domingo, 26 de febrero de 2012


Argentina: La marcha de los justos  contra el saqueo y el terror


·   La marcha y acto en la calle de los bonaerenses solidarios y la delegación de luchadores que han protagonizado  las puebladas en Famatina, Belén, Andalgalá, Amaicha, Tinogasta, Cafayate, remeció la tarde del 23 de febrero.


Andrés Figueroa Cornejo


Primero fue el silencio enlutado. El decoro y la indignación mordida para honrar a los trabajadores y trabajadoras, jóvenes, niños y viejos pobres y repobres muertos en los vagones mugrosos del ferrocarril Sarmiento la mañana del 22 de febrero. El tren miseria que viaja malamente desde el cono urbano hasta el pecho de la Ciudad de Buenos Aires. El tren donde hay carros que no tienen asientos, pero en el que abundan los trabajadores en negro y los mendigos, los migrantes y las mujeres del aseo. Quienes conocen mejor que nadie los pasos fronterizos sin control, el almacén donde venden el pan y el vino más baratos, la habitación deshojada donde duermen familias completas.

Luego del minuto callado en la Plaza de Mayo, cayó como tormenta impredecible,  la ira fundada, la humanidad de los tantos que sufren y resisten el saqueo de la megaminería a tajo abierto y los golpes de la ley antiterrorista.

La marcha y acto en la calle de los bonaerenses solidarios y la delegación de luchadores que han protagonizado  las puebladas en Famatina, Belén, Andalgalá, Amaicha, Tinogasta, Cafayate, remeció la tarde del 23 de febrero.

Que luchan por la vida, por el agua, por un porvenir decente. Parece poco. Pero ante la dentadura metálica del capital, sus demandas irritan los intereses de los pocos, del Estado, del actual orden de las cosas.


LOS BIENES COMUNES

Javier Rodríguez Pardo, oriundo de la Patagonia y miembro de la Unión de Asambleas Ciudadanas (UAC) aclara que “el 23 de marzo de 2003 fue el primer No a la Mina a través de un plebiscito producto de  luchas previas. Por fin, luego de una década hemos instalado en los tradicionales partidos de la izquierda la conciencia estratégica contra el saqueo de los bienes comunes.”

-¿Por qué ‘bienes comunes’ en vez de recursos naturales?

“Porque nadie autoriza a recurrir al recurso. Estamos hablando de un ecosistema sumamente frágil. Todo lo que se explota a 4 mil 500 metros de altura acaba invariablemente, en los dos océanos. Ello afecta violentamente a las comunidades y genera una enorme diáspora. Ese es el primer impacto de la megaminería, amén de la polución.”

-¿Cuáles son las consecuencias más relevantes?

“En principio y en el mismo instante en que se realiza una voladura en un territorio, ya se emplea plomo, cianuro y arsénico, que termina en el agua y los pulmones. Y la minería a tajo abierto requiere caminos de 40 metros de ancho para el transporte en plena área glaciar. Como el gobierno nunca ha hecho estudios epidemiológicos, estamos trabajando con equipos médicos propios. En Abra Pampa, La Rioja, la sangre de los chicos se llenó de plomo, por ejemplo. Existe en el planeta una relación probada entre las minas de uranio abandonadas con los menores que nacen con labio leporino.”

-¿Qué conquistas ha reportado la lucha?

“En 7 provincias legislaron contra esta megaminería.”

-¿Qué sueñas despierto?

“Arrancar desde todas las provincias en rebelión sobre Buenos Aires y Plaza de Mayo. En condiciones todavía pendientes, claro.”

“POR GANAR, LAS EMPRESAS NO ESCATIMAN EN SACRIFICAR VIDAS HUMANAS”

Lucía Áviles, representante de Famatina, es una mujer menuda que se agiganta mientras dice lo que hace. “Estamos en un corte de ruta desde el 2 de enero, rechazando la instalación de una transnacional canadiense que pretende apoderarse de una zona donde está el glaciar. La Famatina tiene oro y agua. Nosotros estamos defendiendo el agua. Es decir, la vida. Asimismo, promovemos la toma de conciencia general contra el plan nuclear a nivel nacional. La Rioja está acribillada de perforaciones nocivas. Se desforesta la yunga, un extremo boscoso mientras han modificado el curso del río de donde abrevamos. Nuestro lema es ‘Por los hijos de nuestros hijos, el Famatina no se toca’.”

-Existen sectores que los acusan de estar contra una versión del progreso…

“Ese progreso es mentiroso. La megaminería tiene a nuestros pueblos igual de pobres que antes. Nos ponen como ejemplo a Chile, donde los estudiantes tienen que luchar permanentemente por la educación. Es decir, la megaminería hace mucho dinero, pero no llega jamás al pueblo.”

