domingo, 20 de diciembre de 2015

Navidad 2015.

DE NAVIDADES, DE MESAS LLENAS, DE MESAS VACIAS, DE SILLAS VACIAS,DE FRIOS Y DE AUSENCIAS.
¿Porque Papá Noel tiene ropas de invierno?
¿Porque el efecto nieve en los arbolitos de Navidad?
¿Es que acaso festejamos una Navidad boreal, en invierno, comiendo comidas de altisimas calorías?
Sospecho que nos colonizaron.
Extraño algunas mesas.
Largas, fecundas y llenas de gente plena que hablaba intensamente.
En la punta otra mesa mas chica, para los niños en la que compartiamos los primos.
Las mesas se fueron vaciando.
O llenando.
Vaciando de gente que ya no está y de nostalgia.
¿Sabias que Jesús el Cristo no nació un 24 de Diciembre?
Pero eso no tiene importancia.
La Iglesia alguna vez lo estableció así y lo mantenemos como tradición.
Pero con esa manía que tengo de tratar de pensar sin mucho éxito, estuve viendo algunas cosas.
Estas navidades australes, festejadas a lo boreal, cuando levantes la copa, para brindar con los tuyos o con el espejo, recordá:
Recordá a los que se ahogaron en La Plata por abandono y desidia manca.
Recorda la desesperación anaerobica de Cromañon.
Recordá a los presos políticos que entregan sus huesos a la historia, porque ya entregaron todo.
Recordá que a esa hora, un médico empuja un tubo de oxigeno en un hospital.
Recordá que un bombero está de guardia esperando que no lo llames pero dispuesto.
Recordá los aullidos de dolor y desesperación de los pasajeros de Once.
Pero sobre todo, recordá a los que festejan siempre en el frio de una Navidad austral desde hace años.
En el jardín de piedra, el viento gélido juega entre piedras blancas con forma de cruz, justo debajo de la Cruz del Sur.
Una mano insolente escribió en inglés en ellas.
Recordá la tumba colectiva del Belgrano.
Recordá las tumbas individuales de los aviones derribados por el usurpador imperial.
Recordá siempre a los combatientes.
Los únicos.
Los que no volvieron.
Recordalos siempre, porque ellos son el olvido mismo, y están allí para custodiar nuestra memoria.
Recordalos.
Y si te animás salí al patio y eleva tu copa hacia la Cruz del Sur.
Recordalos.
Porque ellos son tu silla vacia, tu mesa llena y la sumatoria de todas las soledades y todas las ausencias.
Recordalos.
Porque ellos son la sal sobre tu mesa.
Porque ellos son la sal de la tierra.
Recordalos cuando recordamos al que nació para matar a la muerte.
Recordalos.
Feliz Navidad!

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