viernes, 2 de marzo de 2012

......."los celulares de Once seguían llorando"......


Red Patriotica Argentina 



Llora el teléfono
Si ella no está
El grito de mi amor
Se muere en el auricular

Aquel dia llegue a la Justicia de Faltas de la Ciudad a las 8 y media de la mañana. El lugar a donde iba: Perón y Boulogne Sur Mer, frente a la estación Once. Había bajado del colectivo en la vereda de Pueyrredón, en la entrada a la estación de trenes. Lo normal las veredas ocupadas por la venta clandestina ¿Cómo no está prohibida? Y si… pero… la Policía, el Gobierno Autónomo, Lealtad Comercial, la Secretaria de Industria y Comercio…Están allí a la vista. Cumplir la ley es ser buchón y hacerla cumplir es cosa de fachos…ya sabemos…a la sombra de este relato hacen guita a rolete, coimean como nunca, se salvan personajes inútiles para todo servicio, desgastan la autoridad, deconstruyen la sociedad… ¿Macri no pasa nunca por aquí?
Es bajar del bondi y pensar lo mismo todos los días…No pibe Macri solo anda por Puerto Madero allí no se ve ningún vendedor ambulante por lo tanto está todo bien.
Después la mugre, los chicos abandonados “en situación de calle” como  dicen ente burocráticos y sociologistas los funcionarios del progresismo. Los descuidistas al acecho, las trabajadoras del amorautóctonas e importadas del Caribe, viejos solos tirados durmiendo tapados con frazadas a pesar del calor. El olor a mugre mezclado con comida refrita Todo el universo de dejadez y horror social de esa horrorosa estación de trenes. Si las terminales se han constituido en la orilla de la sociedad, Once  debe ser la orilla de la orilla.
 Pensando lo mismo de siempre me encamino hacia la dependencia comunal, un cliente me espera. De pronto la explosión, un ruido muy fuerte, silencio y los primeros gritos  de alarma. Pensé en Atocha.  Cuando entraba a la municipalidad se escuchaban  ya las  sirenas, bomberos primero, ambulancias después. En la calle los federicos corrían de un lado al otro Cuando entré se desbocó un universo de preguntas  ¿Que había pasado?. Poco podía decir en esos momentos, las cosas recién ocurrían, el drama recién se desataba, la tragedia recién despuntaba. Se hablaba de cuatro muertos y una centena de heridos.  ¿Una bomba? No, era el choque de un tren repleto de gente contra los paragolpes de la estación  Cuando salí dos horas después la cosa cambiaba substancialmente. Los que contaban algo en la calle hablaban de cerca de 50 muertos y de una multitud de cuerpos compactados en cinco metros de vagón, mas de 500 heridos. Para despegarlos habían tenido que bañarlos en grasa o vaselina para deslizarlos entre los hierros y poderlos recatar. Las ambulancias salían y entraban. Llantos gritos y gente que buscaba a sus familiares. Ya habían empezado a llegar, desesperados, les aguardaba una amansadora por hospitales y morgues La vida en la Argentina progresista es como una bomba vietnamita tirada por un demente a las 12 del medio día en Corrientes y Florida. Al que le agarra un perdigón fue. La bomba vietnamita del Sarmiento hace años que se viene armando. La verdad no tengo intención de decir aquí lo que todo el mundo sabe de sobra. El que no lo sabe es por que no lo quiere saber o simplemente es un tarado. Años de desinversión, obsolescencia del material, robo descarado durante el periodo estatal y después por los concesionarios en la etapa privatizada. Lógicamente con la complicidad de los funcionarios. Los culpables vienen de hace añares pero estos que desgobiernan son los peores hipócritas…los mentores del tren bala...Para que seguir hay hasta películas- y muy buenas por cierto- que ilustran la realidad ferrocarrilera del menemismo y del kirchnerismo. Lo que pasó era número puesto ¿De que asombrarse?