-¿Cuál es la agenda que tienen en vista?

“Marcharemos el 1º de marzo, cuando se inicie el ciclo legislativo. En Famatina se movilizan 20 mil personas de un total de 33 mil.”

-Lucía, tú arribaste a Buenos Aires justo cuando se produjo la tragedia ferrocarrilera…

“En el fondo, es lo mismo que ocurre con nosotros.  A la hora de invertir, las empresas no escatiman en sacrificar vidas humanas para acumular más capital. Nosotros en la cordillera decimos que no queremos vidas sacrificadas para que en otros lugares los menos naden en lujo. Es la misma lógica perversa: extraer de Latinoamérica recursos naturales con el fin de mantener el estándar de vida de sobreabundancia de las primeras potencias mundiales.”

ADOLFO PÉREZ ESQUIVEL: “¿TÚ CREES QUE EL GOBIERNO NACIONAL SACÓ LA LEY ANTITERRORISTA POR DEPORTE?”

El Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel sostiene uno de los extremos del lienzo central de la marcha. Explica que la movilización “es un emergente más de las necesidades de los pueblos. Si se proclama que se gobierna para los más de 40 millones de argentinos, no puede favorecerse a un grupo privilegiado de grandes capitales. La ley antiterrorista, los efectos de la megaminería, nos dañan profundamente. Es preciso activar los DDHH como derechos de los pueblos. En Andalgalá fui declarado personan no grata, ¡cuando yo estaba fuera del país! Aquí se está entregando el patrimonio del pueblo a las grandes corporaciones.”

-¿Cómo crees que será el 2012 en materia de movimiento social?

“¿Tú crees que el gobierno nacional sacó la ley antiterrorista por deporte? Su objetivo es garantizar las inversiones transnacionales; el pago de la deuda al Club de París –que no es precisamente un club deportivo-; y veremos un aumento de la pobreza y la marginalidad. Y estos males también son resultado de la ausencia de una oposición política con proyecto de país. Como los partidos no dan cuenta de ello, el pueblo está explorando otra forma de hacer política.”

ALTERNATIVA Y PARTICIPACIÓN 

Conduce democráticamente las asambleas, se preocupa de los detalles aparentemente más insignificantes, organiza obedeciendo los encuentros sociales, y modera los mensajes y el curso del acto central en el escenario. Martín Vidal pertenece a Pañuelos en Rebeldía; es uno de los principales activistas de la Unión de Asambleas Ciudadanas e integra la Red Nacional de Medios. Informa que la UAC “tiene un desempeño recorrido durante largos años. Hemos aprendido mucho de otros. Y esta marcha superó todas nuestras expectativas”.

-¿Qué ámbitos aborda el trabajo de la UAC?

“Luchamos contra el saqueo y la contaminación en todo el país. En Buenos Aires estamos enfrentando el drama de los basurales, el vial costero de Vicente López, la costa que comprende Avellaneda-Quilmes y muchos más. Asimismo, la cultura para nosotros es fundamental.”

-Muchos podrían creer que son un articulado de ‘contreras’…

“¡Por supuesto que también están los Sí! Sí a la vida, sí a las asambleas participativas como modalidad para adoptar decisiones. Hacemos nuestra la lucha que se  opone a la explotación de los trabajadores, como a la naturaleza, sobre todo, porque no son territorios separados; están íntimamente imbricados. Hemos aprendido mucho de las formas de relacionarse de los pueblos originarios.”

-¿La UAC está por colaborar con la creación de una alternativa política distinta a la hegemónica?

“Para nosotros la alternativa política tiene que ver con las maneras en las que nos construimos colectiva y cotidianamente. La UAC no es partidaria, pero claramente es política. Proponemos una honda transformación de las subjetividades.”

-¿Crees que es posible hoy la construcción de una alternativa política desde los intereses de los trabajadores y el pueblo sin ustedes?

“Es más. En ese aspecto, nosotros querríamos que todos fueran parte de la UAC. Unidos, más allá de las diferencias legítimas”


Febrero 24 de 2012   

jueves, 23 de febrero de 2012

PARALELISMOS.


CABILDO - Por la Nación contra el caos 




PARALELISMOS

A las 16:00 de hoy CFK iba a presentar el programa“Automovilismopara todos”, un proyecto para el cual se invirtieron 4000 millones de pesos.

En transporte ferroviario apenas se invierten 174 millones.

Cuando se produjo el incendio en el antro “Cromagnon”, el gobiernodesapareció y se fue al sur.

Hoy CFK no emitió —hasta ahora— declaración alguna ydecidió no anunciar el programa automovilístico. Hasta el momento no se fue al sur,ni tomó tren alguno.

Desde su asunción, la dinastía K anunció tres veces el soterramientodel ramal Sarmiento y una vez la creación del tren Bala.

