NARCOTRÁFICO SIN HIPOCRESÍA NI NEGACIÓN CAPÍTULO V
La violencia y el crimen organizado constituyen una de las principales amenazas a nuestras democracias que tanto esfuerzo han costado, dijo Mario Montoto, presidente de la fundación Tadeo, en una conferencia sobre narcotráfico que tuvo lugar el pasado 9 de noviembre en la Universidad Jorge Tadeo Lozano, de Bogotá, Colombia. "México y Paraguay se ubican a la cabeza entre los primeros países productores de marihuana a nivel mundial, y Colombia, Perú y Bolivia producen virtualmente la totalidad del insumo (la hoja de coca) para la elaboración de la cocaína", explicó.
Hasta hace unos años, el Cono Sur, todavía era visto como "mera zona de tránsito de esa droga hacia mercados externos -principalmente europeos, siguió diciendo. Pero hoy, ya estamos "frente a un creciente problema: el aumento del consumo local de drogas", señaló.
Y, en el mismo panel, Andrés Molano Rojas, abogado y especialista en Derecho Constitucional de la Universidad del Rosario, Colombia, lamento la "década perdida en materia de seguridad hemisférica, en un continente donde abundan las amenazas comunes pero escasean las amenazas compartidas".
Y agregó que en la región no sólo tenemos fronteras porosas sino pleitos secundarios como el que enfrenta a Argentina y Uruguay ante el tribunal de La Haya, que dificultan una política de seguridad común.
Para poder enfrentar este flagelo, "el problema principal es la complicidad, una cosa es tener al Estado trabajando mancomunadamente contra el delito y otra es tener dentro del Estado gente que está a favor de la lucha y gente que quiere mantener el statu quo.
Lo lamentable es que el estado al igual que lo ha hecho con el INDEC ha dejado de informar las estadísticas de criminalidad de la provincia de Buenos Aires a nivel municipal , se tienen datos entre 1995 y 2008 puede notarse un crecimiento muy marcado. Hay municipios que en esos 13 años registran un aumento del 300 %. No se puede decir que ese 300% sea todo debido al narcotráfico, pero donde hay altas tasas homicidios se puede suponer que hay luchas territoriales de bandas. De todos modos, lo que está claro es que la violencia aumentó exponencialmente en un período muy corto. El aumento no fue parejo. En Avellaneda, por ejemplo, 300%, mientras otros distritos están relativamente tranquilo.
Tampoco puedo concluir necesariamente que donde no hay alta tasa de delito hay baja actividad del narcotráfico. Porque puede haber complicidad de las autoridades", aclara Föhrig, coincidiendo con lo dicho por la fiscal Cuñarro sobre la actitud de algunos intendentes.
Pero lo que destaca este profesor es que "la disparidad en las tasas del delito muestra que hay fenómenos localizados y territorializados –y justamente el de la droga es un delito muy territorial-, por ejemplo 38% del delito en San Martín tiene lugar en una pequeña franja del camino del Buen Aire, y cuando se tiene una concentración altísima de homicidios focalizada en una zona se puede deducir que hay delito organizado operando en ese lugar".
La indelegable responsabilidad del Estado.
El documento de los obispos es digno de elogiar, no tanto porque diga algo que no se sepa sino por venir de un actor social que tiene una voz muy importante. Y espera que esto mueva el tablero. Lo que urge es tomar conciencia del problema y el Estado es el único que puede convocar al diálogo entre todos los que deben actuar en este tema. Hay que tomar seriamente esto. No hay día que no tengamos una noticia en los diarios relativa a peleas entre narcos o secuestros de a cien kilos para arriba, es altamente preocupante. El reciente atentado contra el gobernador de Santa Fe tiene que ser un punto de inflexión en la Argentina porque se trata de un indicio de que quienes manejan el narcotráfico en Argentina se sienten con total impunidad. Este tipo de crímenes y atentados son más propios de Colombia y México que de Argentina. Tiene que ser un llamado de atención y reflexión para toda la clase dirigente para que actuemos en consonancia.
Dejemos de caer en lugares comunes. ¿Qué es tránsito consolidado? Es como la sensación de inseguridad. Es para no hacerse cargo de la responsabilidad ante un problema que es producto de que el Estado está ausente y nos seguimos mintiendo a nosotros mismos. Por supuesto que hay droga de tránsito, pero en Argentina, en un procedimiento de la Policía Metropolitana, contra 4 laboratorios de drogas, uno estaba en Parque Patricios, a 50 metros de la Rosada. Y ahí había tambores con precursores químicos, pasta base. Era una banda de argentinos y bolivianos y el destino de la producción era el mercado local. Llenaban los chasis de los autos con droga para distribuirla por todo el país.
Hay pues coincidencia en el señalamiento a la inacción del Estado que cada vez parece renunciar más a sus atribuciones en materia de seguridad y orden público y, pese a lo declamado, también de contención e inclusión social. Al mismo tiempo, sin la intervención del Estado –en todos sus ámbitos pero a nivel nacional primero- será imposible coordinar una política y alcanzar eficacia en la acción.
Los obispos señalaron su estupor de que no se haya designado titular del Sedronar (Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico), a 8 meses de la renuncia de Rafael Bielsa. Y aunque el subsecretario, Julio Postiglioni, aseguró que "la vacancia" en el organismo "no paralizó la actividad del Estado", el juez Losada sostiene que de todos modos hace tiempo que esa Secretaría ha perdido relevancia.
"Lo primero a señalar es la desidia estatal de décadas, dice. La Sedronar se crea en 1989 para coordinar las políticas de prevención y de lucha contra el narcotráfico, pero lamentablemente, con los ajustes, sobre todo en tiempos de Carlos Menem, cuando se recortó drásticamente su presupuesto, se volvió un organismo totalmente inerme y sin relevancia. Y luego se le siguieron quitando atribuciones y medios".
De todos modos, la intención con la cual se creó esa Secretaría y lo que se debe hacer de modo urgente: coordinar políticas de mediano y largo plazo.
Por eso –insiste- hay que tener políticas serias, no se trata de mano dura o mano blanda, sino políticas serias a cargo de personas que conozcan del tema. Tenemos que tener una policía científica, ultra preparada, con excelentes sueldos, porque lo que está pasando en Córdoba o Santa Fe, donde vemos alianzas entre las fuerzas de seguridad y el narcotráfico es por una cuestión de dinero, no hay otra cosa.
Fronteras porosas, descalabro y descoordinación de la política de seguridad, juventud marginada y ausencia de toda campaña de prevención y asistencia al adicto conforman el peligroso cóctel que ha facilitado el avance del crimen organizado en el país hasta niveles de los que, como señala el documento de la Conferencia Episcopal, no será fácil volver.
Dado la importancia que tiene el hablar del narcotráfico es que tuve que fraccionar las notas en capítulos que publicare uno por semana.
Carlos Alberto Espiño
C.A.B.A. Enero 4 del 2014
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