Miriam Bergman, el sofisma y la mentira como estilo.

Entre la fauna de tilinguería seudoizquierdosa, la sujeta tiene podio.
En estos días ha tenido otro brote sicótico a raiz del tema de los piquetes y recorre canales argumentando a los gritos, con la prepotencia que la distingue.
¿Que es un piquete?
El piquete es una concepción MILITAR.
El piquete es un grupo pequeño, muy móvil y agresivo, que efectúa operaciones de exploración guerrilla y hostigamiento.
A principios del siglo XX, con el florecimiento de los grupejos subversivos de izquierda, se aplicó ese nombre a los grupos de intimidación, utilizados contra los trabajadores que no querían sumarse a alguna medida de fuerza.
Con el advenimiento del narcokirchnerismo, la concepción piquetera de la interacción social, se hizo masiva y desafiante.
La banda de delincuentes en el gobierno, interactuó por omisión con las bandas de delincuentes troskoizquierdosas, como la que nos ocupa, y el lumpenaje marginal parasitario organizado por algunos vivillos.
A tal efecto, comenzó por NO APLICAR LA LEY.
Es decir, en la concepción gramsciana de desactivación y colapso del estado, se genera una situación de anomia que entretiene a la población, la fracciona y confronta, mientras saquean el erario público.
Es decir:Los delincuentes a los que se les encargó gobernar, permiten que el troskaje delictivo campee por sus fueros.
La Bergman, "entiende", que si hay un conflicto gremial, eso los autoriza a vulnerar el derecho de quienes nada tienen que ver.
Lo que la sujeta calla, con malicia, es que el conflicto se origina en la actividad disolvente de los nilitantes de su banda.
O sea:La profecía autocumplida de los paranoicos.
Lo único que pueden hacer estos payasos peligrosos es generar conflictos, en lo que son especialistas.
Pero no hay un solo caso que puedan mostrar, en que mejoraron las condiciones de los trabajadores, y mientras diletan y delinquen, los otros trabajadores, sufren el accionar delictivo de estos personajes patéticos.
Hay manifestaciones claras de la inminente nueva administración, de que el delirio debe terminar, en lo que masivamente la población está de acuerdo.
Y ahí va la tilinga de canal en canal gritando disparates, porque claro....¿A quien se le ocurre hacer lo correcto?