En este día no hubo anuncios ni cadenas nacionales. Pero todos recordamoshoy la Bala.

Malvinas:Se reunió la inteligentzia.


Contra los intelectuales cipayos: las Malvinas son argentinas!

intelectualoides.jpgSe reunió la inteligentzia. Los que la tienen re clara, la elite iluminada, los que se juntan para alguna gorilada, siempre para algo que va en contra del sentir popular. Siempre haciendo gala de su desprecio a lo popular. Ahora se juntaron para negar la historia del pueblo y para reafirmar la historia de la colonia, la historia que el dominante nos ha impuesto.
Nos vienen a decir que las Islas Malvinas no son Argentinas.
Estos pacatos devenidos en intelectuales se alinearon con el poder británico, adoptaron su discurso colonial y pretenden reproducirlo entre el pueblo. Pero desconocen todo lo que tiene que ver con el pueblo. Y no entienden que el pueblo argentino esta malvinizado, porque conocemos nuestra propia historia, que muy a pesar de sus intentos por desmalvinizar (como algunos lo vienen intentando desde el gobierno de Alfonsín hasta la actualidad), seguiremos con nuestro reclamo de soberanía sobre Malvinas.
La solicitud de autodeterminación de los kelpers es un engaño. La población que ocupa las Malvinas está compuesta de cerca de 2000 soldados británicos y unos 25000 ciudadanos del Reino Unido, quienes fueron implantados luego de la invasión inglesa de 1833 que buscó fundar una nueva colonia británica, nada menos que a 12.000 km de Londres.
Hilda Sábato, Beatriz Sarlo, Juan José Sebreli, Roberto Gargarella, Santiago Kovadloff, Rafael Filippelli, Emilio de Ipola, Vicente Palermo, Marcos Novaro, Luis Alberto Romero, Eduardo Antín (Quintín), José Miguel Onaindia, Jorge Lanata, Gustavo Noriega, Pepe Eliaschev y Fernando Iglesias entre otros cipayos, merecen el mayor de nuestro desprecio.
En el documento que estos intelectualoides elaboraron, queda en evidencia que no buscan hacer una propuesta alternativa para el  problema de Malvinas. Solamente pretenden vender una propuesta vendepatria.
Todos sabemos que la guerra no es la solución. El camino lo debemos transitar como pueblo, ir hacia el boicot a las empresas  británicas. Debemos ponernos en sintonía con el ALBA y reclamar las Malvinas Argentinas como territorio nuestroamericano, en UNASUR, en CELAC, y en cualquier foro diplomático. Debemos alentar la política de Uruguay en el Mercosur de no abastecer barcos de bandera británica con destino Malvinas. Ese es el camino. Como pueblos de Nuestra América. Esa es la lucha que tenemos que dar a lo largo y a lo ancho de la Patria Grande, que es también una batalla de ideas.
En cuanto a ustedes intelectuales de pacotilla, apátridas, no hacen más que darnos asco.
¡Patria si, Colonia no!

Quebracho.

lunes, 20 de febrero de 2012

Malvinas:Propuesta para abandonarlas en manos de los kelpers.


Esas islas en el Atlántico Sur

Creer que existe una diferencia de naturaleza entre lo local y lo extranjero, constituye pura estupidez alentada por patrioteros nacionalistas que solo se soslayan con sus ombligos en el contexto de mayores pobrezas intelectuales y materiales.
Por Alberto Benegas Lynch (h)
Lo primero es recordar un pensamiento de Borges: “Vendrán otros tiempos en los que seremos cosmopolitas, ciudadanos del mundo como decían los estoicos, y las fronteras desaparecerán como algo absurdo”. Debemos tener bien en cuenta que, desde la perspectiva de la sociedad abierta, en el presente estadio de evolución cultural, las divisiones territoriales entre países es al solo efecto de evitar los fenomenales riesgos de concentración de poder en manos de un gobierno universal. Pero de allí a creer que existe una diferencia de naturaleza entre lo local y lo extranjero, constituye pura estupidez alentada por patrioteros nacionalistas que solo se soslayan con sus ombligos en el contexto de mayores pobrezas intelectuales y materiales.
Mario Vargas Llosa, ha escrito: “Resumamos brevemente en que consiste el nacionalismo […] Básicamente, en considerar lo propio un valor absoluto e incuestionable y lo extranjero un desvalor, algo que amenaza, socava o empobrece o degenera la propia personalidad espiritual de un país […] Que tales muletillas sean tan huecas como cacofónicas, verdaderos galimatías conceptuales, no es obstáculo para que resulten seductoras a mucha gente, por el airecillo patriótico que parece envolverlas […] el nacionalismo es la cultura de los incultos y estos son legión […] Ninguna cultura se ha gestado, desenvuelto y llegado a la plenitud sin nutrirse de otras y sin, a su vez, alimentar a las demás, en un continuo proceso de préstamos y donativos […] La manera como un país fortalece y desarrolla su cultura es abriendo sus puertas y ventanas de par en par […] la misma libertad y el mismo pluralismo que deben reinar en lo político y en lo económico en una sociedad democrática”.
Habiendo dicho esto, es menester subrayar que los orígenes de las islas del Atlántico sur a que nos referimos, desde el siglo xvi en adelante han pasado navegantes portugueses (Américo Vespucio entonces al servicio de Portugal, fue el primero en arribar a las islas), exploradores franceses (Louis de Bougainville estableció el primer asentamiento, quien bautizó con el nombre de cuya traducción textual al castellano es “Islas Malvinas”), conquistadores españoles (Esteban Gómez de la expedición de Fernando de Magallanes), aventureros británicos (John Davis, Richard Hawkings, John Strong, John Byron, John McBride, James Weddell y James Onslow) y embarcaciones holandesas (Sebald de Weert a la cabeza de la tripulación), además de emprendimientos varios como el del alemán Luis Vernet que si bien se vinculó a los argentinos vendió sus acciones de la isla en el mercado británico (lo cual dio comienzo ala Fakland IslandsCommercial Fishery and Agricultural Association), de tratados como los de Tordecillas y Utrecht,la Convenciónde Nutka y de expediciones estadounidenses como la del Lexington. Los títulos tienen muchas aristas ambiguas y contradictorias en medio de reiteradas trifulcas, pero en todo caso, de un largo tiempo a esta parte, dos son los gobiernos que reclaman las islas como parte del territorio de sus respectivas naciones: Argentina e Inglaterra.
Dados estos antecedentes y el pésimo tratamiento del tema del gobierno argentino, principalmente a través de dos bochornosas gestiones (entre tantas otras que hemos padecido los argentinos en materias vitales). Primero el gobierno de Rosas sobre quien escribí la semana pasada en este mismo medio, a raíz de lo cual algunos lectores me solicitaron detalles respecto al episodio en el que este déspota propuso canjear las islas por una deuda. Aprovecho para intercalar esa respuesta en la presente columna. Aquí va el complemento de marras: Rosas, a través de su ministro de relaciones exteriores (Felipe Arana), el 21 de noviembre de 1838 instruyó por escrito al representante argentino en Londres (Manuel Moreno) en los siguientes términos: “Artículo adicional a las instrucciones dadas con fecha de hoy al Señor Ministro Plenipotenciario Dr. Don Manuel Moreno. Insistirá así que se le presente la ocasión en el reclamo de la ocupación de las Islas Malvinas [hecho acaecido en 1833] y entonces explorará con sagacidad sin que pueda trascender ser la idea de este Gobierno si habría disposición en el de S. M. B. a hacer lugar a una transacción pecuniaria para cancelar la deuda pendiente del empréstito argentino” (consta en el expediente No. 3 del año 1842 dela Divisiónde Asuntos Políticos del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto dela RepúblicaArgentina, documento publicado por Isidoro Ruiz Moreno (h) en “La Prensa”, Buenos Aires, julio 11 de 1941, y reproducido porla AcademiaNacionalde Ciencias Morales y Políticas, bajo la presidencia de Horacio C. Rivarola).
