidad. 
Dentro del heterogéneo conjunto de los civiles en diversa medida cómplices o incluso integrantes de la dictadura cívico-militar, muchos menos son los dueños o directivos de empresas investigados por participar en la represión clandestina a sus trabajadores. 
Además de las causas que implican a Ford, Ledesma y La Veloz del Norte, también el dueño del diario La Nueva Provincia (de Bahía Blanca), Vicente Massot, está siendo investigado en la fase de instrucción por el secuestro y asesinato de dos trabajadores. 
Otras investigaciones judiciales del mismo tipo parecen bloqueadas o más demoradas, como las que involucran a empresarios o directivos de la automotriz Mercedes Benz, la yerbatera Las Marías o la cementera Loma Negra, entre muchas empresas más, tanto de capital privado, nacional o extranjero, como también estatales. 
En otros casos, en gran parte de las provincias pero sobre todo en las principales ciudades industriales, hay cuando menos indicios de colaboración empresarial en la represión terrorista de Estado a obreros, delegados y dirigentes sindicales, pero aún sin indagados ni procesados.

martes, 20 de mayo de 2014

La Falsificación de la Realidad - La Argentina en el Espacio Geopolítico del Terrorismo Judío -

 De   Norberto Ceresole.

Excelente documento que explica la falsificación de la realidad y toma de poder llevada a cabo por el judaísmo mediante evidencia histórica exponiendo la ocupación sionista de Argentina.

Constituye esta, una de las obras más logradas de Ceresole. Es la síntesis de la investigación desarrollada en tres libros previos: Terrorismo fundamentalista judío (1996); El Nacional Judaísmo (1997) y España y los Judíos (1997). A raíz de los atentados terroristas a la Embajada de Israel y a la mutual judía de la A.M.I.A. en la ciudad de Buenos Aires, Ceresole comienza una investigación que lo lleva a analizar en un inicio los acontecimientos en la Argentina, descubriendo gruesas fallas en la investigación de los atentados. A partir de allí, iniciará una búsqueda en el Medio Oriente, estudiando el fenómeno del "nacional-judaísmo", pasando luego a realizar un estudio antropológico del pueblo judío, y la conformación del Estado de Israel, como Estado Terrorista. Asimismo, entrevistará a especialistas europeos sobre el Holocausto judío, y asi, varios elementos que irían conformando una radiografía profunda de la "cuestión judía". Finalmente, propone su hipótesis acerca de los atentados terroristas ocurridos en Argentina en los años ´90.

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Descargar libro en PDF aquí.

CITA

"Nuestras ideas científicas valen en la medida en que nos hayamos sentido perdidos ante una cuestión, en que hayamos visto bien su carácter problemático y comprendamos que no podemos apoyarnos en ideas recibidas, en recetas, en lemas ni vocablos. El que descubre una nueva verdad científica tuvo antes que triturar casi todo lo que había aprendido y llega a esa nueva verdad con las manos sangrientas por haber yugulado innumerables lugares comunes" José Ortega y Gasset, La Rebelión de las Masas

Celeste Fassbinder
BWN Argentina

lunes, 19 de mayo de 2014

Hablando de Democracia.

OPINIÓN



"Si estudiamos las formas de organización política que ha tomado cualquiera de las sociedades donde encontramos grupos sociales enfrentados, lo que también se conoce como “clases sociales”, desde que existe registro histórico de ello (a partir de las sociedades agrarias sedentarias en adelante, hace unos diez mil años), vemos que siempre es una pequeña elite la que guía los destinos del colectivo. Fuera de una organización social de iguales, de pares donde todos los miembros de la comunidad serían iguales, el estudio de toda forma de estructura social que encontramos a través de la historia nos confronta con dirigentes y dirigidos. Y siempre, invariablemente, los primeros son una minoría, y los segundos una amplia mayoría." Así comienza su columna el compañero Marcelo Colussi.-

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Hablando de Democracia

Por Marcelo Colussi

Si estudiamos las formas de organización política que ha tomado cualquiera de las sociedades donde encontramos grupos sociales enfrentados, lo que también se conoce como “clases sociales”, desde que existe registro histórico de ello (a partir de las sociedades agrarias sedentarias en adelante, hace unos diez mil años), vemos que siempre es una pequeña elite la que guía los destinos del colectivo. Fuera de una organización social de iguales, de pares donde todos los miembros de la comunidad serían iguales, el estudio de toda forma de estructura social que encontramos a través de la historia nos confronta con dirigentes y dirigidos. Y siempre, invariablemente, los primeros son una minoría, y los segundos una amplia mayoría.

