lunes, 12 de noviembre de 2012

8N: Opiniones divididas.


 Distintas opiniones con respecto a la asistencia de manifestantes que estuvieron en la marcha del #8N.
Según la Policía Federal que dependen de Nilda Garré: Asistieron unas 70 mil personas.
Policía Metropolitana, que depende del Gobierno de la Ciudad: Unas 700 mil personas.
Fabián Perechodnik, director de Poliarquía Consultores: ‘La imagen de Cristina Kirchner podría resentirse aún más, pero es demasiado pronto para saber en qué medida. Importa  más en términos simbólicos que de cantidad de gente, y advirtió que el 8-N, sumado al antecedente del 13 de septiembre, marca una ruptura clave’.
‘Hay un claro avance de la ciudadanía sobre dos cuestiones muy caras al kirchnerismo, dos de sus dominios casi excluyentes: el manejo de la calle y de la agenda pública’.
‘El hecho de que la Presidenta haya excluido la marcha de protesta del jueves de la lista de hechos destacados de la última semana, en la que incluyó las elecciones de los Estados Unidos y el Congreso del Partido Comunista Chino. Marcar dos hitos internacionales de importancia, pero que no tuvieron relevancia para la Argentina, y dejar afuera el cacerolazo vuelve a demostrar que la realidad pasa por un lado y la mirada del Gobierno por otro. Es una burla’.
Manuel Mora y Araujo:  ‘El discurso de  Cristina Kirchner descalificó y minimizó la protesta. No podíamos esperar otra cosa. Como ya es habitual, la Presidenta niega que haya pasado algo importante’.
‘Respecto del impacto en la imagen presidencial, puede ser que aumente el rechazo entre quienes ya no tienen buena imagen, pero no veo tendencia a cambiar la percepción de personas ya definidas. Los que comulgan con el Gobierno no estaban en la marcha. La imagen [de la Presidenta] viene bajando gradualmente porque la gente no está satisfecha’.
Analía del Franco, directora de la consultora Analogías: ‘Quienes marcharon el jueves ya tenían una imagen crítica o negativa del Gobierno y pese a su magnitud, el cacerolazo pueda tener un efecto contagio’.
‘Ya quedó claro que no va a haber un cambio en las cuestiones estructurales, aunque sí tal vez de estilo, como pasó después del 13 de septiembre, cuando bajó la frecuencia de uso de la cadena nacional’.
El director Ignacio Ramirez de Ibarómetro, de Doris Capurro, cercana al kirchnerismo: ‘El 8-N fue básicamente una interpelación a la oposición. En la imagen de Cristina no va a haber cambios. El desafío que quedó planteado el jueves debe ser recogido principalmente por la oposición, que tiene que metabolizar el malestar’.
‘Las marchas no cambian rumbos, refuerzan antipatías y simpatías preexistentes sobre un gobierno’.
‘La Presidenta es en alguna medida destinataria de los reclamos, pero el deseo subyacente de la marcha es la consolidación de una alternativa política. El 8-N se movilizó para pedir una alternativa opositora, no un kirchnerismo mejorado’.
Ricardo Rouvier, también cercano al oficialismo: ‘Aunque no lo demuestre, el cacerolazo no le resulta indiferente al Gobierno, pero fiel a su estilo, Cristina Kirchner no va a mostrar ninguna debilidad ni cambiar sus políticas’.

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