Lo que francamente es increíble es que los argentinos esten tan hechos pomada que no puedan distinguir claramente que aquellos que los matan con la inseguridad y el crimen desbordado, la salud desastrosa, o un sistema de transportes criminal como el del Sarmiento no vienen de Marte son los mismos que eligen  cada cuatro años para desilusionarse  en dos meses ¿No saben lo que son? ¿Cuántos de los accidentados votaron a los que le han dado un cheque en blanco a Cirigliano y su banda y que en contrapartida reciben de este mafioso, también un cheque… lógicamente…?
Habría que hacer una encuesta. Es desesperante tener a los responsables del desastre en la punta de la nariz y no verlos ¿Cuántas catástrofes mas van a ser necesarias para que se tome conciencia? ¿Cuánto tiempo más  van a viajar como ganado? ¿Cuánto tiempo más se van a dejar empomar? Cuanto tiempo mas se van a dejar engañar con los feriados largos el fútbol para todos, la cumbia villera y toda la  basura cultural que, publica o privadamente, fabrica el Régimen para justamente, impedir, entre otras cosas, que vean como viven, que se vean a si mismos y vean a sus compatriotas…
 Ni uno de los responsables políticos de este desastre hicieron acto de presencia en el lugar. Ni el Secretario de transportes, boluderrimo él, a tenor de posteriores declaraciones que ya son del indignado dominio público Ni el Lord Mayor Mauri.
 Todosytodas  se recluía silente en el Calafate como El cuando trataba de evitar responsabilidades y puteadas. Allí habría sufrido un súbito ataque de concha al enterarse de la magnitud de la tragedia. No por los muertos sino simplemente por el costo político de la misma. Eso dicen los mentideros. Nunca nada es seguro. Los legisladores de a  50 mil mangos por bocha engrosaron la lista de los desaparecidos también. ¿La Campora? ausente sin aviso (aun no puedo creer que haya una entidad política  con el nombre de ese ignaro chupaciulos hasta para la bosta que es el kirchnerismo me parece mucho)
En la estación el dolor de los heridos y la esforzada tarea de los rescatistas signaban esa media mañana, me impresionó un sardo de la Federal con una bolsita donde había varios celulares que no dejaban de llorar con distintos sonidos ¿De los muertos? ¿De los heridos? Me preguntaba cuantos de aquellos que llamaban volverían a escuchar la voz del ser querido. Tristísimo. Desesperante.
Llego y me pongo a hacer un escrito en la computadora mientras de ojito veo Internet, ya  había 700 heridos. Los familiares seguían buscando. El ruidito de los celulares seguía sonando en mi cabeza.
Cincuenta muertos y un desaparecido. Los familiares de ese chico de 20 años se dedicarían a buscarlo con desesperación por toda la ciudad y por todos los sanatorios y hospitales. Aparecería 60 horas después entre los hierros retorcidos del tercer y cuarto vagón del tren siniestrado. Se lo habían olvidado allí o no lo habían visto. Ese hecho- una tragedia dentro de la  tragedia- y la acción de un grupo pago de delincuentes desataría la violencia contra los locales de comercio y contra la policía, cuando el lugar para protestar y apedrear esta en Plaza de Mayo. Lo de siempre. Que se vayan todos para  después volver a elegir a los que se tenían que ir. Patético. Para mas la incalificable Garré diria en un comunicado que el muchacho había muerto por que viajaba en un lugar prohibido, cuando todo el Sarmiento es un lugar prohibido para viajar. Perdió la oportunidad de callarse la boca Se nota que hace mucho no viaja en tren para ir al laburo si es que viajó alguna vez  o si es que laburó alguna vez Deplorable.
Ese día volví a mi casa y ni ganas de comer tenia, me bañé,  y me acosté. Me acordé de la canción de Domenico Modugno por que mientras intentaba dormir los celulares de Once seguían llorando, parafraseando al texto de Onetti de seguro lloraran siempre…mientras me hundía en el sueño pensé que a veces dan ganas de mandar todo al carajo…
Guillermo Rojas

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