En segundo lugar, el desembarco militar a las islas en 1982 que tuvo por origen la inaudita y monumental irresponsabilidad de Nicanor Costa Méndez quien siendo canciller propuso la idea, la que ya había sugerido sin éxito a otro gobierno castrense anterior (del general Juan Carlos Onganía), también “para unir al pueblo en una causa común” y así agitar las pasiones xenófobas que brotan inesperadamente del subsuelo de aquel adefesio que se ha dado en llamar “el ser nacional”. Una guerra -como casi todas- para distraer a la población de graves problemas internos y que fue condenada como “una aventura militar” en el informe del Tte. Gral. Benjamín Rattenbach, titular dela ComisiónInvestigadoraconstituida en Buenos Aires el 2 de diciembre de 1982, documento en el que se pedían severas sanciones para los responsables de esa incursión bélica.
Por otra parte, en los hechos (no en algún discurso), dado el empecinado y prepotente desconocimiento de los sucesivos gobiernos ingleses sobre la voluntad de los habitantes de las islas en el supuesto retiro de las pretensiones argentinas, sugerimos que, vistos los antecedentes, en esta instancia, ambos gobiernos deberían resolver la situación de manera simultánea, problema que viene arrastrándose desde hace décadas, en el sentido de  declarar la inmediata y total independencia de los isleños para que manejen sus asuntos como lo consideren mejor sin los reclamos de soberanía británica ni la argentina, una mezcla explosiva que tantas tensiones han creado y siguen creando en la población local.
Es desear que con el conocimiento de los dislates políticos de los gobiernos argentinos de los últimos setenta años con su propia población y, en menor medida, los cometidos por los gobiernos ingleses respecto a su gente, los isleños apunten a contar con una sociedad abierta, respetuosos de los derechos de propiedad, en el contexto de mercados abiertos tanto en lo local como en lo internacional y con tributos mínimos que sirvan para garantizar seguridad y justicia. Tal vez, de este modo, las islas puedan constituirse en un ejemplo de libertad y progreso para el mundo libre y atraigan personas e inversiones de todos los rincones del planeta, recurriendo a la exitosa tradición alberdiana de los argentinos y la fértil tradición también liberal que en su momento los ingleses supieron adoptar. Aunque personalmente no soy afecto a las machaconas exteriorizaciones de símbolos nacionales (prefiero la cosmopolita “Oda a la libertad” dela NovenaSinfonía, transformada por la censura a Schiller en “Oda a la alegría”), en este caso apuntamos que los lugareños desde hace tiempo tienen su propia bandera lo cual constituye uno de los signos de algunos respecto a deseos independistas. Sin embargo, se suceden debates sobre la seguridad que por el momento les proporciona el estar vinculados a la corona británica (de allí la persistencia y actualización del mismo esquema militar apostado desde 1982), mientrasla Argentinano abandone su posición  y lo haga en pos de la independencia de las islas, lo cual no es el caso en las actuales circunstancias ya sea en las esferas políticas de un gobierno como del otro.
Los dislates no se circunscribieron a los ámbitos  gubernamentales. Ahora resulta que nadie estaba enla Plazade Mayo en abril del año de la invasión, la que desbordaba de gente gritando “el que no salta es un inglés” y otras bellaquerías de tenor semejante. Son los vergonzantes de siempre que volverán a salir de sus cuevas si hay la oportunidad de otro brote nacionalista, quienes van a misa y cantan “toma mi mano hermano” con gestos angelicales hasta que el patrioterismo los hace devorar con verdadera saña a los llamados hermanos de otras procedencias. Ya he referido antes que un integrante dela AcademiaNacionalde Ciencias Económicas de Argentina propuso se lo expulsara como Miembro Correspondiente al premio Nobel en economía Friedrich Hayek porque de regreso de una invitación mía para pronunciar conferencias en Buenos Aires declaró muy sensatamente, desde Friburgo, a un corresponsal de una revista argentina, que “si todos los gobiernos que estiman les pertenece un territorio, lo invaden, el mundo se convertirá en un incendio mayor del que ya es”. Afortunadamente la descabellada moción no prosperó, pero consigno el hecho al efecto de poner de manifiesto el grado superlativo de desequilibrio imperante.
Hay que estar atento a posibles sandeces de todos los gobiernos de todos los colores y de todos los países, especialmente, como queda dicho, aquellos que se encuentran en dificultades, porque en el momento menos pensado no es infrecuente que recurran a lenguaje y actitudes bélicas con la intención de encubrir agujeros políticos. Como hemos apuntado, ya sucedió una vez hace treinta años una terrible confrontación armada, respecto a la cual rendimos un muy sentido homenaje a los muertos y heridos.
En este contexto, es saludable siempre tener en la mira aquellas emotivas líneas de Borges tituladas “Juan López y John Ward” en las que se describe que un argentino y un inglés podrían haber sido amigos -uno admiraba a Conrad y el otro estudiaba castellano para leer el Quijote- si no hubiera sido porque “les tocó una época extraña” ya que “el planeta había sido parcelado en distintos países […] esa división, cara a los cartógrafos, auspiciaba las guerras […] Los enterraron juntos. La nieve y la corrupción los conocen”.

