miércoles, 25 de febrero de 2015

El Universo hoy, esta en los umbrales de una guerra.

El Universo hoy, esta en los umbrales de una guerra no convencional y sin declaración previa que ubica en una facción, al novel Califato Musulmán y del otro a los restos mostrencos de lo que otrora fue el Occidente Cristiano.

Incertidumbres monetarias y financieras por doquier, amenazan la débil y frágil estabilidad de un mundo
que aun no sabe como enfrentar esta suerte de "despertar árabe", al que se concatena la brutal depresión del consumo de todas las economías del hemisferio capitalista.

Washington, Beiging, Moscu y la Euro zona están literalmente en una categoría de quiebra técnica, como consecuencia de la deflación petrolera, acreditante insobornable de una realidad que los analistas, optan por seguir maquillando con otros detonantes menos apocalípticos, a los efectos de no alarmar innecesariamente a una opinión publica mundial atónita y desconcertada.

Que no atina a procesar emocionalmente, lo que en verdad implica la expansión de una cultura Islamita, aprestada para destruir las bases de una Civilización que no requiere de demasiada ayuda para derruirse sin ayuda. 

Y me vienen a la memoria ciertos detalles que por el tiempo transcurrido, no suelen medirse con la dimensión que seria necesaria, para advertir las monumentales consecuencias de lo que tenemos en un horizonte, cuya profunda oscuridad nos impide divisar su contenido.

El 14 de julio de 1943, bajo lo que Hitler bautizo como "Operación Ciudadela" y que luego seria conocida
como la Batalla de Kursk, en las sofocantes estepas del Frente Oriental, los Alemanes en menos de veinticuatro horas, sufrieron cincuenta y dos mil bajas.

Apenas treinta años después, Richard Nixon, unilateralmente, ponía fin a las hostilidades en Vietnam, por el deceso de esa misma cantidad de soldados muertos, luego de casi una década de invasión en esa parte del sudeste asiático.

Considero de interés, establecer un correlato comparativo en dos episodios de la historia no tan distantes uno del otro, para facilitarle al Lector una deducción.

Y esta es que las inmolaciones masivas de millones de vidas humanas, en las grandes batallas y contiendas que la Humanidad ha desatado, particularmente en el el ultimo siglo, ya no podrán reiterarse.

Toda vez que desde el armisticio de la Segunda Gran Guerra hasta el presente, todas las carnicerías bélicas se han detenido inexorablemente, porque luego de aquel holocausto sin fronteras, el hombre finalmente ha entendido, por razones estrictamente culturales que su adhesión a una lucha suicida no forma parte ya de su genoma.

El confort y la tecnología se han encargado de borrar esas tendencias que antes permitían que un ser
humano, no se interrogase previamente que hacia dentro de una trinchera, enlodado hasta la cintura,
peleando por un ideal.

Porque tales principios han dejado de existir, salvo para quienes conducen al Estado Islámico que a
contrario sensu de lo que interpreta el hombre contemporáneo, han visto que el fanatismo religioso es
aun demasiado vivaz y fértil para las grandes mayorías Islamitas, sin que tenga demasiada relevancia
que algunos Estados, cuyas poblaciones profesan esa fe, estén dispuestos a frenar su indetenible avance, como Jordania, Turquía y Egipto que antes o después caerán en poder de su actual enemigo.

Ahora bien, si estamos contestes que no se reclutaran ejércitos ni coaliciones que nucleen a millones de combatientes, para enfrentar a un adversario implacable que esta forzando incluso a que la judería europea, emigre provisoria y masivamente a Israel, a instancia de sus mismas autoridades, como lo ha señalado su Primer Ministro Benjamín Mentanyahu, días atrás, no se necesita ser muy avisado para tejer una hipótesis evolutiva de esta conflagración internacional en ciernes.

Si damos ello por sentado, en un contexto internacional cierto y definido, solo queda por interrogarme
y trasladar dicha inquietud al Lector, sobre ¿cual sera nuestro rol en este futuro ineluctable?.

Contamos con una Presidente que en su insondable ignorancia, ni imagina lo que sus cotidianos desaguisados y trapisondas nos irrogaran, al menos a nosotros los Argentinos en lo inmediato.

Todos nuestros vecinos, digamos de peso, como Brasil y Chile, cuentan con sus Fuerzas Armadas intactas, no para enfrentar quizás invasiones territoriales de fuste y en grandes proporciones, pero cuanto menos, para ejercitar con suficientes elementos y medios el peligro latente del "control social".

Que sera el primero que desbordara en menos de un año, si un poderoso cataclismo financiero mundial, se desatase.

Y tal vez por ello, la República Argentina, pueda ser el primer objetivo técnico, para cualquier contingencia que se podría presentar como un desenlace de características que por ahora, deberemos dejar en el terreno de la imaginación. 
 
Pero como fuere, algo es seguro y esto es que en medio de una situación anarquizada, como la que atravesamos nosotros de continuo, estamos voluntariamente ofreciendo un muy delicado y peligroso flanco para que cualquier cosa, por inimaginable que nos pueda parecer, fatalmente se produzca, en medio de esta inestabilidad global que nos habrá de atrapar primero que al resto de la Región.

Mientras el "Argentino Bobo" se toma su tiempo para meditar sobre las elecciones y sus candidatos,
propios del mas barriobajero burlesque, estamos despreciando un tiempo precioso, para afanarnos en
la búsqueda de un Líder que no evitara desglobalizarnos, pero que minimamente, pueda depositar nuestros pies en la tierra, de la que fuimos eyectados, cuando ese ridículo ábaco del vocablo democracia inundo las débiles y captables mentes de tantos millones de idiotas.

Esa es

LA GANGRENA.

Cordialmente Carlos Belgrano.-

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