¿Cómo alertar?by Alesia Miguens |
¡Dios!, ¿cómo alertar que estamos frente a una fundamentalista?!!!!!!!
Me he dedicado a los problemas de fundamentalismo por 20 años, pero jamás pensé que lo encontraría en Mi País.
La gente en estas latitudes no conoce y menos comprende de qué se trata el fundamentalismo.
El fundamentalismo es conocido como religioso pero no es el único; lo encontramos en ámbitos políticos, económicos y culturales.
Los fundamentalistas aspiran sobre todo a una cosa: ‘el poder absoluto, político, social y económico’.
Sea cual sea el Fundamentalismo antes que nada es “un estado mental”.
Veamos si les suena:
El fundamentalismo se basa en la INFALIBILIDAD o palabra santa, rencor, odio y respeto irrestricto que busca extender a toda la sociedad.
El fundamentalista tiene una “visión exclusiva de la verdad” es un ‘fanático’ que exige ‘obediencia ciega’ y considera a todo aquel fuera del círculo como ‘enemigo’.
El fundamentalista es un intransigente, la opinión, modo de vida, cultura y razones de los demás lo tienen sin cuidado.
El fundamentalista no razona, no dialoga y menos negocia!
Cualquier negociación es inadmisible, es una muestra de debilidad inaceptable.
El fundamentalista tiene horror del pluralismo
Cuando un postulado se torna incuestionable, pasa a ser totalitario aunque sea dogmático. El fundamentalista es totalitario.
El fundamentalista es intolerante y antidemocrático.
Sienten aversión por las premisas democráticas tales como la pluralidad, los valores de libertad personal, la tolerancia y los derechos individuales.
Uno de sus principales objetivos es separar antagónicamente a población en dos categorías excluyentes. practican la intimidación y el gansterismo.
Su base ideológica y sus métodos son “fascistas” demagógicos y populistas. La cuestión es imponer su verdad a cualquier precio.
Utilizan la retórica anticapitalista, consignas clasistas y por supuesto la infaltable verborrea “antiimperialista”.
Explotan la sensación de dominación extranjera, ofreciendo una solución sencilla y nacional: el aparato estatal.
Su arma es ‘‘el adoctrinamiento’’, instala la fe ciega y cegadora, una lealtad inquebrantable al líder absoluto y único que hay que proclamar, defender, implantar y proteger a toda costa.
El fundamentalista es un ‘sociópata’ sin la menor empatía.
El fundamentalismo es la Edad Media de la Razón, y allí nos lleva.
Promete paraísos perdidos. Proclaman volver a la interpretación “verdadera” de un pasado que estuvo siempre allí esperando ser redescubierto y valorado.
Es providencialista; de hecho, la clave del activismo es el ‘anatema’ o declaración de impío por el que se declara a una persona ‘falso creyente’ o falso kirchnerista.
Los fundamentalistas son feroces guerreros, tanto con los ‘enemigos’, como con quienes dentro de su propia comunidad dudan. Para ellos el mundo es un campo de batalla entre su absoluto y los demás. No retrocede jamás ni perdona una deslealtad.
Los ‘Infieles’ que se atrevan a enfrentarlo pasaran por diversas calamidades: escraches, denuncias y repudio público (y/o por cadena nacional semejantes a lapidaciones), implantación de sospechas en la opinión pública, creación de causas, persecución por todos los medios, prisión, torturas, desapariciones y, por supuesto, la confiscación de sus bienes.
Su máxima es ‘el fin justifica los medios’; cualquier horror será siempre justificado.
Son grandes manipuladores del discurso, los prejuicios, la discriminación, el miedo, la victimización y la mentira.
Dominan todo sector de poder. Uno de sus preferidos es el de las drogas, la delincuencia y corrupción generalizada, convirtiéndolos en verdaderos conglomerados mafiosos.
El aumento de la miseria social y el desempleo les da la posibilidad de reclutar amplias capas de jóvenes bajo su control y llevarlos a organizarse en base a la agitación diaria, el aumento de la criminalidad, el robo, las drogas, violaciones, asesinatos, secuestros, manifestaciones, revueltas, tomas, etc., y la participación en estas organizaciones les da acceso a armas, arsenales y entrenamiento.
El uso de técnicas y medios audiovisuales son parte indispensable en la maquinaria propagandística de los partidos fundamentalistas.
He tratado desde hace años de advertir por todos los medios a mi alcance el peligro que eso significaba. Me han dicho “exagerada, eso jamás pasara acá, no se atreverán, no lo permitiremos etc…” Recuerdo haber avisado también que estábamos no en una ‘batalla cultural’, sino en “una guerra de secesión ideológica”. Me preguntaron si el café lo tomaba con azúcar o sacarina... ¡Dios! ¿Qué hacer?
He avisado sobre los grupos armados y entrenados que tienen desde ya hace mucho, sobre el contrabando de armas desde Venezuela y Bolivia, sobre la conexión Iraní de D’Elía y los comandos paramilitares de Milagro Sala.
Ya salió a la luz Vatayón Militante, ¡y habrá más!
La Cámpora ha infectado el país, las empresas, las escuelas... y van por más.
¡Y la Tupac de Milagro Sala instaló un gobierno paralelo hace rato sin que nadie o muy pocos se escandalizaran!
Y VAN POR MÁS... ¡VAN POR TODO!
“VAMOS POR TODO, POR TODO” significa = TODO!!!!
¿Qué parte NO SE ENTIENDE?!!
VAMOS X TODO significa:
VAMOS por VOS,
por tu libertad
y la de tus hijos,
por tu dignidad
y la de tus hijos,
VAMOS hasta por decirte qué deberás comer y darle a tus hijos,
dónde veranear y qué pensar,
¡Y VAMOS por TUS BIENES TAMBIÉN!!! cuando y como se nos de la gana!