¿Cómo ha sido posible, y sigue siéndolo, que unos pocos sojuzguen a una mayoría? Apelar a una explicación biologista con reminiscencias de Darwin donde “los más aptos” se impondrían, lleva implícita una valoración cuestionable: ¿podría la historia explicarse sólo por la idea de “triunfadores” (los mejores, los más aptos) versus “perdedores” (los más débiles, los menos aptos). Si nos quedáramos con esa pretendida explicación, se estaría avalando la idea de “superiores” e “inferiores” (Pero, ¿acaso hay ciudadanos “mejores” y "peores" entonces?).
¿Estamos ante la necesidad de un conductor, de un gran padre todopoderoso que conduce a la masa? ¿Vericuetos de nuestra humana condición donde los más fuertes (los más osados, los más aprovechados) siempre se las ingenian para sojuzgar al colectivo? -léase: lucha por el poder-. ¿Mediocridad de la masa? El debate está abierto, y por cierto es muy complejo.
Es evidente y totalmente constatable en la observación desapasionada de la historia de la humanidad que, al menos hasta ahora, en esta sangrienta dinámica de lucha de grupos enfrentados que ya lleva varios milenios, son siempre minorías las que ejercen el poder sobre grandes mayorías. Ante eso surgen inmediatamente las preguntas: ¿qué hay de la democracia, del “gobierno del pueblo”? ¿Es posible? ¿Cómo?
En el vocabulario político actual “democracia” es, sin lugar a dudas, la palabra más utilizada. En su nombre puede hacerse cualquier cosa (invadir un país, por ejemplo, o torturar, o mentir descaradamente, o llegar a dar un golpe de Estado); es un término elástico, engañoso en cierta forma. Pero lo que menos sucede, lo que más remotamente alejado de la realidad se da como experiencia constatable, es precisamente un ejercicio democrático, es decir: un genuino y verdadero “gobierno del pueblo”. Como vemos, entonces, esto de la democracia es algo muy complejo, complicado, enrevesado. Es, en otros términos, sinónimo de la reflexión sobre el poder y el ejercicio de la política. Para ser cautos no podríamos, en términos rigurosos, ponderarla como “lo bueno” sin más, contrapuesta –maniqueamente, por supuesto– a “lo malo”. Siendo prudentes en esta afirmación puede citarse a un erudito en estos estudios, Norberto Bobbio, que con objetividad dirá que “el problema de la democracia, de sus características y de su prestigio (o de la falta de prestigio) es, como se ve, tan antiguo como la propia reflexión sobre las cosas de la política, y ha sido repropuesto y reformulado en todas las épocas”[1].
Es obvio que si democracia se opone a autoritarismo, la vida en regímenes dictatoriales torna la cotidianeidad mucho más dura. En ese sentido, sin ningún lugar a dudas vivir bajo una dictadura donde no existen garantías constitucionales mínimas, donde cualquiera puede ser secuestrado por las fuerzas de seguridad del Estado, torturado, asesinado con la más completa impunidad, es un atropello flagrante, un calvario. Las penurias económicas son terribles; pero por supuesto una dictadura antidemocrática es peor: morirse de hambre, aunque sea escandaloso, no es lo mismo que morir en una cárcel clandestina de una dictadura.
En ese sentido no está de más recordar una muy pormenorizada investigación desarrollada por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en el 2004[2] en países de América Latina donde se destacaba que el 54.7 % de la población estudiada apoyaría de buen grado un gobierno dictatorial si eso le resolviera los problemas de índole económica. Aunque eso conllevó la consternación de más de algún politólogo, incluido el por ese entonces Secretario General de Naciones Unidas, el ghanés Kofi Annan (“la solución para sus problemas no radica en una vuelta al autoritarismo sino en una sólida y profundamente enraizada democracia”), ello debe abrir un debate genuino sobre el porqué la gente lo expresa así. Democracia formal sin soluciones económica no sirve; pero la inversa, si faltan las libertades civiles mínimas, tampoco es el camino.
Los primeros desarrollos del socialismo construido durante el siglo XX (Rusia, China, Cuba) comenzaron a intentar equilibrar las injusticias económicas; pero en cuanto al ejercicio del poder popular la cuestión sigue siendo una asignatura pendiente. Se avanzó en eso, sin dudas, al menos en la intención (la Revolución Cultural china, o los asambleas populares cubanas, son interesantes experiencias). Pero aún estamos lejos de poder indicar una democracia popular de base efectiva en el campo socialista. Por otro lado, con su involución hacia fines de siglo, la sobrevivencia de lo que no arrastró la marea de destrucción de todo ese campo (Cuba resistió y sigue de pie) se centró en eso: la sobrevivencia ("período especial" se dijo en la isla), y el tema de la democracia de base, del poder popular no fue el principal punto de agenda. ¿Se puede hablar hoy de poder popular en China? ¿Qué quedó de la “dictadura del proletariado” en los países de Europa del Este?
En las democracias no socialistas, la pregunta en torno al verdadero y genuino “gobierno del pueblo” también sigue siendo una pregunta abierta. Desde el triunfo de las burguesías modernas sobre los regímenes feudales en Europa, o de la consolidación de las colonias americanas de Gran Bretaña como Estados Unidos de América con su empuje descomunal, la construcción del mundo moderno, de las “democracias industriales o democracias de libre mercado” –como suele llamárselas– sigue obedeciendo más que nada a una lógica donde unos pocos factores de poder (básicamente económico) son los que controlan; el gobierno de las mayorías, el verdadero y genuino poder de las mayorías, sigue siendo también una asignatura pendiente. Quien manda, fundamentalmente, es el mercado. No hay dudas que fue un paso adelante en relación con el absolutismo monárquico; pero de ahí a gobierno del pueblo dista una gran distancia.
Tal como agudamente lo destacó Paul Valéry: “la política es el arte de evitar que la gente tome parte en los asuntos que le conciernen”. Dicho en otros términos: los factores de poder no ceden nunca en su dominación, en su posición de sojuzgamiento del sojuzgado. La democracia que se construyó con la inauguración del mundo burgués moderno (donde Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña marcaron el rumbo) se asienta en la dominación de los grandes propietarios industriales. El pueblo gobierna sólo a través de sus representantes. Pero, ¿a quién representan los gobernantes? ¿Gobierna el pueblo?
En la forma de Estado democrático parlamentario moderno, el surgido hacia fines del siglo XVIII, se supone que los ciudadanos eligen a sus representantes por medio del voto, y cada cierto tiempo estos gobernantes son reemplazados por otros. La sociedad, entonces, se gobernaría a partir de la decisión de las grandes masas soberanas. Pero a decir verdad los verdaderos factores de poder nunca son elegidos por la población.
¿No es que los movimientos económicos los regula el mercado? Si es así, son muchas las preguntas que se abren y quedan sin respuesta: ¿quién y cómo decide los flujos de oferta y demanda, los porcentajes de desocupación que hay, la acumulación de riqueza y la multiplicación de la pobreza? Si es el mercado ¿qué decidimos con la rutina electoral de cada cierto tiempo? ¿Quién ha salido de la pobreza asistiendo puntual a los comicios? ¿Quién decide las políticas de las grandes corporaciones mundiales que fijan la marcha económica de la población planetaria? ¿Alguien votó por ello? ¿Quién decidió, a través de qué proceso de elección popular se estableció que todos tenemos que consumir, por ejemplo, un refresco como Coca-Cola y no otro, agua potable o un refresco local hecho con hierbas naturales? ¿Hubo algún plebiscito, referéndum o proceso eleccionario para decidir las políticas comunicacionales de los grandes monopolios de la información, aquellos que moldean nuestro punto de vista día a día, minuto a minuto, los que imponen lo que se debe pensar y lo que no? ¿Se consultó a la población planetaria para formar un infame Consejo de Seguridad en el seno de la Organización de Naciones Unidas con derecho a veto formado sólo por cinco Estados? ¿Por medio de qué elecciones populares se deciden las guerras? ¿Hubo alguna consulta democrática para decidir la catástrofe medioambiental que produjo la voracidad del gran capital? ¿Algún ciudadano del mundo votó para terminar con los bosques, con la capa de ozono, para secar fuentes de agua dulce? ¿Quién eligió, y por medio de qué mecanismo, lo que tenemos que consumir para divertirnos? –léase: películas de Hollywood o videojuegos, cada vez más extendidos… ¡y violentos!–. ¿Quién es el que decide sobre quién puede tener armas nucleares y quién no: la gente con su voto? Y todos los llamados “grupos vulnerables” (minorías étnicas, discapacitados, homosexuales, seropositivos, niñez en riesgo, discriminados por el motivo que sea) ¿qué participación real tienen en el ejercicio del poder? ¿Algún negro eligió democráticamente ser pobre? ¿Alguna mujer decidió ser condenada a trabajar más que un varón y a ganar menos?
Es decir, si se profundiza la estructura íntima de los sistemas políticos, siguen surgiendo las preguntas: ¿a quién representan los representantes del pueblo en las democracias formales? Los políticos profesionales de las democracias parlamentarias, ¿representan a los pobres, a los excluidos, a las mujeres hechas a un lado, a los indigentes, a los desesperados de toda laya que pueblan la Tierra? ¿Por qué hay tan pocas mujeres, o indígenas, e negros en los cargos electivos de cualquier país?
Las decisiones que marcan el destino del mundo –la economía, la guerra, los modelos culturales dominantes– jamás se toman democráticamente. Luego de decididas por unos pocos –la citada observación de Valéry es más que oportuna entonces– se busca “evitar que la gente tome parte en los asuntos que le conciernen” pero haciendo creer que participa, que decide. En buena medida, hasta ahora eso es la política. Tal como dijo alguna vez el escritor argentino Jorge Luis Borges: al menos hasta ahora, tal como la conocemos, “la democracia es una ficción estadística”.
Ahora bien: esto abre una serie de reflexiones que es muy importante desarrollar.
La idea respecto a que “la masa es estúpida y no piensa” es, como mínimo, muy sencilla. Sin dudas, tal como se ha venido dando la organización de todas las sociedades de clases, la minoría en el poder supo manipular a las grandes masas. Pero eso no significa que la gente sea intrínsecamente tonta; menos aún, que merezca ser tratada como tonta. No hay ninguna duda –la historia y la experiencia lo enseñan– que la psicología de las masas presenta características peculiares que no pueden entenderse desde el punto de vista de lo individual. Puestos en masas, transformados en hombre-masa, todos desaparecemos como sujeto para constituirnos en un colectivo y seguir la corriente; y es cierto que, en tanto colectivo, en tanto grupo indiferenciado, no hay razonamiento crítico. Pero esto no invalida la posibilidad de reflexión, y mucho menos, no autoriza a la manipulación de la masa. ¿En nombre de qué, con qué derecho una elite puede manipular a una gran mayoría? No se puede ser tan superficial, tan falto de rigor científico y decir que “a la gente le gusta eso” Más que superficial, eso escamotea la verdad –por no decir que es totalmente cuestionable en términos éticos–.
Como formulación de ciencia social explicar algo en función de una presunta “estupidez” connatural es restringido: la gente podrá ser “tonta” (ahí está Homer Simpson como su ícono), pero hay límites a la tontera. Si fuéramos tan tontos y prefiriésemos “naturalmente” nuestra condición de esclavos, seguiríamos bajo el látigo del amo esclavista. ¡Pero hay Espartacos! Por todos lados en la historia han surgido Espartacos, y siguen surgiendo. Y cada vez más las poblaciones (esas masas manipulables a las que se intenta conformar con el pan y circo –ayer gladiadores, hoy Hollywood, fútbol y telenovelas–), cada vez más van abriendo los ojos, despertando, exigiendo derechos, dando saltos hacia delante, aunque también sigan consumiendo los que se les ordena y pensando lo que las usinas mediáticas informan. Cada vez más la historia nos muestra poblaciones que se rebelan y protestan, alzan la voz, participan en su vida política.
La democracia formal, la democracia representativa de los parlamentos modernos con su división de tres poderes (ejecutivo, legislativo y judicial), no termina de ser en su plenitud el gobierno del pueblo. En realidad, más allá de la declamación formal, resta mucho para ser verdaderamente un ejercicio de poder horizontal de todos, una democracia deliberativa.
El mejoramiento de las condiciones económico-sociales es un factor de gran importancia para el progreso de las sociedades; pero eso no es todo: la población tiene que tomar parte activa en los asuntos que le conciernen, involucrarse, sentir que la toma de decisiones le es algo propio. La equidad, la justicia, la democracia definitiva, es el avance en todos los aspectos: los económicos y también los políticos.
La democracia, si se queda sólo en lo formal, es vacía, no es democracia. Es el gobierno de los grandes grupos económicos secundados por los políticos de profesión y por todo el andamiaje cultural y militar que permite seguir con la misma estructura, dándose el lujo incluso de jugar a la participación de la gente en las decisiones. Pero la gente no decide. La población, la gran masa, es consumidora (hay que atenderla bien para que siga comprando), o electorado (hay que atenderlo bien para que me sigan votando).
O también puede ser televidente, y ya es sabido lo que ello implica: ¿decide algún usuario de los medios masivos de comunicación, más allá de cuestionables programas “participativos” (¡los reality shows!, por ejemplo), decide algo de lo que consume? Si ese ciudadano consumidor que vota cada tantos años protesta demasiado… es considerado un “subversivo”; entonces ahí están los aparatos de control. Pero nunca participa en las decisiones básicas de su vida, aunque viva en democracias formales donde nunca hay golpes de Estado.
Es real que en algunos lugares del planeta esas democracias representativas dan resultado, pues ahí nadie pasa hambre y tiene cuotas más o menos altas de beneficios. Pero para mantener esas “democracias occidentales”, el 80 % de la población mundial pasa grandes sufrimientos. O democracia para todos, o si no hay algo que no funciona. No puede haber democracia sólo para un 20 %; eso no es poder para todos. La misma idea de democracia incluye a la totalidad, no sólo a fragmentos, a sectores.
El sistema político democrático, para ser tal, debe incluir realmente a la totalidad de la población en la toma de decisiones: democracia deliberativa, democracia participativa. Si no, no termina de ser genuinamente el “gobierno del pueblo”. Sin la participación ciudadana genuina no hay ciudadanía; hay actos eleccionarios cada cierto tiempo, pero no democracia.

jueves, 15 de mayo de 2014

Antonio Ruiz Díaz y el GPS roto, o la navegación boba.

