La Presidente Cristina Fernández, mientras intenta dejar tierra arrasada al gobierno electo, hizo una exaltación de Canal Encuentro y Paka-Paka demostraiva que domina su pensamiento una distorsión de valores tal que la lleva a degradar el patriotismo a lo más burdo del patrioterismo.
Su frase: "Ahora no nos meten más el Pato Donald. Ahora tenemos a Zamba, a San Martín, a Belgrano, a la Juana Azurduy. Ahora tenemos nuestros propios héroes", es un absurdo sólo comparable a la disyuntiva Patria o papel higiénico de Nicolás Maduro.
Estando de salida, ya ni vale la pena continuar explicándole que la historia no comenzó el 25 de Mayo de 2003 y que siempre tuvimos nuestros propios héroes. San Martín, Belgrano y Azurduy no son descubrimientos del kirchnerismo, estuvieron siempre presentes en la memoria colectiva sin necesitar del uso faccioso de la historia que hace el régimen kirchnerista.
Más allá que desde lo artístico y comunicacional puede ser valioso poner en dibujos animados a los hombres y mujeres de la historia argentina, hacerlo con la pretensión de ponerlos a competir contra el Pato Donald es rebajar a los próceres de carne y hueso para caer de cabeza en la imbecilidad descripta por el Manual del Perfecto Idiota Latinoamericano.
La saliente Fernández se estancó intelectualmente en 1971 cuando Ariel Dorfman y Armand Mattelart publicaron el libro "Para leer al Pato Donald". Espero que las elecciones que alumbraron un nuevo gobierno, sean entendidas en la política cultural como demostración que la historia no se descuelga: se asume.
Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha.
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