La explotación capitalista del kirchnerismo.


Un análisis marxista del Estado kirchnerista

Por Agustín Laje (*)
Siendo una de las teorías más conocidas de Marx −y de hecho sobre la que se asientan en gran medida los presupuestos de explotación que se le adjudican al sistema capitalista−, la plusvalía, en términos simples y concretos, refiere al trabajo no remunerado del asalariado. El filósofo alemán se preguntaba de dónde provenían los beneficios del empresario, concluyendo que había una porción de lo trabajado por sus hombres (“plusvalor”) que aquél apropiaba injustamente generando una situación de explotación.
Valga destacar que la teoría es disparatada por lo simplista de principio a fin. En efecto, toda producción se origina conjugando los llamados “factores de la producción” (recursos de la naturaleza, capital y trabajo), recayendo sobre el empresario la responsabilidad de reunirlos, combinarlos, administrarlos, innovar y arriesgar. La idea de plusvalía pretende, al contrario, que la cantidad de trabajo es la única causa del valor de cambio de las cosas, con lo cual, y si esto fuera así, una empanada de barro debiera costar en el mercado lo mismo que una de carne, por ejemplo. Pero todos sabemos que eso no es cierto, y se debe a que no sólo las horas de trabajo determinan el precio de un producto.
No obstante esto último, cabe reconocer que el concepto de plusvalía −en tanto apropiación de porciones del trabajo ajeno− es paradójicamente interesante para el análisis de la Argentina actual.
Si algo ha caracterizado a la gestión kirchnerista desde mayo de 2003 a la fecha, eso ha sido el paulatino y desmesurado crecimiento del Estado en desmedro de los derechos individuales de sus ciudadanos. Desde los parasitarios planes sociales (que expropian a los que trabajan en beneficio de quienes no lo hacen), pasando por las viandas y servicios de divertimento y ocio “para todos” (financiados con el dinero de quienes no los consumen), hasta los improductivos emprendimientos que el Estado encara cuando quiere jugar a ser empresario (cuyo déficit, como el de Aerolíneas Argentinas que pierde 2 millones de dólares diarios, lo pagamos entre todos), constituyen algunos ejemplos ilustrativos.
Así como Marx se preguntó de dónde provenían los ingresos del capitalista, resulta ahora interesante preguntarse de dónde provienen mayoritariamente los ingresos del “Estado de Bienestar”. En efecto, dado que en esta vida nada es gratis, la obesidad estatal debe financiar tanto su ineficiencia connatural como sus políticas de corte clientelista de alguna manera. O bien lo hace a través de un sistema tributario que conciba al ciudadano casi como un esclavo y lo despoje en altas proporciones del fruto de su trabajo, o bien emitiendo dinero espurio sin sustento en bienes y servicios que provoca inflación y disminuye el valor real del dinero de las personas, expropiándolas así indirectamente. En definitiva, lo cierto es que de una u otra forma, el Estado obeso se financia metiendo la mano en el bolsillo de la gente. Así de simple.
En la Argentina kirchnerista ambos mecanismos están puestos en marcha: según diferentes investigaciones privadas, la carga impositiva entre impuestos directos e indirectos (sin contar la inflación), va desde el 40% hasta el 60% de los ingresos anuales de los ciudadanos. ¿Qué quiere decir esto? Que de 365 días que tiene un año, los argentinos trabajamos entre 146 y 219 días −dependiendo el caso− no para nuestro propio provecho, sino por pura servidumbre. A ello deberíamos sumarle los efectos nocivos de una inflación que va, dependiendo la fuente, desde el 9.5% en hipótesis de mínima, hasta el 30% en hipótesis de máxima. Téngase en cuenta, por si hiciera falta aclararlo, que a quienes afecta en mayor medida la inflación no son a las clases pudientes sino a los sectores de menores ingresos.
A la luz de estos datos de la realidad, es difícil no recordar la plusvalía de Marx y preguntarse en esos mismos términos, aunque invirtiendo su idea: ¿no estamos asistiendo no a la cacareada “explotación del hombre por el hombre”, sino a la explotación del hombre por el Estado?
(*) Agustín Laje tiene 23 años y es autor del libro “Los mitos setentistas”.

“Sintonía Fina” es una creación de la macroeconomía keynesiana.


Argentina: De la sintonía fina a la economía del diablo

Andrés Figueroa Cornejo


Uno.

Pasada la primera noche del carnaval, y buscando infructuosamente una cuerda RE para la guitarra, en la calle Talcahuano, a un centenar de metros del Obelisco en Buenos Aires, dos adolescentes almuerzan los desperdicios de la fiesta que fueron a dar a un basurero derramado.
Y en Gascón, pisando avenida Corrientes, permanece abierta y vacía una tienda que vende ropa usada a cuotas.
Sin cuerda no hay sintonía. Y la vieja camisa escolar a crédito ni siquiera fue fina en su juventud. 

Dos.

“Sintonía fina” –expresión oficialista multiplicada hasta más allá de la comprensión y la paciencia- , en los hechos significa ajuste económico bajo receta imperialista. Esto es, jibarización de los salarios ya pulverizados por una  inflación de números misteriosos; recaudación desesperada de dólares ante el déficit fiscal; contracción de los programas sociales; extinción de los subsidios al capital que empina los precios de todo; aceleramiento de la reprimarización económica. La cuenta es cancelada por la mayoría de siempre-todavía. Ni forma nacional, ni contenido popular.  

Ahora bien, en rigor, “Sintonía Fina” es una creación de la macroeconomía keynesiana puesta en circulación en Estados Unidos en la década del 60 del siglo XX (P.A. Samuelson, Garnerd Ackley, James Tobin) como una manera de administrar la relación entre ocupación (empleo) y variación de los precios (inflación). Estados Unidos y Europa en su conflicto con la Unión Soviética y el campo denominado socialista, formulaban el mantenimiento de un alto índice de crecimiento del PBI, bajas tasas de desocupación e inflación. Pero pasó que como el capitalismo tiene un patrón de conducta cíclica (crisis recurrentes) y aun cuando por esa época el ciclo estaba controlado, se daban trieños o cuatrieños en los que, a altas tasas de crecimiento y de incrementos salariales, advenían impactos inflacionarios en alza también. Ello se conoce como "recalentamiento económico”. Y concluía en etapas posteriores de "enfriamiento" porque las tasas de ganancia se contraían y las tasas de interés se elevaban, con lo que surgía el efecto contrario al esperado: bajaba el crecimiento, subía el desempleo, y bajaba la inflación a veces a tasas más elevadas que las de las otras variables. Así pues, se diseñó una política llamada de "sintonía fina" que consistía en establecer metas de ocupación y metas de inflación simultáneas, pero en sentido opuesto. Si se quería mantener bajas tasas de desocupación había que soportar altas tasas de inflación. Por ejemplo, 4 % de desocupación con 8-10 % de inflación. Y si se buscaba "reprimir la inflación" a 3-5 %, había que estar dispuesto a ver tasas de desocupación del 8-10 %. En  Estados Unidos  pudo manejarse más o menos en esos términos, pero en Europa la alquimia "se desbordó": cuando las tasas de desocupación eran bajas, la inflación superaba los dos dígitos (Italia y Francia tuvieron inflaciones en los 70’ de un 13-16% anual y aún más). Se agregó que el PBI no crecía suficientemente (2-3 %) y hubo años de no crecimiento. Entonces empezaron a llamar a esa situación la "economía del diablo". Esto es,  recesión con inflación y baja desocupación (había seguros de desocupación y estabilizadores sociales automáticos). Allí fue que arribó la ortodoxia, la Escuela de Chicago, el imperio del liberalismo financiero, el ahora.

¿Qué tiene que ver la “sintonía fina” original de los Estados corporativos imperialistas de hace medio siglo con Argentina actual? ¿Cómo se homologan las relaciones de fuerza de entonces, la historia colonialista, las formas de apropiación del capital originario que nunca terminan, los procesos de acumulación capitalista centrales del planeta respecto de una sociedad periférica y dependiente, desindustrializada, con empobrecidos a granel, primario extractiva y con indicadores en rojo, por mencionar sólo algunos datos de la realidad?

Tres.

Según las estadísticas de La Rosada (materia de sorna mundial), el 76 % de los trabajadores asalariados se desempeña en condiciones de dependencia, y un 35 % de la fuerza laboral se encuentra informalizada, ‘en negro’, sin beneficios ni obras sociales, sin vacaciones ni descanso, sin ahorros previsionales, sin salario mínimo. Presa de la explotación a discreción del empresariado, no hay ‘derecho’ ni a endeudarse con plástico ni hipotecariamente. A las cifras oficiales se añaden los trabajadores ‘en gris’, que en un empleo están contratados y en otro no. Estudios universitarios independientes ubican el trabajo ‘en negro’ en la mitad de la fuerza laboral existente en Argentina. Entonces, esa es una de las condiciones nucleares para mantener, garantizar e incrementar la tasa de ganancia del capital a través de la vieja vía de la intensificación de la libre explotación de millones. Los expoliados, cómo no, son mujeres, jóvenes, trabajadores menos calificados, migrantes. Invisibles y peligrosos.

En tanto, ya cursan las negociaciones colectivas o paritarias de los docentes y de los funcionarios públicos. Los primeros exigen un reajuste de alrededor de un 30 % y los segundos, de un 35 %, y reivindican la eliminación del ‘impuesto a la ganancia’ de los que viven de una remuneración (¡impuestos primermundistas en un país del tercero!). Si bien resulta probable que la demanda remuneracional esté bajo la inflación real, los dueños y el gobierno de turno presionan aun por menos. De lo contrario, uno de los pilares del ajuste se desmoronaría. Todo depende de la organización y disposición de lucha por sus intereses de los trabajadores. Como siempre-todavía.

Cuatro.

Cuando desde arriba se apela al histrionismo nacionalista más destemplado con el fin de sostener la subjetividad precaria de la ‘unidad patriótica’ (patria, pater, padre, patrón), la transnacional Glencore, especialista en la explotación y venta de materias primas, fundirá sus capitales con la suiza Xstrata. Glencore es dueña en Argentina de Oleaginosa Moreno, y Xstrata de la Minera Alumbrera de Catamarca.

