Esta noche saldré a quemar brujas |
Me encanta la idea que vengo lucubrando desde hace años. Pero ya no doy más. Quiero sentir ese orgasmo que provoca la carne chamuscada y los gritos aterradores de mi mujer mientras corre y la velocidad aviva a mil las llamas. Y pensar que no me animaba; no me animaba. Tengo alcohol de sobra en un bidón de 200 recién comprado en una droguería y a falta de encendedores -porque soy hombre sanito y no fumo- unos fósforos bien puede servir.
La verdad es que me cansé de golpearla, dejarle moretones en todo el cuerpo y ojos de compota que tenía que usar anteojos oscuros cuando llevaba los chicos al cole. ¡Le quedaban de lindos..!
Prenderle fuego será otra cosa: ¡casi casi como estar en Vietnam en los 70 oliendo en vivo y en directo el napalm y el fósforo. ¡Qué hubiese dado por estar ahí! Pero bueno, todo no se puede lograr en esta tan corta vida.
Después -siempre hay un después- vendrá la tele y me harán cien reportajes. Y escribirán acerca de mí, y mis hijos y nietos me recordarán por los años de los años. Por eso lo haré. ¿Quién no desea cinco minutos de fama? ¿Es humano, no? Y quizás, si es que algo de buena educación puedo dejarles, ellos harán lo propio. Me recordarán y viviré en ellos y con ellos en sus llamas.
Claro. Si actúo así. por algo será. Boludo no soy. ¿Qué me puede pasar?: ¡Naranja! Si a la mina esa que mato al marido que era gobernador no sé de qué provincia con un tiro en la zabeca la tuvieron 30 días sin declarar en un spa. ¿Qué me puede pasar? Tengo unos billetes ahorrados; me contrato un buen boga y a lona. Después a un neuropsiquiátrico con florcitas en la ventana. Total no me van a hacer una lobotomía como al Nicholson ése en la película que lo internan en un loquero con un indio grandote que se hacía el mudo y al final resultó flor de piola. Y después, salgo en un par de años por buena conducta. Y a golpear y quemar de nuevo.
Es que soy macho, bien macho. Pero macho de verdad no machomeno. Y aunque nunca lo he puesto en práctica sé pegarle a una mujer sin que le queden marcas. A un tipo no sé porque nunca me peleé con ninguno.
Esta noche es la noche. Lo haré. Y como me va a sobrar alcohol, la cosa seguramente será al por mayor si salgo a caminar con un bidón de cinco litros en la mano y una caja de fósforos en la otra. Y mañana, prenderle fuego a una mujer seguirá siendo en este país cosas de machos.
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Juan Salinas Bohil
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jueves, 16 de febrero de 2012
Se lanza la temporada de caza de brujas.
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