Antonio Ruiz Díaz es un fiel exponente de la decadencia y la degradación doctrinaria.
Ya explicamos como desde un supuesto catolicismo, nos llevaba inperceptiblemente hacia el agnosticismo.
Relativista extremo, en su facilismo conceptual, no mide el daño escandaloso que provoca en la malformación de la gente sobre la que tiene ascendiente.
Pero como dijimos oportunamente...."si un niño nace en un garage, eso no lo convierte en auto.Si Antonio Ruiz Díaz se pasa el día en la Iglesia, eso no lo convierte en católico....
Y como se trata de hechos y no de palabras o gestos al tono, veamos al gran prevaricador en acción.
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El hombre pide a los concurrentes que busquen en sus Biblias el pasaje de Lucas 15, en que habla de la oveja perdida.Pide a concurrentes que lo lean en voz alta, y luego dileta sobre el tema.
Veamos que dice LA PALABRA---


 15:4  ¿Qué hombre de vosotros (“Jesús apela a los propios sentimientos de sus oyentes”, B-S; la palabra hombre es enfática y la implicación es que si bajo estas circunstancias el hombre actúa así, cuánto más Dios lo hará, JWM), teniendo cien ovejas (en esta parábola no hay distinción entre ovejas y cabritos como en Mat. 25:32, porque en esta parábola, como en Ezeq. 34:6, las ovejas son judíos), si pierde una de ellas (por ej., los publicanos y pecadores que le escuchaban), no deja las noventa y nueve (los fariseos y escribas que creían que eran muy justos) en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla? – Esto indica una búsqueda seria e intensa.
      Jesús razona desde lo menor a lo mayor (de oveja a hombre). Compárese Luc. 11:11-13, razona desde lo humano (cómo el hombre actúa) a lo divino (cómo Dios actúa). Jesús razona desde el punto de vista de lo que ellos hacen o aprueban; es decir, Jesús buscaba al hombre perdido y los fariseos y los escribas murmuraban, pero ellos hacían la misma cosa si era oveja, pero como Jesús dice en otro texto (Mat. 12:12), “Pues ¿cuánto más vale un hombre que una oveja?” Así es que, si los fariseos aceptaran la primera parte de esta parábola, deberían aceptar la segunda parte. Si estaban de acuerdo con la actitud del pastor de ovejas, entonces deberían estar de acuerdo con la actitud de Cristo (el Buen Pastor, Jn. 10:14) cuando se encuentra una de sus ovejas perdidas. ¿Cómo podían decir que los publicanos y pecadores tenían menos valor que las ovejas?
      Las ovejas son dadas a descarriarse y perderse. Son animales indefensos y necesitan dirección y protección. Por eso, el pueblo de Dios se comparan con ovejas. “Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino”, Isa. 53:6; “Porque vosotros erais como ovejas descarriadas, pero ahora habéis vuelto al Pastor y Obispo de vuestras almas”, 1 Ped. 2:25. Cristo vino al mundo para buscar y salvar a los perdidos (Luc. 19:10). Compárense Sal. 23; Isa. 40:11; Ezeq. 34:15, 16).
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Luego, el agnóstico, procede a diletar un rato, sacar conclusiones, y después de la sesión de entretenimiento grupal, da por terminado el tema.
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¿Pero que hace el sujeto cuando hay que dejar de hablar y empezar a hacer?
Pues exactamente lo contrario que predica.
Por ejemplo, un muchacho, que evidentemente vive en zona de riesgo, deja de concurrir y nadie lo puede ubicar.A pesar de los pedidos en ese sentido, se desentiende de su suerte.
El sujeto habla del "desapego", en medio de reuniones con constantes invitaciones al abrazo y la palmada.
Da asco ajeno.
En realidad, con su teoría deformada del apego, plantea la sicopatía como estilo de vida.El propone un "cristianismo" berreta, del saludito y la sonrisa, pero que no tiene empatía por el otro.El otro es distante y cosificacble, olvidable.
Pero eso es hasta que se encuentra con una sicópata manipuladora muy peligrosa, Noemí Saig, que en medio de un reunión levanta su dedo índice y le impone el uso de la palabra, ante lo cual el baludaque corre a un rincón y calla avasallado.
Es decir que este mamarrachesco personaje, distrata a los buenos y acata a los cretinos.
Normalmente envía mensajes de texto a diario, pero si alguien lo cuestiona en los disparates que hace, automáticamente lo aisla e incomunica.
Si alguien busca un ejemplo de fariseismo explícito, lo tiene en vivo y en directo.
Y obviamente, se va muniendo de un grupo de engendros que lo acompañan en su patología y de otros que arrastrados por código de pertenencia callan ante los dislates.
Antonio Ruiz Díaz hace rato que perdió la orientación, aunque algunos distraidos lo siguen creyendo católico.

miércoles, 14 de mayo de 2014

La guerra contra el terrorismo.

Fuerzas Armadas y su Futuro

Por Virginia Gamba
La guerra contra el terrorismo iniciada por orden del gobierno constitucional argentino en 1975 fue naturalmente continuada por el régimen de facto a partir del 24 de marzo de 1976, no porque los militares lo desearan, sino por imposición del enemigo, que mantuvo la ofensiva contra la sociedad argentina.
Pero desde 1983 se decidió llevar a los militares combatientes en ella a los estrados judiciales a fin de juzgar sus conductas por procedimientos para tiempos de paz a la luz del Código Penal ordinario, habiendo generado ello una fenomenal confusión que se ha ido agravando a través del tiempo pues es sabido que las acciones de guerra deben juzgarse por las leyes que la gobiernan ante tribunales especiales y no por las leyes penales ordinarias aplicadas por los tribunales previstos para juzgar delitos comunes en tiempo de paz.
Los jueces que han procesado y los que están juzgando a militares por sus responsabilidades durante la guerra contra el terrorismo, actuaron y actúan ignorando lo que es la guerra, las normas que la regula y la historia de la formación por parte del Estado Argentino de los cuadros militares para desempeñarse en ella.
El conflicto en su variante netamente “revolucionario”, a partir de la década de los cincuenta, comenzó a preocupar a estudiosos militares y ya en el año 1958 en la Escuela Superior de Guerra contribuían en la cátedra dos Tenientes Coroneles franceses con experiencia en la guerra de Argelia, habiéndose llevado a cabo el primer ejercicio denominado “Barcala” en el Valle de Punilla, Córdoba.
Desde entonces comenzaron a ser entrenados en forma específica por el Estado Argentino los cuadros militares tomándose más adelante, como guía escrita, reglamentos dictados e impresos oficialmente a partir de 1968 en los cuales se explicaba y definía a ese tipo de conflicto y se preveían las acciones para combatir en él.
Hoy en día el conflicto es aún peor, y tanto Colombia, como Venezuela, como Chile, Bolivia y por supuesto Brasil están tomando medidas preventivas para evitar la guerra.
Las miles de víctimas del terrorismo se merecen que encontremos una forma eficaz de detener a los terroristas y evitar que sigan amenazando la vida republicana, aunque sea bajo la apariencia de “democracia”. Porque no es lo mismo República que “democracia”, para los socialistas del siglo XXI.
Los terroristas no funcionan como ejércitos convencionales: nunca llevan uniformes o defienden un territorio. Sus combates son para infundir pánico y, a través del miedo, su ideología. Por tanto, para que el ejército pueda responder al auge del terrorismo global hace falta plantear medidas que estén en constante evolución dentro de una estrategia global.
El apartamiento voluntario del mundo civilizado obedece a la política desarrollada por parte del actual gobierno de la familia Kirchner, que sumergió al país en una falta de seguridad jurídica crítica. Eso trae necesariamente consecuencias: situaciones críticas que pueden llegar a ser violentas cuando el encauzamiento de los problemas trascienden lo jurídico.
Con la autoridad de haber sido asesora permanente del Ministerio de Defensa argentino desde 1983 hasta 1988, y además Profesora Titular de la Escuela Superior de Guerra, antes de radicarme en Europa, puedo sostener científicamente que la falta de preparación de los militares en Argentina, su anulación y desarme absolutos, garantizan que el país será un blanco fácil del próximo conflicto, de una naturaleza absolutamente distinta que los anteriores.
Como lo he expresado claramente en mi último trabajo “Society under siege – Crime, Violence and Illegal Drugs” (Sociedad bajo asedio – Crimen, Violencia y Drogas), publicado en Dublin, considero que el desarme y la desmovilización de las fuerzas armadas argentinas son garantía de la violencia.

