martes, 15 de enero de 2013

En octubre de 1983 David Rockefeller creó la Comisión de la Deuda Latinoamericana, cuya dirección ejecutiva le fue encomendada a Robert Hormats, asistente de Kissinger en Goldman Sachs and. Co..


Fabricaciones Militares, su necesidad HOY

 Uno de los miembros de esta comisión declaró al poco tiempo en Nueva York: “ Las leyes de América Latina sobre inversión extranjera, tienen que cambiar, y eso es un problema de soberanía nacional…La Comisión ha recogido las ideas de la mayoría de las empresas multinacionales y los bancos de los Estados Unidos y ahora se las estamos explicando a los gobiernos de América Latina. Por ejemplo nos vamos a reunir en breve con funcionarios del Ministerio de Hacienda de Argentina para decirles lo que los norteamericanos piensan sobre nuevas inversiones…Tomemos el caso de Fabricaciones Militares, propiedad del Ejército y que participa en la industria y la minería mucho más allá de las necesidades militares. Les vamos a decir Tienen que suprimir todos los subsidios de su economía, empezando por las empresas públicas. La verdad es que de algún modo hay que introducir el concepto de quiebra al sector público. Se tienen que cambiar las leyes estatales de Argentina, Brasil, México y otros países. Primero, ningún subsidio estatal a empresas públicas como Fabricaciones que no operan sobre bases comerciales, como cualquiera compañía privada normal. Segundo, se les debe permitir declararse en quiebra o, si necesitan más dinero, abrirlas a la inversión privada extranjera…Una vez que se pueda llevar a una empresa del sector público en quiebra a los tribunales, los acreedores pueden hacer lo que hizo el gobierno de los Estados Unidos en el caso de la Chrysler o lo que hacen los bancos en Alemania cuando una empresa deudora tiene dificultades. Se convierte parte de la deuda en acciones y se la ayuda a resolver sus problemas…No hay sustituto para el proceso de austeridad… Es completamente cierto que causa caos social, pero las protestas de masas se pueden usar para promover cambios. Debido al desempleo, habrá una tremenda presión pública sobre esos gobiernos para que cambien sus leyes a fin de obtener nuevos créditos.Tenemos que usar la austeridad y el caos social para quebrar las instituciones de esos países y cambiar las leyes” (Cif. EIR, Resumen Ejecutivo, Vol. 1, Nº 8. 1 de octubre de 1983). Este desastre cuidadosamente programado a la espera de obedientes ejecutores, era contra el cual nos advirtiera el Coronel Mohamed Alí Seineldín: "Al Nuevo Orden Mundial entraremos inermes con las manos en la nuca, caminando de rodillas y ninguna duda que seremos pobres, dependientes y excluídos". El particular ensañamiento con Fabricaciones Militares no es casual, se aprecia con solo ver la publicidad en la revista “Estrategia” ( marzo--abril 1970), su rol fundamental en la economía nacional y baluarte de la Soberanía Nacional, por eso se la debía desmantelar, pues el objetivo era (y es) DESTRUIR a la Argentina; sabemos unos de los mas divulgados “slogans” para la gilada: “el Estado es mal administrador”, frase carente de toda lógica y fundamentación; hoy podemos apreciar el altísimo grado de extranjerización de la economía, y cómo, siguiendo el caso de F.M., se la reemplazó por empresas mineras transnacionales (muchas de ellas británicas) que no dejan NADA en la Argentina, ya que ni siquiera industrializan en el país lo que extraen. Nótese lo que en el afiche detalla lo que producía Fabricaciones Militares, sobretodo en los últimos dos: “Materiales Ferroviarios” y “Coches Subterráneos”, HOY esos elementos son importados, es decir, menos divisas y menos trabajo argentino. Todo lo cual fue posible gracias a la ley de Reforma del Estado (L.N. 23.696) y los Tratados de Promoción y Protección Recíproca de Inversiones. El Coronel Mohamed Alí Seineldín en su alegato ante los jueces de la Cámara Federal, describió la dramática y grave situación del País en estos términos: “No estamos en condiciones de proteger los valores culturales y espirituales de la Patria; no estamos en condiciones de proteger el territorio; no estamos en condiciones de proteger las riquezas alimenticias, energéticas y de interés geopolítico. Y tampoco estamos en condiciones de defender a los habitantes; que ya comienzan a sentirse desprotegidos”... Continúa diciendo el valiente Coronel: “¿Cuál es el primer objetivo?... Cambiar los valores culturales y espirituales..” El segundo, cercenarnos y fragmentar nuestro territorio. Esto es viejo; el General San Martín, cuando viniera a estas tierras, trató de impedir el proyecto inglés de fragmentar los virreinatos españoles, aspecto que no pudo concretar. Luego el Brigadier General Juan Manuel de Rosas luchó para evitar el desmembramiento de la Confederación Argentina ; no lo pudo hacer y se fue fragmentando y perdiendo provincias argentinas”… Hoy, por otros medios, ese proyecto de fragmentación continúa…”.

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