TODO ES “TODO” y en la mentalidad de un/a fundamentalista, todo es mucho más!!
Políticamente significa:
“QUE NO NOS VAMOS A IR, NI EN LA EVENTUALIDAD DE PERDER LAS ELECCIONES!!…” ¿Se entiende?
Por las buenas, con votos clientelistas, fraude, extranjeros, enfermos psiquiátricos, muertos, cambiando las leyes electorales, la publicidad, la Constitución, todo.
O por las malas: llega a ganar las elecciones alguien más y prepárense porque correrá sangre…
Todavía no me creen... De seguir así, ¡ya lo verán!
¡Basta de abstracciones! ¡Ésta es la realidad que enfrentamos!
Y la enfrentamos, la enfrentemos o no!
Esto no es un “concepto abstracto”.
No vamos hacia Venezuela, ¡YA ESTAMOS!
Y pongo mis 20 años de profesional en juego para asegurate que no piensan irse más, ¡ni perdiendo las elecciones!
¿Se ENTIENDE LO QUE SIGNIFICA?
Y seguimos padeciendo “dirigentes de la oposición” y “habitantes” declamar:
“Fulano es el límite…”
Eso es, de mínima, ¡COLABORACIONISMO!
Sépanlo de una vez y a ¡HACERSE CARGO!
¡El único límite ‘‘deben’’ ser los K!!!!!
O es la muerte de lo que queda de la República y de muchos de los disidentes que ya comenzaran a ir presos.
Todo está perfectamente planeado y premeditado.
El desastre económico,
El vaciamiento del Banco Central,
La inflación,
La desocupación,
La inseguridad,
La criminalidad,
El caos,
La cooptación de la educación,
de la Justicia,
de los medios,
de los sindicatos,
Los grupos armados,
La droga,
La delación,
La victimización,
La Reforma de la Constitución,
¡TODO es Deliberado y Premeditado!
Y mientras los cráneos declaman: “NO vamos a ir de cualquier manera… ni con cualquiera... Fulano es el límite… etc., ellos avanzan encantados.
Es difícil asumir que hay que hacer frente a lo irremediable, ¿verdad?
Pero si no lo hacemos YA...
Prepárense para lo que van a hacer cuando obliguen a tus hijos en el colegio a decir “¡Heil, mi generala!”
Cuando tu vecino te delate por anti KK.
Cuando te ocupen los cuartos vacíos de tu casa.
Cuando eso no les alcance y te saquen la casa.
Primero la segunda, después donde vivís, porque es muy grande para vos, porque está donde a ellos les gusta, o porque se les canta.
Para cuando te expropien tu campo, tu negocio, tu empresa, todo y se lo den a alguno de La Cámpora o de la Tupac.
Ya no podés viajar ni veranear donde querés en paz.
¡Y vas a tener que pedir permiso para salir, sabelo!
Tenés a la Afip-tapo atrás si te movés de más.
No podés comprar dólares, ni vender tu casa, ni comprar, ni ahorrar.
Prepárate para cuando no puedas conservar o conseguir trabajo si no sos de La Cámpora, de Vatayón, de la Tupac, o de algo más.
Es increíble que a pesar de la impunidad con la que hacen todo aún crean que se irán tranquilamente si se les ganan una elección…
¿Aún pensás que exagero? ¡Ya verás!
Ahora, ¿qué hacemos? ¿Cómo se combate el fundamentalismo?
Primero es necesario eliminar las causas que lo favorecen, desarrollando al máximo la unión y la tolerancia.
‘‘Dejar pasar’’ o ‘‘minimizar’’ actitudes totalitarias, fascistas, fundamentalistas, ‘‘constituye el más grave error que se pueda cometer’’!
Es imprescindible desenmascarar cada manipulación, actitud, acto y exceso que se cometa.
Decirlo claro para que el entendimiento de muchos, confundido y debilitado lo pueda ver y el mundo también.
No tratar de justificar ‘‘lo inaceptable’’.
Tenemos que entender que el problema no es sólo el kkismo, sino sobre todo nuestra propia rigidez mental.
Estamos frente a algo que no entendemos ni sabemos cómo manejar y nos resistimos a modificar nuestra visión de la realidad y por ende nuestro sistema de alianzas.
¿Cuándo se debe tolerar algo? Siempre que de NO hacerlo sea peor el remedio que la enfermedad’’.
Esto no es un problema de si estás o no de acuerdo con un partido o una política, el problema aquí es otro y requiere cirugía mayor.
Hay que definir claramente las prioridades y optar resueltamente por la unidad.
¡Debemos ponernos a la altura de la situación!
Si no, se termina tolerando la intolerancia y se es intolerante con quien deberíamos ser tolerantes.
Porque hoy hay sólo dos lados: ¡o estás con ellos o defendés la libertad!
La cuestión se reduce a “¿queremos un país fundamentalista sin libertades ni derechos individuales, o salvaremos juntos la democracia?”
Porque, como dijo Einstein, “Aquellos que tienen el privilegio de saber tienen obligación de actuar”.
A ver si lo digo claro:
Me temo que, de no tomar conciencia de esto en forma inminente, este proceso entrará en una etapa irreversible...
Que nuestros hijos no tengan que avergonzarse de nosotros que, habiendo podido tanto, nos atrevimos a tan poco.
¡Dios nos ampare!
Alesia Miguens
Dra. C. Política y R. Internacionales
Especialista en Conflictos Religiosos,
Medio Oriente, Terrorismo, Fundamentalismo,
Geopolítica y Estrategia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario