martes, 10 de diciembre de 2013

En un país en el que se “habla” de libertad y se dice que se “respetan” las ideas diferentes, aun así, se trata de acallar las voces de quienes defienden la vida y la tradición sagrada de la soberanía alimentaria.

Foto: Marie Monique Robin (en Argentina) -
Lo que comenzó siendo el grito en el desierto de quienes descubrieron la maniobra de Monsanto para apoderarse de la comida y la salud de los argentinos en clara asociación con el gobierno nacional, provinciales y medios masivos de comunicación como Clarín, se va convirtiendo en un movimiento de ciudadanos, que, haciendo valer su derecho fundamental a la vida se reúnen tratando de detener las construcciones de las plantas transgénicas  de Monsanto en Argentina y manifestando en diversas ciudades al respecto. Actos que por supuesto no se muestran en ningún noticiero ni medio escritos de renombre.

Ahora, que la ciudadanía se muestra más presente y algunos artistas también se manifiestan sobre el genocidio que lleva a cabo la mega empresa, el CEO de Monsanto,  judío Pablo Vaquero, asoma la nariz para defender sus asesinos intereses. Tratando de influir para que no se hable del tema. Le importa un bledo que entre los que comen la basura transgénica, se colocan las vacunas y toman la medicación mortífera, haya gente de su propia raza, cultura o religión judía.

Ya sabemos que el gobierno de Cristina Kirchner y sus asociados de la Coalición Cívica, no ofrecerán ninguna solución. Ellos ya cerraron sus negocios en positivo.

Llama la atención que Macri este también  involucrado en las redes de Monsanto, ya que es el jefe del fue el único partido que se manifestó sobre los transgénicos y a favor de la población.

Hoy sus ministros comparten públicamente una guitarreada con Grobocopatel. ¿Que pasa con alguien que cuándo habla al publico muestra  matices e intenciones de cambiar el curso de las cosas y luego se muestra alegremente con el enemigo publico numero uno?

¿No sabe Macri que Monsanto fue desalojado de la mayoría de los países de Europa y hasta de Latinoamérica por su trabajo asesino sobre la naturaleza y la industria farmacéutica?

¿Es que  los argentinos ya no tenemos esperanzas de sobrevivir? ¿Es un país condenado a la despoblación por los poderosos del mundo?

Macri tiene la oportunidad de hablar con los argentinos y ponerse de verdad de su lado mostrando un posible porvenir tan necesario para el país. No tiene idea (¿o si?) de la oportunidad que pierde él para gobernar con dignidad y 40 millones de argentinos de vivir y soñar con un futuro.

Analia Lopez
Twitter: @AnaliaLopezBWN
BWN Argentina

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