Por otra, las amenazas de la renacionalización de Yacimientos Petroleros Fiscales (YPF), propiedad mayoritaria de la hispana Repsol desde 1999, se extraviaron en algún capítulo inconveniente del ‘relato’ gubernamental. El psicodrama económico acabó con compromisos de mayores inversiones de Repsol ante la mermada producción energética que impuso la compra de 9 mil millones de dólares de combustible en el exterior el 2011. Y con una concepción de lo ‘público’ por parte de las autoridades que ya no tiene que ver con la propiedad de los recursos, sino con la ‘vocación pública’ de sus propietarios privados. Como si este fuera el mejor de los mundos posibles, no existieran intereses ni excedentes apropiados privadamente. Como si el capitalismo fuera la síntesis del amor al prójimo.

En los reflejos previsibles de la nobleza partidocrática, de no tener la fuerza para reformar la Constitución y no poder repostularse por tercera vez la actual mandataria; los precandidatos presidenciales al ruedo para el 2015, serían el vicepresidente de la nación Amado Boudou (golpeado recientemente por un escándalo ‘en construcción’); el jefe del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri; y el hombre de consenso con el peronismo más rancio y Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli.

Lo anterior, por arriba, que desde la calle, desde los intereses de los trabajadores y el pueblo, asalariados, estudiantes, desocupados, mujeres en lucha, ambientalistas consecuentes, originarios, migrantes, comienzan a alterar el panorama real, unen sus luchas ante el mismo enemigo de la humanidad y, en lo inmediato, se movilizarán el 23 de febrero por el derecho a la vida y contra las consecuencias probadamente nefastas en las personas que provoca el patrón de acumulación primario extractivista, y especialmente megaminero a tajo abierto. Todo ambientalismo consecuente es anticapitalista.


Febrero 20 de 2012      

domingo, 19 de febrero de 2012

Cardenal Rivera: Católicos no puedes votar por políticas contrarias al Evangelio.

MÉXICO DF, 16 Feb. 12 (ACI).-El Arzobispo de México (México), Cardenal Norberto Rivera Carrera, llamó a los católicos a analizar las propuestas electorales antes de participar en los comicios de julio y tener en cuenta los criterios fundamentales de la vida, la familia y la libertad religiosa, para que sus votos no sean por políticas contrarias al Evangelio.

"El voto de los fieles cristianos debe asumir una responsabilidad moral, es decir, tiene que ser consecuente con los dictados de su conciencia y de su fe, que no pueden estar separados de sus opciones políticas, ya que la política puede contradecir la justicia y la verdad", indicó el Cardenal en sus Orientaciones Pastorales con fecha 12 de febrero.

"Por eso –afirmó-, es también deber de los Pastores del Pueblo de Dios orientar a los fieles en aquellos planteamientos políticos que, por sus implicaciones religiosas, morales y sociales, contradicen las enseñanzas de la Iglesia Católica, con el objetivo de que sus opciones políticas sean morales y justas".

El Cardenal dijo que el católico debe tener claro "que no es posible hacer una opción política por quienes son partidarios o promotores de falsos derechos y libertades que atentan contra las enseñanzas contenidas en la Sagrada Escritura, la tradición y la doctrina de la Iglesia".

Por ello, reiteró su llamado a exigir la defensa de la vida desde la concepción hasta la muerte natural, la protección a la familia basada en el matrimonio de un hombre y una mujer, y el respeto a "una verdadera libertad religiosa, que no es sólo una libertad para los ministros de culto, sino que es un derecho humano fundamental que beneficia, en primer término, a la pluralidad de los creyentes para expresar libremente su fe y, sólo en segundo lugar, a las instituciones que los agrupan".

El Arzobispo de México dijo que las propuestas electorales deben tener en cuenta "los valores de un verdadero humanismo que ponga a la persona y su dignidad humana en el centro del servicio del quehacer político, por encima de los intereses partidarios o particulares de los partidos y sus ideologías".

De esta manera, indicó, se podrá luchar contra la injusticia social, la pobreza, la corrupción y se promoverá una educación digna, y el respeto y uso de la naturaleza en beneficio de todos.

Sobre el combate al crimen organizado, recordó que es un "deber irrenunciable del Estado, respetando en todo momento los derechos humanos y la salvaguarda de la paz social, no sólo con el uso legítimo de la fuerza, sino mediante una educación para la paz y en los valores morales y cívicos que rehaga el tejido social y nos conduzca a una reconciliación nacional".

"Es deber de todos los fieles participar activamente mediante la emisión de su voto consciente y responsable, y dar seguimiento al cumplimiento de las promesas y compromisos de las autoridades electas, vigilando que se ejerza el poder confiado mediante el voto, en beneficio de todos los ciudadanos, sin excepción.