LA “EDUCACIÓN” SEXUAL DE “GÉNERO” (I).
Lcda. Marlene Gillette Ibern,
Abogada de Puerto Rico
Asesora en temas jurídicos de VHI
1. El alcance de la “educación” de “género”
En artículos anteriores, se había señalado que el socialismo es la base ideológica para la “perspectiva de género”, siendo la respuesta a la exigencia de una revolución sexual, la cual fue promovida, entre otros, por Alfred Kinsey, Margaret Sanger, y John Money. (1)
En años recientes ha surgido un componente adicional sobre la “perspectiva de género”, y que probablemente viene siendo la última frontera que quedaba por cruzar por esta perspectiva. Se trata de la lucha interior del ser o no ser, o “la revolución del yo”.
Cabe recordar el fundamento del socialismo para tener claro el significado de esta lucha interior del ser o no ser.
Karl Marx fue un filósofo de Alemania quien desarrolló las ideas que forman parte del concepto del materialismo dialéctico, el cual constituye la base para la filosofía del socialismo. El materialismo dialéctico sostiene que toda materia está compuesta por elementos contradictorios, lo que conduce a que la materia esté en movimiento conflictivo continuo, hasta lograr su fin último y deseado. La fórmula del materialismo dialéctico es la siguiente: tesis, antítesis, síntesis. Este proceso interior y activo de todas las cosas, dispensa de tener que creer en Dios como el Creador del hombre y la mujer, de sustancia estable e inalterable, y añádase, de naturaleza plena y noble. (2)
Esta ideología socialista permite que prospere la idea, hoy día, de que el sexo de una persona puede encontrarse en un estado de evolución y cambio interior.
Y este nuevo componente de la “perspectiva de género” – la lucha interior del ser o no ser – es lo que conforma principalmente la “educación” de “género” (sobre todo por medio de la mal llamada “educación” sexual) que se desea implementar en las escuelas públicas por medio de estas medidas contrarias a la vida y la familia.
Lcda. Marlene Gillette Ibern,
Abogada de Puerto Rico
Asesora en temas jurídicos de VHI
1. El alcance de la “educación” de “género”
En artículos anteriores, se había señalado que el socialismo es la base ideológica para la “perspectiva de género”, siendo la respuesta a la exigencia de una revolución sexual, la cual fue promovida, entre otros, por Alfred Kinsey, Margaret Sanger, y John Money. (1)
En años recientes ha surgido un componente adicional sobre la “perspectiva de género”, y que probablemente viene siendo la última frontera que quedaba por cruzar por esta perspectiva. Se trata de la lucha interior del ser o no ser, o “la revolución del yo”.
Cabe recordar el fundamento del socialismo para tener claro el significado de esta lucha interior del ser o no ser.
Karl Marx fue un filósofo de Alemania quien desarrolló las ideas que forman parte del concepto del materialismo dialéctico, el cual constituye la base para la filosofía del socialismo. El materialismo dialéctico sostiene que toda materia está compuesta por elementos contradictorios, lo que conduce a que la materia esté en movimiento conflictivo continuo, hasta lograr su fin último y deseado. La fórmula del materialismo dialéctico es la siguiente: tesis, antítesis, síntesis. Este proceso interior y activo de todas las cosas, dispensa de tener que creer en Dios como el Creador del hombre y la mujer, de sustancia estable e inalterable, y añádase, de naturaleza plena y noble. (2)
Esta ideología socialista permite que prospere la idea, hoy día, de que el sexo de una persona puede encontrarse en un estado de evolución y cambio interior.
Y este nuevo componente de la “perspectiva de género” – la lucha interior del ser o no ser – es lo que conforma principalmente la “educación” de “género” (sobre todo por medio de la mal llamada “educación” sexual) que se desea implementar en las escuelas públicas por medio de estas medidas contrarias a la vida y la familia.
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