Firmado: Virginia Gamba
Capetown – Sudáfrica

martes, 13 de mayo de 2014

"Si una mujer que tuvo 9 meses un hijo en el vientre, quiere que este hijo sea parte de la guerrilla para liberar al pueblo kurdo, esa mujer tiene una fuerza increible".

Entrevista a Alejandro Haddad



¿Dónde se cruzan la poesía con Yacyreta, Kurdistán, los juicios a lesa humanidad, Osvaldo Soriano? En Alejandro Haddad, periodista, documentalista y poeta. En charla amena, compartiendo unos mates en la Asamblea de Villa Urquiza, nos contó sobre sus libros de poesía, algunas experiencias como documentalista y los proyectos que actualmente está llevando adelante.

ravientrevista



¿Quién es para vos Alejandro Haddad?

Es complicado, pero hay una día que nací y pasó mi vida pero después hubo diferentes situaciones que hicieron que haya cambios, no sé si en mis objetivos, pero por lo menos en mi vida cotidiana. Estudié para ser maestro de primaria, mi idea era trabajar directamente en el interior, porque yo veía cuando era más pibe que mucha gente se venía a Buenos Aires con tal de escapar a la pobreza o la falta de educación de salud y entonces yo dije, que eso no pase más, entonces antes de que vengan para acá, estaría bueno ir uno para el interior.
Alejandro maestro
Ahora tengo 35 años. Me recibí a las 21 años de maestro y me fui a trabajar a la provincia, a Villa Astolfi donde era absolutamente terrible porque la mayoría de los chicos, o sea sus madres, trabajaban en countries, limpiando y lo que fuera, y los hombres no trabajaban, entonces eran todas familias que las manejaban las mujeres. Una cosa que fue para mí muy fuerte en ese momento. Para poder ir a la escuela me iba en bicicleta de Urquiza hasta Devoto y en Devoto me colaba en el tren entonces no pagaba viaje. De esa forma era posible que yo pueda trabajar, me pagaban 20 o 25 patacones por semana lo cual no me alcanzaba siquiera para el viaje. Después en un momento me quedé a vivir allá y ahí pude ahorrar un poco de dinero. Con ese dinero fui al sur y me anoté, y después de un año de estar en Alstolfi me llaman del sur que había trabajo y me fui para allá. Estuve allá un año y medio más o menos en escuelas rurales y empecé a tener dolores de cabeza, problemas en la vista y demás. Cuando vengo a Buenos Aires, era la época de navidad, y me hago ver acá en una oculista. La oculista me ve el ojo, me dice hacete una tomografía ya, ese mismo día me hago una tomografía, el tipo ve que tengo algo raro, llaman a un médico y finalmente me internan y me operan de la cabeza. Y ahí cambia otra vez mi vida. No otra vez, pero cambia rotundamente.
Alejandro periodista
Yo me quedo ahí en Buenos Aires por el tratamiento y demás y empiezo a tener más vínculo con el periodismo porque mi tratamiento duró dos años. Entonces yo me empiezo a meter en el periodismo, finalmente me pongo a estudiar y al mismo tiempo entro en la Agencia Rodolfo Walsh. Ahí me meto en el tema de la escritura ya más separado de mi carrera profesional que yo había elegido que era el ser maestro. Yo creo que las dos cosas se complementaron porque en la Agencia Walsh, como Rodolfo y Oscar, me apoyaban y además tenía la suerte de haber sido maestro, entonces me daba la función de ser más pedagógico en las notas. Siempre queriendo volver a la educación pero nunca se da. Finalmente me voy al norte, ahí me empiezo a vincular con la idea que estaba bueno que el periodismo tenga algo de imagen, entonces me meto en la cuestión documental. En el 2007 ya estudiaba para periodista, que después dejé, trabajaba en la Walsh e hice un curso de documentalista.
Alejandro escritor
A escribir empecé de chico pero no sé si tiene mucha importancia porque es como cantar en la ducha. Pero comencé a prestarle atención cuando estudiaba para maestro y empecé a leer a algunos autores, como Osvaldo Soriano y Julio Cortazar. Me empecé a meter en su literatura y me di cuenta que Osvaldo Soriano, que para muchos escribía mal, para mí tenía una manera muy amena y podía entrar en su literatura muy fácil y además con mucha profundidad. Empecé escribiendo imitándolos a ellos. Ahí ya tenía 18/19 años. Empecé a darle importancia al cómo escribía que al sólo echo de escribir.
Después con el tiempo todo eso se fue descartando hasta que empecé a editar poesía. Primero escribía cuentos. Lo primero que escribí fue una novela que fue para practicar y nunca vio la luz pública. Tengo un amigo que siempre ve lo que escribo y es como un genio, pero es un amigo.
Después hice un libro de cuentos que lo publiqué, pero lo que más ganas me dan de difundir son los libros de poesía que son los que publiqué. Son libros que además están vinculados entre ellos. La idea era hacer cuatro libros sobre mujeres, pero más que eso es sobre la feminidad. No sólo sobre la mujer como persona, sino todo lo que tenga que ver con lo femenino. Salió uno que es “Ella haciendo los días”, otro que es “Ella surcando los tiempos”, y después hay dos más, un sería “Ella que son y se hacen” y otro que no tiene nombre pero también está dedicado a la femineidad.
Hay dos publicados y hay otro que ya lo puedo publicar porque ya está terminado. “Ellas que son y se hacen” no porque es un libro que a mí me resulta más difícil porque son mujeres concretas. Por ejemplo, hay una poesía que está dedicada a la Sayo, que era la esposa de Mario Roberto Santucho, que era una mujer para mí increíble. Después hay otro que está dedicado a la hermana que fue una de las primeras desaparecidas por lo menos de la familia Santucho. Está dedicado a mujeres que meritan una investigación para poder hacer una poesía, como para no pifiarle en nada, entonces ese es como muy lento.
¿Por qué elegís el tema femenino como eje?
Cuando fui a trabajar a Villa Astolfi era eso. Todas las mujeres eran la escuela. Yo ahí me di cuenta que los chicos participaban de la escuela pero también estaban sus madres y siempre se hace la idea que el maestro es el dueño de la escuela pero yo ahí me di cuenta que estaba supeditado a lo que decían las madres y los chicos. Ahí cambió mi cabeza también en cuando a la educación. No puedo ir a una escuela y creerme el dueño de la escuela, uno tiene que escuchar también a las personas que van ahí, que llevan a su hijo a su hija, o que antes llevaron a su hija pero son parte de la escuela por la historia y demás. La escuela como parte del barrio y como parte de la sociedad. Cuando yo vi que las mujeres sostenían la escuela para mí fue una cosa increíble. Empecé a tomar más identificación con la cuestión femenina, con la cuestión de la mujer.
No sé si se refleja en mi actividad práctica, política y diaria. Ojalá que sí, pero… es una sociedad muy machista y yo siempre fui muy machista y como cambiar esa forma para mí es complicado, trato de hacerlo y ojalá en algo se haya podido lograr.
En que otra experiencia ves una posición de la mujer mucho más activa…
En todos lados. Cuando fui a Santiago del Estero, son todas mujeres, no hay ningún hermano ningún primo, son todas mujeres.
Cuando yo fui a (como posibilidad que tuve como periodista de la Walsh) hacer entrevistas a Kurdistán, todo lo que vos veías eran hombres, pero todas las que trabajaban eran mujeres y tenían una creatividad increíble. De hecho, yo hice un corto documental que me ayudaron dos mujeres. Hay personas hombres hablando en el documental, pero las personas que me ayudaron fueron mujeres. Son mujeres y niños, los niños también. Cuando yo estaba allá decía, todo bien con el movimiento kurdo pero acá las que son importantes son las mujeres y los niños. Porque si una mujer que tiene o tuvo 9 meses a su hijo en su vientre y de repente quiere que este hijo vaya a ser parte de una guerrilla o una marcha para liberar al pueblo kurdo de toda la opresión de Turquía quiere decir que esa mujer tiene una fuerza increíble, tiene un nivel de creatividad impresionante. El hombre en esas no se mete, y la mujer todos los días llora a su hijo o a su hija y es algo increíble eso.
Hablando de la intimidad de la escritura, sos de inspiración o sos de laburarla, corregirla.
Corregir sí, mucho pero no de laburar la poesía. Pasa más por la cabeza que por el trabajo. Yo no puedo dedicarme a decir que soy escritor, puedo trabajar de periodista de maestro. Primero que nunca gané plata y segundo aunque ganara plata es más la vida que uno lleva.
Viste que hay gente que dice “se me ocurrió algo, servilleta de papel, lo guarda, lo escribe y después lo labura”
Son diferentes técnicas. Lo vi a Galeano que escribía y escribía. Vuelvo a Cortazar, él decía si a mí se me ocurre una idea, voy y la escribo. Yo puedo estar tres meses que no se me ocurre nada y en el momento de escribir uno se desespera porque tiene ahí una idea muy concreta. Yo trabajo la idea primero en mi cabeza y si me llega un papel lo escribo.
Referentes en poesía, escritores o no escritores
Siempre me gustó el foclore y el heavy metal, ja. Un poeta que para mí es un genio es Manuel J Castilla, y con la música del Cuchi Leguizamón. No sé si porque le da una unidad o qué, pero los dos fueron discriminados y poco a poco se van metiendo en la sociedad. Juan Gelman me parece un genio, hay cosas que no le entiendo nada pero me parece un genio igual por la rítmica que tiene. Siempre fui de leer mucha literatura en español. Primero porque siempre supuse que las traducciones no eran muy buenas y segundo porque supuse que tiene más que ver con lo que me pasa a mí todos los días. También los rusos, no sé por qué pero los rusos me gustan. Siempre traté de conocer mi propia sociedad con la cual yo crecí y después ver otras literaturas, inglesa o francesa. Después Machado y Quevedo también.
Alejandro documentalista
Golpes de agua
La primera fue un corto cuando estaba haciendo el taller de documental que se llama “Golpes de agua”. Lo realicé con dos chicas con el que hice el taller. Son grupos de familia que estuvieron en Lacroze al lado de la Mutual Sentimiento. Vinieron acá porque habían sido desplazados de Yacyreta. Yacyreta es toda una complejidad también porque en los años 50 se declara en Argentina que se iban a hacer 50 empresas hidroeléctricas en todo el país y uno de ellas es Yacyreta. La firma Perón en el contrato en el 74/75 con Paraguay. Había un planeamiento de hacerlo que supuestamente en el 83/84 tenía que estar cerrado todo. No se empezó a hacer. Para eso se hace un relevamiento de toda la gente, en Paraguay y Argentina, que iba a ser desplazada por la inundación de la represa. En ese momento eran 15 mil personas en la Argentina. Cuando finalmente hacen la represa, las primeras turbinas, se desplazaron 80 mil personas. Evidentemente, del año 75/76 hasta el año 84 la población aumentó mucho. La represa había firmado por el primer contrato, entonces a las primeras 15 mil les dieron vivienda y al resto no les dieron nada. A las que no les dieron nada, muchas vinieron para Buenos Aires, para cuestionar porque acá estaba la empresa. Entre ellas, algunas se quedaron acá. Son los que estaban ahí, en un galpón junto a las vías férreas en Lacroze. Encima todos los días llovía, eso le dio un marco al documental. Se habían ido por el agua y acá todo el tiempo había agua y era medio insoportable.
La queja de los cadáveres
En el 2007 me voy al norte, hago un documental que es el único que se grabó, lamentablemente, que es sobre los muertos en la cárcel de Santiago, en la cárcel de varones. Había leído que había habido un supuesto motín, y que por el motín murieron personas, y cuando voy allá me encuentro que nada que ver, que el motín se inventó por el gobierno para precisamente matar a los prisioneros. Dentro de esos prisioneros estaba un tipo que dos semanas después tenía que declarar por el doble crimen de la Dársena donde estaban involucrados hijos del gobierno de Santiago del Estero. Por ese doble crimen de la Dársena fue que se produce el Santiagueñazo, en realidad el segundo Satiagueñazo, que después Kirchner interviene la provincia. Fue un cambio importante en Santiago y no se le había dado mucha importancia, de echo ahora tampoco se le da importancia porque precisamente el gobierno no quiere estar prendido de esos crímenes porque mucha gente de esos crímenes pertenece al gobierno de ahora. En Santiago el Juarismo se reciclo a lo que es ahora el Zamorismo. Ahí me empecé a involucrar en el tema documental.
No había ido a Santiago con la idea de ir a hacer un documental. Más que nada, yo conocía Santiago. Cuando yo estudiaba maestro una posibilidad era ir para el norte para trabajar en las escuelas del Movimiento Campesino de Santiago del Estero, escuelas que se hicieron diez años después de mi recibida. Siempre tenía la intención de ir para allá. Fui y me contacté con las mujeres como para hacer una nota y finalmente me gustaron tanto que tenía la cámara ahí y empecé a grabar. Salió un cortometraje y después al año siguiente directamente me fui a vivir.
Ap Su Mai
El tercero fue “Ap Su Mai” que se grabó en Kurdistán y que es muy parecido a “Golpes de agua”. “Ap” es agua en kurdo, “su” es agua en turco, y “mai” agua en árabe. Lo que pasó allá era que había una represa hidroeléctrica que quiere hacer el gobierno turco en la región kurda. Kurdistán está dividido en cuatro países, la más grande de esas partes está en la zona turca entonces para, obviamente generar energía eléctrica, pero además para sacar población que apoya la guerrilla kurda. La guerrilla kurda empezó luchando primero por la independencia de Kurdistán y hoy, hace 15 años en realidad, viene diciendo no queremos la independencia, queremos vivir en Turquía pero que nos respeten nuestros derechos, nuestra cultura, y demás. Pero como el gobierno turco no quiere siquiera eso, pensaba desplazar a 80 mil personas que son 200 pueblos y entre esos hay una ciudad que tiene 8 mil años de antigüedad. Los tipos están diciendo por favor no hagan esto porque van a matar a la cultura, la historia y además obviamente nos van a desalojar a nosotros. Esa represa, la Ilisu, también se declaró en los años ´50 que se podía hacer y en el años 2000 empezaron a hacer las tratativas para hacerla.
Cortometraje sobre Cecilio Kamanesky
Después volví a Santiago del Estero y se empezó a hacer un juicio, el primer juicio por lesa humanidad en la provincia que se hizo a Cecilio Kamanesky. Su juicio estuvo postergado 7 años. Cuando finalmente se da una fecha, todos los jueces que estaban ahí tenían algún vínculo con la dictadura entonces no querían que fuesen ninguno de ellos, entonces se posterga hasta que hubo un juez que los pudo condenar. Yo ahí dije, puedo hacer un documental para difundir en las escuelas, o en algunos lugares, entonces hice un cortometraje sobre Cecilio Kamanesky.
Largometraje con Nora Cortiñas en etapa de edición
Y después, yo había quedado con la idea de hacer un documental sobre las mujeres allá en Kurdistán. A Nora Cortiñas que había viajado allá para participar de un Congreso, la grabé con las mujeres de allá. Cuando volví acá le pregunté a Nora si quería volver y me dijo que sí, que estaba muy entusiasmada y planeamos un documental que ese fue o está siendo el primero por el cual recibimos dinero, que nos dio el Instituto de Cine Argentino con el cual pudimos pagar los pasajes y comprar algo de sonido y alguna cámara. La idea es que Nora Cortiñas, como había conocido a las “Madres por la paz” que son madres kurdas, ella vuelve para solidarizarse con ellas, es decir, se interioriza mucho más con su historia y se solidariza. La mayoría de “Las madres por la paz” tiene hijos muertos en la guerrilla o muertos por alguna actividad política en las ciudades o están presos o alguna cuestión así. Lo bueno es que Nora fue allá y hubo un intercambio que estuvo bueno, la cultura argentina con la cultura kurda y la cultura kurda con la argentina, y además, Nora pudo volver a 30/35 años atrás cuando estaba luchando contra la dictadura militar. Fue allá, y no es una dictadura militar pero es un gobierno civil, democrático, no sé qué, pero sigue persiguiendo a los kurdos. Era una relación que a ella le volvía un poco su mirada hacia atrás y a su vez las mujeres de allá pudieron ver la fuerza que tiene Nora que es una cosa increíble. También se pudo atender un poco a cuestiones que tenían un poco las madres acá como por ejemplo ir a instancias internacionales como la OEA y la ONU.
¿Por qué elegiste Kurdistán?
En realidad no sé por qué. Yo había leído una nota en resumen latinoamericano que hablaban las guerrilleras kurdas y a mí me llamaba la atención que mujeres en medio oriente o la Mesopotamia agarraran las armas y salieran a luchar por sus pueblos. Además, estas mujeres decían que luchaban por lo mismo que el Che Guevara y el Subcomandante Marcos, entonces digo, estas mujeres algo de idea tienen del mundo. Fui para allá para cubrir un encuentro de Mesopotamia, del foro social, y para conocer un poco más la realidad y cada vez que iba por un lugar las mujeres estaban solapadas por la presencia de los hombres pero siempre tenían una fuerza increíble. Son las primeras mujeres en toda la región que toman las armas para defender su lucha. Son mujeres que dentro de la guerrilla, dentro del PKK (el partido revolucionario de los trabajadores), dijeron bueno nosotros somos mujeres y estamos cansadas que los hombres nos digan qué tenemos que hacer. Armaron un ejército propio y dijeron ahora las decisiones las tomamos nosotras, dónde atacar, cuándo atacar, cómo atacar, etcétera. Cada tanto se juntan con los hombres porque es la misma organización pero tienen debates. Todo eso lo aprendí cuando fui para allá y me pareció que estaba bueno y además estaban estas mujeres que son muy similares a las madres de plaza de mayo.
Me dije por lo menos hay mujeres y se puede mostrar al resto del mundo, que no son lo que los grandes medios de comunicación nos quieren difundir. Hay otro tipo de mujeres, mujeres que luchan, que están con el hijo durante el día, trabajan la tierra y además pelean para que su pueblo sea conocido. Y además, toda esta cuestión que es importante, que empezó a evaluar el pueblo kurdo de no querer la independencia sino querer un federalismo, tal vez algo parecido a lo de Bolivia, o para mí más parecido a los Zapatistas. Nos juntamos, la mitad del gobierno son mujeres, la mitad son hombres. Empezar a convivir y gobernarse con el mismo pueblo, no con el gobierno de arriba, sino con un gobierno más horizontal.
Todo eso me fue enseñando y me fue dando material para poesía, ya que hay un libro que está dedicado a la mujer kurda por todas estas cuestiones que tiene. Las mujeres de allá tienen que convivir su lucha contra sus Estados que la reprimen y contra su propio pueblo. En la guerrilla dijeron bueno vamos a hacer una organización paralela, paralela pero dentro, son como autónomas. En la vida tienen que luchar contra la violación de los hombres, que si un hombre la viola a ella a la que matan es a la mujer no al tipo, porque ellos consideran que la mujer conversa el honor de toda la familia. Entonces como deshonró a la familia la matan a ella y no al tipo a tal punto que el gobierno de allá, de Irak, Turquía no le da importancia a ese asesinato a pesar de que es un delito. No le dan importancia porque está dentro del Islam. Hay toda una confusión y la mujer dice, esto se tiene que terminar, a mí no me mata ningún chabón porque yo no tengo nada que ver con el honor de la familia. Incluso quizás se la viola el tío, el primo, pero es lo mismo.
Proyectos documentales
Terminar este documental y ahora estamos con un amigo kurdo periodista y empezamos a armar un documental sobre los armenios. Con esta cuestión de la federación, muchos armenios que fueron perseguidos en Turquía, un millón y medio murieron, eso quiere decir que muchos pueblos que eran armenios en Turquía ahora no hay nada, pero muchos fueron a muchos lugares como a Grecia, Siria, Líbano, Iran, y obviamente Argentina y Uruguay y Estados Unidos, son como los tres países donde más armenios hay, y Francia. Dijimos vamos a trabajar, de por qué cuando vuelven los armenios, vuelven a la Armenia oriental, la que está protegida por la Unión de República Socialista Soviética. Los soviéticos dijeron, en la parte de Armenia que está dentro nuestro pueden hacer un país y en la parte Armenia histórica que está dentro de Turquía no quedó nada. No quedó como límite, como nada, no es un país. Vuelven a la Armenia soviética pero ninguna era de la Armenia soviética, eran todos de la Armenia de Turquía. Eran todos de Van, de Bingöl, de Marash. La pregunta es ¿por qué no vuelven a la Armenia de ustedes, donde está su propio olor, donde la familia nació ahí? Se está armando una discusión que está buena porque todo el mundo dice “es la verdad, si yo no nací ahí, ni mis papás ni mis abuelos”. Es como volver a Turquia y nos parece interesante por esto, algunos dicen que un documental no puede transformar la realidad aunque yo creo que sí puede transformar, aunque sea de una pequeña manera. De hecho cuando Nora viajó allá, hizo una transformación porque en el documental aparecen cosas que las mujeres kurdas nunca se plantearon y en el momento hicieron. Y ahora también, porque es un modo de decir yo voy a volver al lugar de donde era mi familia, no sé dónde es, no conozco la tierra, no conozco el olor, pero tengo un montón de historias que me contaban que son de ahí, no son de la otra Armenia digamos. Creo que eso va a estar bueno como proyecto.
¿Cómo entra la poesía como transformadora de la realidad?
En primer lugar, cuando estudié para maestro me sirvió para ser periodista, ser periodista me sirvió para hacer documentales y todo eso tiene que ver entre todo, y entre todo está la poesía y la literatura. Entonces, hay cuestiones en el documental que tienen algo poético porque no son estrictamente de la vida real. Por ejemplo, en el documental de Nora hay una mujer que canta, no tiene absolutamente nada que ver con el documental pero es algo real de la vida. En todos lados vas por el campo de Kurdistán y las mujeres cantan, como acá, vas a Salta o Jujuy y la mujer canta. Eso tiene algo de poesía, porque metes en un documental algo que supuestamente es de ficción pero en realidad en toda la vida es verdad, es decir suele pasar. Nosotros tenemos algunos puntos de poner en el documental esta relación que uno busca entre lo que fue el genocidio armenio con lo que fue el genocidio en Argentina o en Uruguay. No es algo que uno lo pone porque le parece similar, sino porque es negar a un pueblo que piensa diferente a vos y perseguir a un pueblo que está en contra de tus pensamientos o tu forma de ser. Para mí es algo absolutamente absurdo porque si un niño le tira piedras a un policía que está armado y que tiene el chaleco antibalas, ese pueblo no va a parar nunca más de luchar, entonces es absurdo que vos quieras prohibir a un pueblo. Todo eso tiene una cuestión en mí de poesía. De buscar todo lo lindo que hay a pesar de la guerra, eso es importante. No hay ninguna poesía de una mujer que esté combatiendo con su arma, porque me parece que su arma más grande ahí es su corazón, su palabra, su lucha cotidiana, que está al margen de la guerra y porque el pueblo allá se sonríe todo el tiempo. Tiene a su hijo muerto, y no es que lo llora todo el día. Lo llora un sábado pero después toda la semana está luchando y está sonriendo para festejar que el hijo incluso murió y no porque murió sino porque estaba con una lucha firme y convencido, y porque el hijo no quería matar turcos tampoco. No es una lucha de pueblos, es una lucha de soberanía, es decir somos esto y queremos llevarlo adelante. Hay muchas cosas que para mí tienen poesía y el desarrollo del documental tiene que ver con eso.

sábado, 10 de mayo de 2014

La pérdida de contacto con la realidad.

LA LOCURA DE LOS GRUPOS ABORTISTAS


Por Sergio Argentino

La pérdida de contacto con la realidad y la dificultad para razonar podrían hacernos pensar que algo en el ser humano está fallando.

Veamos un poco a qué nos referimos con esto de "pérdida de contacto con la realidad".

Resulta que nuestro país, como muchos otros, posee tres poderes: Judicial, Legislativo y Ejecutivo. Más allá de la no tan nítida división que existe entre estos poderes en lo práctico, vale aclarar que el poder judicial no legisla, y si no legisla no puede modificar leyes, y por tanto si nuestro Código Penal que prohíbe el aborto, salvo muy puntuales excepciones (en la que declara esta práctica como "no punible", que no es lo mismo que "legal"), no ha sido modificado por el Poder Legislativo, entonces el aborto sigue estando prohibido. Aunque así lo nieguen los grupos abortistas que se basan en un fallo de la Corte que aplica a UN Y SÓLO UN CASO PARTICULAR.

Allí encontramos un rasgo fuera de lo normal: la pérdida de contacto con la realidad. Ellos quieren hacernos creer que el aborto es legal. Que porque la Corte avaló un caso de aborto ya éste se convirtió en un derecho universal. Aunque aún siga vigente el código penal y lo prohíba, ellos alucinan y nos quieren hacer alucinar que está permitido. Aunque nuestra Constitución Nacional, que es la ley primera, defina en sus artículos que la vida comienza desde la concepción y afirma el derecho a la vida, como así también incluya Tratados Internacionales como la Convención por los Derechos del Niño que afirman lo mismo.

Y lógicamente se enojan con quienes se niegan a practicar un aborto. Y hasta los quieren encarcelar!!! Los entendemos: tienen un impedimento para contactarse con el mundo real.

Otro rasgo problemático es la perdida de la capacidad de raciocinio y una disparidad en la asociación de ideas.

En este sentido, uno de los “argumentos” citados por los grupos abortistas es que el feto no es un ser humano, dado que si extraemos a éste del seno materno, éste no es viable y muere automáticamente. Bien. Sigamos.

Si la viabilidad es una condición para que un sistema viviente sea considerado humano, entonces un chico autista, un anciano con demencia senil, un cuadripléjico, un diabético insulino-dependiente, un insuficiente renal que necesita diálisis o un niño en sus primeros años de vida tampoco serían viables, porque por sí solos no pueden vivir, sino que precisan de la asistencia de otra persona o de un medicamento esencial para su supervivencia.

Pues entonces repasemos, según el pensamiento abortista: un autista, un anciano con demencia senil, un cuadripléjico, un diabético insulino dependiente, un enfermo renal, un niño NO SON SERES HUMANOS.

¿Podemos entonces prescindir del supuesto de que los activistas abortistas padecen de algún problema si pretendemos intentar comprender sus “argumentos”? Se hace difícil. Más aún si estas expresiones son vertidas por personas de un alto nivel académico, como son algunos de los jueces de la Corte Suprema de Justicia.

La falta de coherencia es otro síntoma de que algo no está bien. En este sentido, los abortistas dicen que el embrión no es persona porque “carece de sistema nervioso y porque no tiene rasgos ni forma de persona”. Sin embargo, hace unos días los abortistas practicaron y celebraron con bombos y platillos el asesinato de un bebé de SEIS MESES. Aquí el “producto del embarazo” ya tenía forma de ser humano y sistema nervioso ¿Entonces? Si esto no es una flagrante incoherencia y no denota que algo en ellos no está bien, ¿Qué es?

Como si esto fuera poco, estos mismos grupos son los que más abusan de acusar a otros de “nazis discriminadores"

¿Se acordarán que no hay mayor discriminación que decidir quién nace y quién no? ¿Se acordarán que bajo la teoría de la supremacía racial los nazis consideraban el aborto como una práctica válida?

Si seguimos analizando los “argumentos” favorables al aborto, encontraríamos decenas y decenas de francas incoherencias qué solo mentes enfermas pretenden sostener. Ninguna persona normal puede avalar asesinar a un bebé de seis meses. Ninguna. Sólo aquellas que bajo una condición psicopatológica actúen fuera de sus cabales, como son los casos de personas “inimputables” o de psicópatas imputables...

Gracias a Dios, el avance de la ciencia ha permitido develar que la Vida comienza desde la concepción. Y nuestra Constitución Nacional así lo dictamina.

Y gracias también al avance de la ciencia hay tratamiento para los desórdenes psiquiátricos, tanto para las víctimas del aborto por las secuelas que deja, como para los que lo proponen y practican.

jueves, 8 de mayo de 2014

Todas las transiciones geopolíticas fueron violentas.

El retorno de la geopolítica y sus razones

 Atilio Boron

Si atendemos a las lecciones de la historia, todas las transiciones geopolíticas precedentes fueron violentas. Nada permite suponer que hoy la historia será más benigna
Una ojeada a las novedades editoriales producidas en el estudio de las relaciones internacionales -o, si se quiere utilizar un lenguaje “políticamente incorrecto” pero más diáfano y accesible: el imperialismo- revela la creciente presencia de obras y autores que apelan a la problemática geopolítica. La súbita irrupción de esta temática nos mueve a compartir una breve reflexión, y esto por dos razones. Primero, porque el tema, y la palabra hacía tiempo que habían sido expulsadas, aparentemente para siempre, del campo de los estudios internacionales y ahora están de vuelta. Proponemos la hipótesis, en segundo lugar, de que su reincorporación no tiene nada de casual o accidental sino que es un síntoma de un fenómeno que trasciende el plano de la teoría y la semiología: la decadencia del imperio norteamericano.
En relación a lo primero digamos que el abandono de la perspectiva geopolítica no sólo se verificó en las elaboraciones de los mandarines de la academia, lo cual no es motivo alguno de preocupación, sino que también se hizo sentir en las obras de los pensadores de la izquierda, lo cual sí era motivo de inquietud. Tanto era así, y tanto ha cambiado en muy poco tiempo, que al terminar la redacción de mi libro América Latina en la Geopolítica del Imperialismo, a mediados del 2012, y proceder a la última revisión del texto antes de enviarlo a la imprenta creí necesario introducir un largo párrafo, que reproduciré parcialmente a continuación, para responder a los muchos amigos y camaradas que, sabedores de la problemática que estaba investigando me hicieron conocer su sorpresa, y en algunos casos desacuerdos, por dirigir mi atención hacia un tema, la geopolítica, asociada a los planteamientos de la derecha más reaccionaria y racista. De ahí que sintiera la necesidad de decir lo siguiente en las mismas páginas iniciales del libro:
“Unas palabras, precisamente, sobre la problemática geopolítica. Se trata de una cuestión que en general la izquierda ha demorado más de lo conveniente en estudiar por una serie de razones que no podemos sino apenas enunciar aquí: concentración en el examen de temas “nacionales”; visión economicista del sistema internacional y del imperialismo; menosprecio de la geopolítica por la génesis reaccionaria de este pensamiento y por la utilización que de ella hicieron las dictaduras militares latinoamericanas de los años setenta y ochenta del siglo pasado. La generalización del concepto y las teorías de la geopolítica se encuentra en la obra de un geógrafo y general alemán, Karl Ernst Haushofer, quien propuso una visión fuertemente determinista de las relaciones entre espacio y política, y la inevitabilidad de la lucha internacional entre los diferentes Estados para asegurarse lo que, en un concepto de su autoría, calificó como “espacio vital” (Lebensraum). El desprestigio de esa teorización se relaciona con el hecho de que fue este concepto de Lebensraum el empleado por Hitler para justificar el expansionismo alemán que a la postre culminó con la tragedia de la Segunda Guerra Mundial. Haushofer tuvo como fuente de inspiración la obra de un geógrafo y político británico, Halfor John Mackinder, quien en 1904 había escrito un muy influyente artículo sobre “El pivote geográfico de la historia”.[1]
La visión de Mackinder sobre la Isla Mundial, su pivote y las regiones periféricas

En todo caso el nacimiento de esta perspectiva tuvo lugar en un momento histórico signado por el predominio de las concepciones colonialistas, imperialistas y racistas de finales del siglo XIX y comienzos del XX. Si hoy reaparece, completamente resignificada en el pensamiento contestatario, es porque aporta una perspectiva imprescindible para elaborar una visión crítica del capitalismo en una fase como la actual, signada por el carácter ya global de ese modo de producción, su afiebrada depredación del medio ambiente y las prácticas salvajes de desposesión territorial padecidas por los pueblos en las últimas décadas. No debería sorprendernos entonces que dos de los principales pensadores de nuestro tiempo sean geógrafos marxistas: David Harvey y Milton Santos. Es que la política y la lucha de clases, tanto en lo nacional como en lo internacional, no se desenvuelven en el plano de las ideas o la retórica, sino sobre bases territoriales, y el entrelazamiento entre territorio (con los “bienes públicos o comunes” que los caracterizan), proyectos imperialistas de explotación y desposesión y resistencias populares al despojo requieren inevitablemente un tratamiento en donde el análisis de la geografía y el espacio se articulen con la consideración de los factores económicos, sociales, políticos y militares.
En tiempos como los actuales, en los que la devastación capitalista del medio ambiente ha llegado a niveles desconocidos en la historia, una reflexión sistemática sobre la geopolítica del imperialismo es más urgente y necesaria que nunca. Tal como lo recordara el Comandante Fidel Castro en su profética intervención en la Cumbre de la Tierra –en Río de Janeiro, junio de 1992–, ‘una importante especie biológica está en riesgo de desaparecer por la rápida y progresiva liquidación de sus condiciones naturales de vida: el hombre’.”
La visión de Spykman, y la centralidad del cerco sobre el pivote central
Creo que las razones por las cuales desde la izquierda tenemos que recuperar la problemática geopolítica -¡que sí estaba presente, si bien expresadas con otro lenguaje, en el marxismo clásico!- son por demás convincentes. Pero, ¿a qué se debe que el pensamiento de la derecha haya hecho lo propio y que la obra de los intelectuales orgánicos del imperio (Zbigniew Brzezinski y Henry Kissinger, para tan sólo nombrar a los de mayor gravitación) y de los académicos del mainstream norteamericano deban recurrir cada vez con más frecuencia a consideraciones geopolíticas en sus estudios e investigaciones? ¿Se trata de una superficial y efímera moda intelectual, para reemplazar al ya difunto concepto de “globalización”, cuya muerte fue anunciada simultáneamente a su advenimiento o hay algo más?
Efectivamente hay algo más. No es un tema de modas intelectuales o escolásticas, y esta es la segunda cuestión que queríamos plantear. La reflexión geopolítica en el campo del pensamiento imperial es hija de una dolorosa (para algunos) comprobación: el imperio norteamericano ha superado su cenit y ha comenzado a recorrer el camino de su lento pero irreversible ocaso. Para los gobernantes y las clases dominantes de Estados Unidos de lo que se trata entonces es de tomar los recaudos necesarios para evitar dos desenlaces inaceptables: (a) que el crepúsculo imperial precipite una incontrolable reacción anárquica en cadena en el sistema internacional, en donde un buen número de estados y una cantidad desconocida pero significativa de actores privados disponen de un arsenal atómico capaz de eliminar de raíz toda forma de vida en el planeta y, (b), que producto de la irreversible redistribución del poder mundial la seguridad nacional y el modo de vida de Estados Unidos puedan verse irremediablemente menoscabados.
Esta es la razón de fondo por la cual los estrategas militares estadounidenses llevan más de diez años refiriéndose oblicuamente al tema y alertando, en sus escenarios bélicos prospectivos de largo plazo, que ese país deberá estar preparado para librar guerras, en los más diversos rincones de este planeta, durante los próximos veinte o treinta años. Doctrina de la “guerra infinita” cuyo objetivo no será acrecentar su primacía mundial mediante la incorporación de nuevas áreas de influencia o control sino apenas preservar las ya existentes, o evitar un catastrófico derrumbe de los parámetros geopolíticos globales.
Estos pronósticos tardaron más de diez años en incorporarse a los análisis del mandarinato académico y de los publicistas del imperio, profundamente enquistados en los grandes medios de comunicación. Pero ya no más. La terca realidad les ha obligado a hablar de lo que hasta hace poco era impensable, cuando una pandilla de reaccionarios nucleada en el Proyecto para el Nuevo Siglo Americano fundado por Dick Cheney en 1997 se ilusionó al creer que el mundo que aparecía ante sus ojos tras el derrumbe del Muro de Berlín y la implosión de la Unión Soviética había llegado para quedarse, para siempre, en una típica reiteración de la incapacidad del pensamiento burgués para comprender la historicidad de los fenómenos sociales.[2] Se trató de una ilusión infantil, así la juzgó ese viejo lobo del imperio que es Zbigniew Brzezinski, que la realidad desbarató en pocos años. Los atentados del 11-S derrumbaron no sólo las Torres Gemelas sino también los tranquilizadores espejismos con los cuales se entretenían los dizque expertos del Proyecto para el Nuevo Siglo Americano. No es casual que en su más reciente libro Brzezinski dedique unas sorpresivas páginas introductorias al tema de la declinante longevidad de los imperios, y si bien no lo dice explícitamente está claro que para él, como para tantos otros, Estados Unidos es un imperio. [3]
Claro está que se trataría de un imperio de nuevo tipo, movido por el idealismo Wilsoniano, como lo asegura Henry Kissinger en sus diversos escritos, idealismo que lo lleva a convertirse según esta autocomplaciente visión, en un abanderado de las mejores causas de la humanidad: democracia, derechos humanos, libertad, pluralismo, etcétera. En una palabra, el país a quien Dios presuntamente le habría encomendado la realización de un “Destino Manifiesto” y en virtud del cual sembraría aquellos nobles valores e instituciones a lo largo y ancho del planeta. Un razonamiento muy parecido había sido formulado por Henry Kissinger en un libro publicado en 1994 y traducido al castellano al año siguiente: La Diplomacia. En él el ex Secretario de Estado de Richard Nixon advertía sobre la precariedad de los ordenamientos internacionales al observar que “con cada siglo ha ido encogiéndose la duración de los sistemas internacionales. El orden que surgió de la Paz de Westfalia duró 150 años… el del Congreso de Viena se mantuvo durante 100 años… el de la Guerra Fría terminó después de 40 años.” Y concluye: “Nunca antes los componentes del orden mundial, su capacidad de interactuar y sus objetivos han cambiado con tanta rapidez, tanta profundidad o tan globalmente.”[4]
Dado todo lo anterior no sorprende la nota que días atrás publicara David Brooks en el 'New York Times' y que fuera reproducida en Buenos Aires por 'La Nación' y, con seguridad, en otros diarios de América Latina y el Caribe. Brooks, un hombre de clara persuasión conservadora, cita en su nota la opinión de Charles Hill, uno de los mayores expertos del Departamento de Estado, ya retirado de su cargo, quien dice textualmente que: "La gran lección que enseña la historia de la alta estrategia es que cuando un sistema internacional establecido entra en fase de deterioro, muchos líderes actúan con indolencia y despreocupación, y felicitándose a sí mismos. Cuando los lobos del mundo huelen esto, por supuesto que empiezan a moverse para sondear las ambigüedades del sistema que envejece y así arrebatar de un tarascón los bocados más preciados.” Brooks refleja, con desazón, la literatura que cada vez con mayor frecuencia examina el proceso de decadencia imperial, esa “fase de deterioro” a la que aludía Hill, si bien no todos los autores se atreven a abandonar los eufemismos tranquilizadores.
El último número de la revista 'Foreign Affairs', el conservador órgano del establishment diplomático estadounidense, presenta un par de artículos de dos de los mayores especialistas en el análisis de las relaciones internacionales y en los cuales, más allá de sus diferencias, concuerdan en el hecho de que “la geopolítica está de vuelta”.[5] Y si lo está es precisamente porque la correlación de fuerzas que en el plano internacional se cristalizara después de la Segunda Guerra Mundial y, sobre todo, las fantasías que anunciaban el advenimiento de “un nuevo siglo americano” se derrumbaron estrepitosamente. Ejemplos: Estados Unidos es derrotado inapelablemente (29 a 3) en una votación en la OEA que pretendía decretar la intervención de ese organismo en la crisis que afecta a la República Bolivariana de Venezuela; asiste impotente a la reincorporación de Crimea a Rusia, pese a que en una actitud insólita y provocativa su Secretaria de Estado Adjunta para Asuntos Euroasiáticos, Victoria Nuland, estuvo en la Plaza Maidan de Kiev repartiendo panecillos y galletitas a las bandas de neonazis que luego tomarían por asalto los edificios gubernamentales y constituirían un nuevo gobierno, mismo que fue rápidamente reconocido por las corruptas y decrépitas democracias capitalistas; y sus bravuconadas y amenazas en contra de Siria se derrumbaron como un castillo de naipes en cuanto Rusia -y de modo más cauteloso, China- le hicieron saber a Washington que no permanecerían de brazos cruzados si la Casa Blanca lanzaba una nueva aventura bélica en la región.
Cambios inesperados, muy profundos y sucedidos en muy corto tiempo y que nos obligan a reflexionar sobre -y a actuar en- una transición geopolítica global que difícilmente podrá llevarse a cabo de manera pacífica. Si atendemos a las lecciones de la historia, todas las transiciones geopolíticas precedentes fueron violentas. Nada permite suponer que hoy la historia será más benigna para nuestros contemporáneos, especialmente si se repara en la fenomenal desproporción de recursos militares que retiene el centro imperial, superior a la de la totalidad de los demás países del planeta.


Notas
[1] Mackinder (1861-1947) sostenía que en el planeta hay una “Isla Mundial” que es el sitio donde se concentran las mayores riquezas naturales y que está conformada por la gran masa euroasiática y africana. Al interior de este enorme espacio se recorta, según este autor, un pivote que se extiende desde el Volga hacia el Este, hasta el río YangTse en la China, y desde los Himalayas hasta el Océano Ártico y Siberia. Quien controle ese pivote, sostiene Mackinder, controlará la Isla Mundial y quien ejerza ese control podrá extenderlo a todo el mundo. Tiempo después, el geopolítico norteamericano Nicholas Spykman (1893-1943) re-elaboró las concepciones de Mackinder y acentuó la importancia del anillo de tierras y mares que rodean al pivote central. Si ese cerco es exitoso, asegura Spykman, la potencia que lo consiga dominará Eurasia, y quien controle Eurasia regirá los destinos del mundo. Zbigniew Brzezinski es el más encumbrado continuador de esta tradición que le asigna al pivote central de la masa euroasiática un papel crucial en el dominio del planeta. La obsesión por cercar ese pivote con toda suerte de alianzas político-militares alimentó la política exterior de los Estados Unidos desde el triunfo de la Revolución Rusa en 1917 hasta nuestros días, como lo prueban los mapas utilizados por Brzezinski en su ya referida obra.
[2] Recordar que Cheney luego se convertiría, bajo la presidencia de George W. Bush, en Vicepresidente de los Estados Unidos durante sus dos mandatos y uno de los personajes de mayor influencia en el proceso decisional de la Casa Blanca, algo poco común si se recuerda el carácter eminentemente protocolar, casi decorativo, de los vicepresidentes en la república imperial norteamericana.
[3] Puede consultarse este tema de la declinante longevidad de los imperios en Zbigniew Brzezinski, Strategic Vision.America and the Crisis of Global Power (New York: Basic Books, 2012), pp. 21-26.
[4] Henry Kissinger, La Diplomacia (México: Fondo de Cultura Económica, 1995), p. 803.
[5] Ver John Ikenberry, “The Illusion of Geopolitics. The Enduring Power of the Liberal Order” y Walter Russell Mead, “The Return of Geopolitics. The Revenge of the Revisionist Powers”, ambos en Foreign Affairs, Mayo-Junio de 2014.